La diáspora

Opinión:

A principios de los años ochenta ocurrieron los sucesos más duros de la guerra civil en El Salvador. Las Fuerzas Populares de Liberación (FLP), la mayor organización armada del país, sufrió una grave crisis interna tras el comunicado en el que se notificaba a todos los militantes de la muerte de los comandantes Ana María y Marcial. La primera había sido asesinada: 86 puñaladas con un picahielo. El segundo había sido acusado de ser el autor intelectual del crimen, por lo cual optó por suicidarse. El caos estaba sembrado. San Salvador se convirtió en una ciudad de violencia desenfrenada donde la vida digna era impensable. Por ello, muchos salvadoreños optaron por exiliarse en México o en Nicaragua, generando toda una diáspora de población cuyos vestigios son notables incluso hoy en día.

Es a esta diáspora de los años ochenta a la que alude el título de la novela, "La diáspora", que viene a ser un reflejo novelado de algunos individuos que llegaron a México desde El Salvador. La novela se estructura en cuatro partes, cada una de las cuales tiene a un personaje protagonista. En la primera parte, la más larga, la narración sigue a Juan Carlos, un ex militante del partido que huye a México y, desde ahí, tiene la intención ser aceptado como refugiado político en Canadá. En la segunda parte, el exguerrillero Quique intenta reincorporarse a la acción armada del Partido, tras un tiempo encargándose de las comunicaciones externas. Los otros personajes son el periodista argentino Jorge Kraus, cuya intención es recabar información para redactar una obra sobre la guerra civil en El Salvador, y El Turco, un músico conocido por sus canciones de protesta.

"La diáspora" es mucho más que una crónica histórica. La visión mordaz y violenta que Horacio Castellanos Moya impone al texto recrea una fuerte crítica al movimiento del Partido en los años ochenta. En este sentido, toda la novela refleja la degradación izquierdista que sumió a El Salvador en una crisis interna del Partido. Para ello, el autor se beneficia del uso de un lenguaje popular, con notables rasgos coloquiales que, en ocasiones, imprimen en el texto un aire agresivo. Se trata de algo habitual en la novelística del autor: el tema de la violencia como trasunto literario de El Salvador, uno de los países más castigados de Centroamérica.

Horacio Castellanos Moya se adelantó a los futuros historiadores de la guerra civil salvadoreña, pues en "La diáspora" se observan críticas internas al movimiento izquierdista que tardarían mucho en florecer entre los analistas. No en vano, la novela obtuvo el Premio Nacional otorgado por la Universidad Centroamericana (UCA) de El Salvador.

Darío Luque