La comedia humana. Escenas de la vida privada (volumen 5)

Opinión:

En este volumen de "La comedia humana" el lector encontrará grandes novelas y relatos de Balzac, entre los que cabe destacar "Papá Goriot". Tal vez se llegue incluso a sorprender pues algunos de los relatos se alejan bastante del tipo de prosa al que nos tiene acostumbrados; así podemos encontrar algún relato bastante cómico y otros en los que las abundantes descripciones propias de su estilo prácticamente escasean.

Sin embargo, la narrativa de Balzac continua sembrada de esa crítica ácida y encubierta hacia una sociedad que vivía de las apariencias. Una narración visiblemente dramática que llega al alma del lector y que le hace odiar y querer a los personajes a partes iguales, en un intento por tratar de entender sus actitudes.

En la novela corta "Albert Savarus" (su extensión es de 147 páginas) nos encontramos con un joven que se retira a Besançon en espera de que el marido de su amada fallezca. Esta parte de la historia la conoceremos cuando Albert la publique en una revista local, que él mismo financia; eso sucederá al mismo tiempo que lo descubre Philomène una muchacha que se acaba encaprichando del joven y que no dudará en utilizar el engaño y otros ardides para conseguir sus propósitos.

Con esta historia el lector sentirá sensaciones bastante ambiguas. Por un lado sentirá compasión ante los avatares por los que pasa Albert Savarus e intentará entender el proceder de la muchacha pero el final planeado por Balzac, aunque injusto en algún aspecto, no deja de ser el esperado y seguro que deseado.

"Un debut en la vida", otra novela corta de 200 páginas aproximadamente, nos ofrece una historia pícara, mundana y con mucha moraleja. De los textos incluidos en el volumen puede ser el que más le choque al lector que anteriormente haya leído a Balzac, no sólo por la abundancia de personajes, cada cual con su historia, sino por la forma de retratarlos. El protagonista principal es un joven vanidoso que pretende abrirse camino en la hacienda del conde de Sérysi, para quien trabaja Moureau, un amigo de su familia. Pero la fatalidad hace que en su viaje hable de más estando el conde presente, personaje a quien no conoce. La vida le ofrecerá una segunda oportunidad como pasante; oportunidad que volverá a desaprovechar al escuchar malos consejos. A través de la picaresca de la novela, Balzac nos abre los ojos a un mundo en el que es harto difícil progresar, ya que son muchas las tentaciones, es mucho lo que se quiere dejar atrás y ocultar, y el menor desliz y desorden puede dar al traste con cualquier esperanza.

Con el relato "La señora Firmiani", Balzac nos muestra que las apariencias engañan y que lo que los ojos llegan a ver puede ser incluso mentira. Hay que llegar al fondo de la verdad y olvidarse de los cotilleos festivos para conocer a las personas y poder juzgar en consecuencia, algo que descubre el tío de Octave de Camps cuando decide averiguar si los comentarios de que la señora Firmiani se ha aprovechado de él y lo ha dejado en la indigencia son ciertos.

El relato "El mensaje" es quizá el más insulso, además del más corto. En comparación con las historias que le acompañan no aporta mucho, es como un paréntesis antes del final.

Si algún relato puede hablar sobre apariencias e incredulidades seguro que es "La misa del Ateo". Este cuenta la historia de Desplain, compañero de Bianchon, que se ve descubierto por éste entrando en la iglesia de Saint-Suplice siendo conocido por ser un ateo convencido. Cuando Bianchon le pide explicaciones, descubrimos como Desplain tuvo grandes dificultades económicas para poder estudiar medicina que consiguió solventar gracias a la ayuda de un aguador que era ferviente católico y que tras su muerte le dejó lo poco que le quedaba. Balzac nos muestra que las deudas de gratitud van mucho más allá de las creencias, y este relato, a través de las miserias de Desplain, sirve para ver la verdadera y, a veces cruel a veces bondadosa, naturaleza del hombre.

Como colofón nos encontramos con "Papá Goriot", una de las novelas indiscutibles de Balzac. Una novela que nos habla del amor paterno, un amor que lo da todo sin ver ni creer, un amor que sólo espera una caricia o una visita. Es una historia triste en la que el lector no entenderá el proceder de las hijas de Goriot y animará a Rastignac a conseguir su plan para que se reúnan con su padre. Sin embargo, un padre que cada vez se ve más empobrecido por cumplir con los caprichos de sus ricas hijas, para que sus maridos no se enteren, no es plato del gusto de éstas ni de sus estirados maridos. Así, el pobre Goriot languidece en una pensión de mala muerte acompañado de Rastignac, quien conoce el duro corazón de las hijas del pobre hombre.

Balzac nos deja así con un sabor agridulce, con una sensación terrible en el alma, de esas que dejan poso.

Sin duda, un buen final para estas "Escenas de la vida privada" con las que Balzac pretendía mostrar la inconsistencia del mundo burgués y las grandes diferencias entre las personas según su clase, su dinero y su posición.

Mila L. Castelo