La ciudad de las mujeres desaparecidas

Opinión:

Cuando vi el título, "La ciudad de las mujeres desaparecidas", pensé en Ciudad Juárez, pero no tiene nada que ver. Aquí sólo desaparecen dos chicas en un lapsus de diez años y, obviamente, sus desapariciones están relacionadas.

El método que ha utilizado la autora para contarnos la historia es muy curioso: primero nos narra lo que va a provocar la novela, y a partir de ahí empieza a narrarla al revés: Un día antes. Así se titulan los capítulos: Un día antes. De modo que conocemos la historia sin llegar a entender equis movimientos, pero ella consigue que nos intriguemos. ¿Por qué pasa ahora esto? ¿Cuándo pasó esto? ¿Qué significa este detalle?... Tenemos que ir un día atrás cada vez para conocer más detalles. Y funciona. Estoy totalmente segura de que si hubiera contado la historia al estilo clásico, no habría funcionado. Este ir hacia atrás un día tras otro ha sido un acierto.

Básicamente, cuando ocurre algo y dos personas se encuentran para hablar de lo que sucedió, esta conversación suele ocurrir el primer día del reencuentro. Y así ocurre, pero nosotros no conocemos la verdad hasta el final porque la historia viene así: un día antes, un día antes, un día antes. ¿Que puede parecer lioso? Realmente no lo es, curioso sí, pero lioso no.

Una de las cosas que me ha gustado de "La ciudad de las mujeres desaparecidas" es que te haces muchas preguntas. Puedes tener sospechosos, pero según te vas enterando de cosas esos sospechosos pueden dejar de serlo, o no. Y siguen las preguntas ¿Qué tienen en común las dos chicas desaparecidas? Corinne tenía unos dieciocho años cuando desapareció, y Annaleise era una cría entonces. ¿Realmente Corinne se largó, fue secuestrada, asesinada…? ¿Pudo ser asesinada por un conocido, o quizás por un desconocido que vino con la feria dejando la ciudad patas arriba con la desgracia que supuso la desaparición de la joven? ¿Se fue voluntariamente con alguien de la feria y fue esa su forma de largarse de una vida que no le gustaba? Te lo preguntas todo porque no hay respuesta hasta el final y cualquier posibilidad es factible. Sin embargo hay sorpresa, así que no contaré nada.

Otra es que Megan Miranda tiene una facilidad pasmosa para hacerte vivir con los personajes en Cooley Ridge. Es como ver una película o estar mirando a los personajes antes y después. Te retrotrae al pasado, vives secuencias salteadas en la narración de entonces, y entiendes su presente. Y todo te lo proporciona con pequeñas dosis, de modo que la intriga está asegurada. Además, se guarda pequeños detalles que va soltando en píldoras y que te hacen cambiar la visión de algún que otro personaje y la perspectiva con la que miras la historia. Cooley Ridge es casi un personaje, pero lo es porque el grupo de personajes protagonistas describen a la propia ciudad.

Una novela de lo más intrigante, con suspense, secretos que estás deseando que se desvelen y un final que, cuando llega, puede llegar a sorprenderte. Recomendada.

Anika Lillo

Foto homenaje: