La chica

Opinión:

Quizás a ti también te haya pasado: escuchaste la noticia del secuestro de cientos de chicas en un lugar perdido de Nigeria, te llevaste las manos a la cabeza pensando que cómo podían ocurrir cosas así, tal vez indagaste algo en los porqués, aplaudiste el apoyo internacional en las redes sociales, quizá también te sumaste en redes sociales a la solicitud de liberación de esas chicas con el hashtag #BringBackOurGirls; meses después, las olvidaste; puede que en alguna ocasión pensaras "¿qué habrá sido de aquellas chicas que fueron secuestradas, las habrán liberado ya?"; con un poco de suerte, buscaste alguna información sobre el devenir de aquellas inocentes esclavizadas. Cuatro años después, ya ni te acordabas de ellas. Y tampoco fuiste más allá. No te paraste a pensar en lo que realmente implica ser secuestrada por una secta radical para convertirte en esclava sexual. Ni en lo que supone vivir cada día siendo violada (una o varias veces, por uno o varios hombres). Ni en qué habrán sentido esas jovencitas, muchas de ellas estudiantes de secundaria, al haber sido salvajemente alejadas de su mundo. Ni en qué pensarán sus familias de ellas. Ni en si alguna habrá regresado. Ni en qué recibimiento obtendrían a su vuelta. Ni en si eso se supera alguna vez.

Si eres como yo, si te ha pasado todo eso, este es tu libro. Porque Edna O'Brien no hizo lo mismo y va a obligarnos a todos los que leamos la novela a que purguemos nuestro pecado de desidia. La autora irlandesa sí pensó en todo eso. Es más, se puso en marcha e inició una investigación para saber qué ocurrió realmente ese día y que ha ocurrido en todos y cada uno de los 1.500 que transcurrieron después. A sus ochenta años, viajó a Nigeria para conocer a algunas de las chicas secuestradas, las entrevistó, se empapó de sus emociones y vivencias… y luego redactó una novela estremecedora para que nadie pueda decir que no ve. Si no se ve es porque no se quiere ver, porque no se quiere mirar a lo que duele, al inconmensurable dolor que siente alguien en algún rincón de un mundo que no parece el mismo que el nuestro.

Y así, se metió en la piel de estas chicas para crear a Maryam, la protagonista de la novela, que no es todas ni es ninguna de ellas, pero es lo suficientemente representativa para que nos hagamos una idea (fiel, clara y conmovedora) de lo que pasaron todas y cada una de ellas. Maryam, que fue secuestrada y violada y obligada a casarse con un soldado y que dio a luz a una niña y que logró escapar y que luchó por su vida y que regresó y que se dio cuenta de que, tal vez, ya no haya nada más después de ese día maldito que cambió su vida para siempre; representa a la perfección a todas esas mujeres y niñas violadas, al tiempo que se convierte en relato singular y personalísimo capaz de mover y remover corazones y conciencias.

Me ha fascinado no solo el argumento (yo no soy de leer la sinopsis de los libros, así que la realidad de esta novela me soltó un bofetón en la primera página) sino cómo está escrita. Me da la sensación de que el trabajo de O'Brien ha tenido que ser titánico porque... ¿cómo se cuenta esta historia sin caer en la sensiblería, la lágrima fácil, la moralina, la crítica facilona o el relativismo cultural? ¿Cómo se cuenta esta historia para que llegue, para que duela, para que el lector no salga indemne de esta novela, para que no se vaya de rositas frente a la realidad contada? Pues justo como lo ha hecho: con una sobriedad casi dolorosa, una literatura sin ornamentos, pero llena de verdad, una narración aparentemente sencilla, que hasta en ocasiones puede dar la impresión de inocente, pero certera como un dardo envenenado.

En definitiva, un novelón. Deja de leer esta reseña y corre a leerla. Me lo agradecerás.

Lidia Casado