La casa de los dioses de alabastro

Opinión:

"La casa de los dioses de alabastro" recrea la historia de la familia de Gabriel Zaporta que jugó un importante papel en el mundo económico y cultural de Zaragoza a mediados del siglo XVI.

Gabriel Zaporta fue uno de los hombres más ricos de su tiempo, considerado el primer banquero de la Corona de Aragón era de origen judeoconverso. Se casó en segundas nupcias con Sabina de Santángel. Para ella construyó un palacio monumental, conocido en la época como el Palacio del Amor, que contaba con un patio central que representaba la carta astral del día de su boda, y no es otra que "La casa de los dioses de alabastro" que da título a la novela y a cuyo alrededor se desarrolla la trama de la obra.

Con semejante escenario no es extraño que el hilo conductor de las diferentes historias sea el amor: el amor entre Brianda y Luis, entre Perla y Jabir, entre Sabina y Gabriel Zaporta pero, por encima de todos ellos, el amor por Zaragoza que impregna todo el libro porque no hay duda de que la Magdalena Lasala ha querido rendir homenaje a su ciudad natal.

En las diferentes historias encontramos amor, pasión, traición, odios, engaños; son una serie de vivencias femeninas muy bellas pero la verdadera protagonista de la novela es la ciudad de Zaragoza, su presencia domina toda la narración.

Nos encontramos con una Zaragoza en su época de mayor esplendor; una ciudad orgullosa, rica económica y culturalmente. La escritora zaragozana nos muestra un periodo desconocido de la historia de su ciudad en la que Zaragoza brilla por méritos propios a nivel internacional, siendo incluso comparada con la Florencia de los Médicis. En este momento histórico, el poderío de la ciudad es seriamente combatido por Felipe II, que desea concentrar en sus manos de nuevo todo el poder y no duda en atacar abiertamente la ciudad ni en recurrir a la ayuda de la mismísima Inquisición.

Así, vemos a la Santa Inquisición actuando no sólo por motivos religiosos sino también por motivos políticos y económicos, a la vez que actúa sirviendo al cumplimiento de venganzas de particulares fruto de odios, celos y rencillas.

Un periodo histórico complejo que la autora, con una sabia mezcla de ficción y realidad, recrea de un modo admirable, rescatando del olvido lo que llegó a ser su ciudad.

Al final del volumen, encontramos un anexo donde la escritora nos relata brevemente la historia de la familia Zaporta y del palacio que da nombre a la novela, del que se conserva el patio central, hoy conocido como el Patio de la Infanta. La autora también nos explica que personajes son reales y cuales son ficticios y el papel que cada uno juega en su historia e incluye la bibliografía consultada para la elaboración de su novela.

Por último, señalar que las guardas del libro están bellamente decoradas con mapas de la Zaragoza del periodo, donde se señalan los diferentes escenarios de la narración.

 Jaci Alía Arreche