Imperium

Opinión:

La historia del personaje August Engelhardt es un tanto extraña, puesto que tuvo un sueño propio de un adolescente con ínfulas de gobernador, y lo llevó a cabo en cuanto le fue posible. Viajó a Nueva Guinea (o el Archipiélago de las Bismarck como se llamaba en aquella época) y se compró una isla a un precio exageradamente elevado con el fin de crear una plantación de cocos. Contrató a un criado y recorrió desnudo su isla recién adquirida, entre otras excentricidades. Pero no fue capaz de conseguir que sus planes se hicieran realidad tal y como los había diseñado. Quizá todo fue culpa de una exposición al sol demasiado prolongada...

Este libro se publicita bajo unas premisas políticas y filosóficas sólidas que no tienen un reflejo exacto en el contenido del libro. La ironía que se aprecia a lo largo de todo el libro podría estar mucho mejor llevada a manos de un escritor con más oficio. Es decir, aunque la idea original de Christian Kracht es buena, la forma en que la ha llevado a cabo no es la mejor posible. Su escritura no es muy refinada a pesar de publicar libros desde 1995.

El sueño colonial de Engelhardt se ve truncado por culpa, quizá, de una mala planificación, de escoger un momento inadecuado, de los visitantes y peligros que ponen en jaque su idílica existencia isleña, los movimientos políticos y bélicos de aquellos años, todo influye. A lo largo de la novela, podemos ir desentrañando los pensamientos de este personaje desde un punto de vista más íntimo y personal hasta más político y social, temas que han convertido a esta novela en una lectura controvertida desde su publicación original, tachándose a su autor, por ejemplo, de tener inclinaciones hacia los partidos de derecha, debido a las impresiones que algunos lectores extraían de este libro.

Ingredientes como una localización exótica y la selección de una época ya remota, hacen surgir en el lector recuerdos de novelas inolvidables como, sin duda, "La isla del tesoro" de Stevenson, aunque nada tengan que ver en la forma en que ambas están construidas. Los viajes que el propio autor ha realizado a lo largo de su vida (Asia, África y el Pacífico Sur), están sin duda reflejados en esta novela, así como las impresiones sociales y políticas que ha extraído de su propia experiencia. Novela entretenida para pasar un rato aunque eso no la convierte en el libro del año.

Mar López