Anika entre libros

Génesis, el ritual rosacruz

Ficha realizada por: Francisco Javier Illán Vivas
Génesis, el ritual rosacruz

Título: Génesis, el ritual rosacruz
Título Original: (Génesis, el ritual rosacruz, 2008)
Error loading MacroEngine script (file: ObtenerAutoresResenya.cshtml) Editorial: Nowtilus
Colección: Narrativa


Copyright:

© José María Fernández Luna-Martínez, 2008

© Nowtilus, 2008

Edición: 1ª Edición, Septiembre 2008
ISBN: 9788497635271
Tapa: Blanda
Etiquetas: alquimia magia género negro enigmas misterio ficción histórica policiaca histórica intriga literatura española piedra filosofal logias París siglo XVIII Saint Germain rosacruces
Nº de páginas: 391

Argumento:


1780. Extraños crímenes tiñen de rojo las calles de París. Para resolver el misterio, el agente Marais debe adentrarse en el enigmático mundo de la magia y la alquimia de los Rosacruces.

Poco antes de ser asesinada, una doncella le entrega a un retrasado mental una criatura recién nacida. Él y su acompañante, un enano llamado Petit Ours, deciden huir de París con el fin de asegurar el mantenimiento del bebé. En el camino descubrirán que han sido víctimas de un engaño que habrá de conducirles a la muerte…

Dieciocho años después, en París, se suceden varios asesinatos que según el Procurador General del rey tienen relación con una joven hospedada en una afamada casa de citas. Gustave Marais, policía del recién suprimido Tribunal del Chatêlet, logra infiltrarse en el lupanar y contacta con una atractiva prostituta que habrá de conducirle hasta la presunta implicada: Papilión. Sin embargo, finalmente descubre que aquella muchacha es inocente, y que el culpable de los crímenes es un ser anónimo y oscuro que va eliminando a todos los hombres que logran acercarse a la joven.

Mientras tanto, un misterioso miembro de la nobleza, y varios adeptos a la hermandad de los Rosacruces, tratan de completar un proceso alquímico cuyo fin es devolver al hombre su imagen originaria. Papilión es la clave del enigma, y el misterioso asesino uno de los componente esenciales del ritual.

Una novela trepidante que sumergirá al lector en el enrevesado y enigmático mundo de la alquimia y la magia, con un trasfondo histórico donde los personajes no son todo lo que parecen ser.

 

Opinión:

 

Esta novela trata de la piedra filosofal, pero también de los misterios que preocupan a la humanidad desde hace siglos. Está situada en 1780, en Francia, más concretamente en París y en una región tan mágica y celta como Languedoc. Y en ese año, y en esos lugares, se suceden violentos crímenes, uno de ellos en la mismísima Notre-Dâme, una catedral como ninguna otra en el mundo de la literatura donde es posible imaginarse las escenas que el autor nos invita a vivir.

Crímenes que se enlazarán, inevitablemente, con otros que vienen ocurriendo desde hace dieciocho años, tras una tormentosa noche de lluvia que casi sumerge a París bajo las aguas. Y, alrededor de todo ello, como es costumbre ya en Patrick Ericson, las logias, en esta ocasión los Rosacruces, depositarios del secreto de Rosarium Philosophorum.

Seguro que cualquier desconocido lector de este comentario conoce de qué va el misterio de la piedra filosofal: una sustancia que según la alquimia tendría propiedades extraordinarias, como la capacidad de transmutar los metales vulgares en oro; con dos variedades, la roja, capaz de transmutar metales innobles en oro, y la blanca, cuyo uso transforma dichos metales innobles en plata. La roja se obtiene empleando la Vía Seca; la blanca a través de la Vía Húmeda; en ambos casos el elemento de partida es la pirita de hierro.

Esta piedra o elixir de la vida ha sido algo ansiosamente buscado, y codiciado, por otra virtud que se le supone: otorgar la inmortalidad. Una característica del oro es que se oxida más lentamente que otros metales; es decir: el oro es "inmortal"; por lo tanto, si descubrían cómo formar oro a partir de otros elementos, tal vez podrían hacer que el pobre cuerpo mortal se volviera inmortal, que es uno de los misterios que veremos a lo largo de esta novela, personalizado en el conde de Saint-Germain, el Maestro.

Hay vertientes más místicas de la alquimia que creen que, en realidad, la obra y la piedra filosofal no son realidades físicas, sino metáforas del perfeccionamiento espiritual, aspecto desarrollado en la novela de Patrick Ericson.

Ya he comentado que se buscó para prolongar la vida del hombre. Y aquí quiero haceros conocedores de un caso documentado, por que es importante para la reflexión final: una pareja y un boticario. Éste, cierto día, descubrió la piedra y preparó el elixir de la vida, del que bebió una cucharada y le dio a beber también a un amigo, el cual sólo bebió unas gotas ya que fue interrumpido por la aparición de su amada. El resultado de ello fue que el alquimista murió (se supone que la cantidad ingerida fue excesiva) mientras que su amigo experimentó los efectos de consumir el elixir de la larga vida: pérdida de pelo, uñas y dientes. Pero a los pocos días, reaparecieron con mayor fuerza. Hay quienes dicen que falleció a los 123 años, y que parecía más joven aún. Escritos de investigadores de alquimia señalan que no necesitó volver a comer para vivir, y que excretaba sus necesidades biológicas a través de la transpiración, una característica que Patrick no se olvida de recordar en la figura de uno de los más enigmáticos personajes de su novela.

Como veis, es necesario saber mezclar los elementos en su justa medida y tomar la dosis precisa, y en ello, el autor ha sido un perfecto alquimista. ¿Por qué os digo esto? Veréis, la naturaleza del enigma consiste en decir cosas reales, añadiendo cosas imposibles. Se añade a esto la expresión en verso, o en prosa poética, y una serie de recursos lingüísticos como la repetición (de sonidos, palabras y estructuras), el uso de la segunda persona del singular y un tono solemne y arcaizante: y con ello estamos en una forma antiquísima de comunicar la voluntad divina.

Todos estos elementos encontraremos en Génesis, el ritual Rosacruz. Una novela que, además, nos traerá recuerdos de ese París enigmático, secreto, profundo, casi de catacumbas, que Victor Hugo nos presentó en Los miserables y en Nuestra Señora de París. ¿Y la poesía? ¿Dónde está la prosa poética, me podréis preguntar?

Os leeré unas breves frases de la página 318: jamás había experimentado nada igual en su vida... explicarle a un ciego la magia infinita de los colores... no todos los días era seducido por un ángel.

Escribe el autor, pag 214, que el poder del amor reside en el espíritu y proviene de Dios. Yo lo único que hago es mediar entre el hombre y el Cielo..., pues bien, con todo cuanto os he dicho, he cumplido mi objetivo, que os apuntaba al principio, contaros de qué va la novela sin que sepáis de qué va la novela, pues como el mismo personaje que acabo de citar dice, Y ahora, olvida cualquier cosa te haya dicho, pues lo que encontrarás en esta novela es una forma de resolver el misterio de la piedra filosofal que nunca antes había sido tratado por nadie. Patrick Ericson, ha llegado más allá que Creso, quien quiso desafiar la sabiduría divina y probar el funcionamiento de los misterios.

Hay momentos en esta novela que todo parece tan real, que me atrevo a asegurar que lo ha conseguido, por lo que deberemos estar pendientes los años próximos a ver si Patrick envejece o no envejece.

Francisco Javier Illán Vivas

 

 

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