Anika entre libros

El último mono

Ficha realizada por: Pilar López Bernués
El último mono

Título: El último mono
Título Original: (El último mono, 2015)
Autor: Lluís Maria Todó
Editorial: Club Editor


Copyright:

© Lluís Maria Todó, 2015

© Club Editor 1959, S.L.U., 2015

Edición: 1ª Edición: Septiembre 2015
ISBN: 9788473291958
Tapa: Blanda
Etiquetas: adicciones drogas recuerdos Barcelona intimista literatura española novela padres e hijos reflexiones relaciones personales sexualidad traducciones Mallorca novela introspectiva divorcio parejas drogadictos heroína
Nº de páginas: 252

Argumento:

Un hombre, que ya dejó atrás la juventud y a dos ex parejas, vive en su piso barcelonés una existencia rutinaria pero tranquila, ocupada en gran medida por su profesión de traductor literario, que practica en casa.

Pero la llamada de Alicia, la primera ex y madre de su único hijo, da un giro importante a esa vida solitaria el día que le anuncia desde Mallorca que el chico ha vuelto a caer en la drogadicción, que está dispuesto por tercera vez a librarse de la heroína, y que el tiempo de "mono" convendría que lo pasara en Barcelona, en su apartamento y a sus cuidados.

El hombre, mientras espera que el joven se instale y luego pase esos días difíciles entre medicación y atenciones, va haciendo balance de su vida, tratando de atisbar si existió causa-efecto en el problema de su hijo. Con esa idea, aparca en muchos momentos la traducción que tiene entre manos, y le parece tediosa, para escribir en un documento distinto sus sentimientos, vivencias, inquietudes, recuerdos y experiencias de gran parte de su vida, cosa que le permite ir reflexionando al mismo tiempo.

 

Opinión:

 

Esta es una novela profundamente intimista, escrita en primera persona por un hombre solitario, traductor de profesión y que tiene muy presente su oficio, al que el autor nos acerca de forma clarificadora valiéndose del personaje.

Pero como sujeto reflexivo, más bien introvertido y habituado a escribir, el protagonista expone sus dudas, reflexiones y recuerdos en un supuesto documento, que constituye la base de la novela y tiene por objeto desgranar el cómo y el por qué del problema de su hijo. Poco a poco, por tanto, van surgiendo escenas diversas, momentos puntuales, relaciones, encuentros, desencuentros y episodios de toda una vida.

Lluís Maria Todó muestra a los lectores distintos escenarios a través de su personaje, y comienza por la Barcelona de los años sesenta-setenta, cuando vivía con Alicia, nació el niño y eran ambos muy aficionados a trasnochar en el Jazz Colón, un tugurio situado en el antiguo Barrio Chino. También les gustaba en aquella época reunirse con otras parejas los sábados por la noche para fumar algún que otro porro mientras el pequeño dormía.

Se describe la relación del protagonista con Alicia, aparentemente estable y cómplice hasta que ella se enamoró de una mujer y se fueron ambas a Mallorca. Luego vemos pinceladas de los años vividos con Montse, la segunda y última compañera, muy celosa pero infiel, con la que más que amor hubo desencuentros propiciados muchas veces por unos suegros aburguesados y bastante conservadores, incapaces de ver, por ejemplo, el problema del chico como una enfermedad sino simplemente un vicio.

Pero el centro de la novela es el retoño, sus relaciones de pareja, el trato con sus progenitores y, sobre todo, la dependencia a la heroína... Y justamente por ser un sujeto importante, me ha llamado la atención que el autor no le haya puesto nombre. Nos habla el protagonista de "mi hijo", o "nuestro hijo", pero no sabemos cómo se llama. Y ya puestos, tampoco el que supuestamente escribe se identifica... No ocurre lo mismo con el resto de los personajes, todos perfectamente etiquetados incluidos los poco relevantes.

Me ha parecido curioso que el chico haya tenido dos relaciones gays, que su madre sea lesbiana, que entre las parejas de amigos que nos señala el autor uno de los hombres casados reconociera una noche ser homosexual... Y es la cantidad de personas lo que me ha llamado la atención. En ese sentido, Lluís Maria Todó evita poner etiquetas a las orientaciones sexuales, más bien deja el tema abierto a posibles cambios. Se diría que separa el enamoramiento del sexo y nos muestra con absoluta naturalidad cualquiera de ambas opciones (homosexual o heterosexual). De hecho, su hijo se enamora tras su última ruptura de una mujer y la propia Alicia se casó con él, la relación funcionó y todavía perdura el amor y cierta complicidad entre ambos.

El protagonista se resiste a aceptar la drogadicción del chico como el resultado de la actitud de sus padres, cuando fumaban porros porque les parecía muy progre. Esa es una cuestión que se plantea el que escribe. Ignora si algún sábado el entonces niño se despertó y presenció alguna juerga que le sirvió de referente para dar un primer paso y posteriormente caer en las garras de la heroína. Pero siempre fueron reacios a ir más allá, a probar sustancias marcadamente adictivas, nunca traspasaron la línea roja... Ante la duda, prefiere profundizar en otras cuestiones que pudieron marcar el carácter del chico y empujarle una vez tras otra a esa drogodependencia. Analiza, pues, el primer enamoramiento de su hijo cuando se convirtió en pareja de Iván, un muchacho enfermizo, tosco y malcarado con el que vivió un primer "mono" en Mallorca. También menciona la relación siguiente con Álex, marcadamente opuesta a la primera y más saludable. Y quizá, eso sí, ese ambiente marginal del barrio chino, al que los jóvenes padres eran aficionados, impulsó al muchacho a moverse por esos lares y acabar viviendo allí.

El estilo de la novela es básicamente narrativo, apenas hay diálogos. Las frases son largas, con oraciones enlazadas que obligan a una lectura pausada y desgranan pensamientos, dudas y pormenores que son los que constituyen la trama. 

Y no puedo concluir sin mencionar que "El último mono" es una obra muy clarificadora, escrita por un autor que, como su personaje, es también traductor... Por lo general, el traductor de un libro es un sujeto "transparente" en el que casi nadie repara, y está claro que posee una función primordial. Ha de buscar en otro idioma giros que se adapten al texto, ha de ser capaz de salvaguardar el estilo y no introducir cambios que podrían desvirtuar el original... Todos entendemos que una mala traducción puede destrozar un libro; pero también es cierta la premisa contraria, es decir, rescatarlo y transformar una novela mediocre en un éxito. Esta idea, y el hecho de si es ético modificar o no un escrito para mejorarlo, las plantea el autor y, ciertamente, es un tema que podría debatirse.

En definitiva, Lluís Maria Todó, nos deja una obra profunda, intimista, reflexiva y bastante interesante.

Pilar López Bernués

 

 

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