El siglo de Águila Roja

Opinión:

José Ángel Mañas nos ofrece una manera entrenida de aprender algo de la historia en la que se desarrolla la serie de Águila Roja.

Aunque la serie presenta algún que otro anacronismo, somos muchos los que la seguimos y se agradece que alguien haya tomado la iniciativa de emplear el entusiasmo de los televidentes para que éstos se inicien en el conocimiento de una época gris, triste y mediocre, en la que el rey apenas tomaba las riendas de un reino que estaba comenzando a resquebrajarse.

De la mano de los protagonistas principales descubrimos las peculiaridades de un reino que fue gobernado por el conde-duque de Olivares hasta su estrepitosa caída, circunstancias que nos cuentan en forma de cotilleos. Discrepan sobre la capacidad de un monarca que no fue capaz de encauzar un país que veía como se engrandecían Francia e Inglaterra a su costa.

Son varios los temas de los que tratan: la preocupación por los continuos ataques de los piratas, la inquisición, el poder de una iglesia que cada vez apretaba más el cerco sobre el populacho, las prostitutas y los pícaros, la enseñanza, los nobles, la corte, el ejército, la cultura, el teatro, los médicos y la medicina.

Conociendo a los personajes de la serie está claro que todo se trata con bastante escepticismo o, por el contrario, con mucha credulidad. El contrapunto necesario para dotar de interés a aquellos que quieran acercarse al conocimiento de esta época.

A través de la experiencias vividas, del conocimiento aprendido en los libros, de los cotilleos de palacio, de las correrías por las calles más infames nos adentraremos en un mundo oscuro y degradante, donde nada es lo que parece y todos viven al día.

Un ensayo novelado, diferente, pero un ensayo al fin y al cabo. Por lo que aquellos que esperen una aventura de nuestro héroe, será mejor que se busquen otra historia o que continuen con la serie televisiva.

Mila L. Castelo