El secreto de las fiestas

Opinión:

"Soy un raro de concurso. Un ni por qué, ni para qué, ni dónde", afirma el narrador y protagonista de "El secreto de las fiestas" nada más empezar la novela. Así se presenta ante el lector Daniel Basanta -a quien su abuelo llama Danielucho, diminutivo afectuoso de donde sacará su apodo, Lucho-, como un individuo fuera de lo convencional, alejado de las normas que la sociedad estipula. De hecho, la novela es tan rara como su narrador, pues se escapa de todos los cánones en los que pueda clasificarse la literatura contemporánea, ya sea temáticos, genéricos o estilísticos. Para empezar, pues, "El secreto de las fiestas" es una novela rara, fuera de lo común.

Su protagonista, Daniel Basanta, vive ocho años de su vida en un pueblo recóndito, a cargo de las tías y el abuelo paternos, porque su padre es músico y su madre murió tiempo atrás. En el pueblo, las únicas diversiones que hay para un preadolescente son jugar con un manso perro, de nombre King, o leer un libro sobre hombres que hicieron fortuna.  Por ello, cuando su abuelo comienza a relatar épicas aventuras que lo sitúan en La Habana en su juventud, el niño escucha embelesado. A esa biografía fabulosa se le suma la reflexión que el abuelo hace sobre las personas, catalogándolas entre hombres-lobo y hombres-tachán. Para él, los primeros serían los 'sosos' de los que la historia está llena, mientras que los segundos serían aquellos individuos que concibieron la vida como una juerga. Efectivamente, tanto Daniel como su abuelo se ven como hombres-tachán.

La vida de Daniel, tras alguna travesura en el pueblo, lo devolverá a Barcelona, donde volverá a convivir con su padre. Sin embargo, los caóticos horarios del trabajo paterno devolverán a Daniel la soledad que ya vivía en el pueblo. Como es evidente, Barcelona supondrá otras maneras de diversión, y una de ellas será Chenta, una chica atrevida y seductora que será la envidia de todos los compañeros de clase. Con ella, Lucho -es el nombre que Danie finge para conquistarla- compartirá sus dos aficiones de juventud: el juego y la fiesta nocturna. Hasta aquí puedo contar, y esto es solo el principio de la novela.

"El secreto de las fiestas" fue una de las primeras novelas de Francisco Casavella, publicada originalmente en 1997. Casi diez años más tarde, en 2006, Casavella decidió reescribir desde el principio esta historia, una de sus preferidas, y dotó a la novela de una mayor profundidad. La labor que realizó en aquel momento consiguió convertir la novela de un relato de adolescencia en una lectura adulta y suficiente. Además, él mismo afirmaba que "El secreto de las fiestas" es el libro en el que sus amigos de siempre tienen más facilidad para reconocerlo.

Si así es, Francisco Casavella era un 'salao', como se suele decir, porque "El secreto de las fiestas" es una novela llena de guasa, de humor y de simpatía. Además de estar muy bien escrita, con un estilo admirable y envidiable, la trama de la novela muestra una absoluta originalidad, garantizada por los constantes giros de acontecimientos. El personaje de Daniel, divertido como los pícaros de nuestra tradición, disfruta de su historia tanto como los lectores disfrutamos leyéndola. De hecho, se nota en cada palabra la pasión que Francisco Casavella puso a la hora de escribir "El secreto de las fiestas". Jamás había leído una obra que transmitiera tanto buen rollo.

Darío Luque