el río congo. descubrimiento, exploración y explotación del río más dramático de la tierra.

Opinión:

En la historiografía moderna están proliferando ensayos de este tipo. En lugar de usar la historia como herramienta, utilizan la geografía, y los autores no son académicos sesudos, sino periodistas que han pasado en el lugar objeto del libro muchos años. Así sucede con un libro muy recomendable, "El Mar Negro", de Neal Ascherson ( de próxima aparición en estas páginas de críticas) y en éste, que no es nada recomendable.

¿Por qué? Por muchas razones. Porque cuesta una pasta. Porque la portada es horrorosa. Porque es demasiado prolijo en detalles sin interés. Y sobre todo, porque incluye bellos grabados de la época, con Stanley atravesando selvas con una recua de porteadores detrás y tal, pero no incluye ningún mapa.

Así que te encuentras con párrafos de este estilo: "Al adentrarse Stanley en el África Oriental desde Pemba, fue remontando el río Zambezi hasta llegar al lago Kivu, y al llegar a Ujiji torció por Zampanga, en lugar de por Zutanga, con lo que en lugar de llegar a Kutunga, se encontró a cientos de millas de Zamboanga, y en lugar de encontrase las fuentes del Lualaba, se dió de bruces con el Luapula, entonces llamado Kiboko por la tribu de los Kagames, que fueron exterminados más tarde por los Bugandas".

Sin un triste mapa, no hay quien se aclare, y me daba enorme pereza tener que abrir el atlas Encarta para intentar seguir las andanzas del dichoso Doctor Livingstone, supongo, por aquí y por allá.

Aunque hay algunos detalles curiosos, como es el saber que el río Congo es el único de los grandes ríos del mundo que cruza dos veces el Ecuador, y el conocer la existencia en los tiempos de las primeras exploraciones portuguesas a la zona, hechas en torno a 1500, de un reino cristiano en los alrededores de lo que hoy es Kinshasa (el reino del ManiKongo, que da para toda una novela histórica), la mayor parte del libro es un rollo repollo.

Si me lo terminé, (486 paginazas de letra apretá) fue por lo que costó, rácano que es uno, pero el error de bulto al meter a Ceuta en el mismo saco que las colonias portuguesas de África, debía haberme hecho dudar de lo documentado de su autor. Nota: En 1415 el reino de Portugal conquista Ceuta y lo incorpora a su Corona, resistiendo los constantes ataques de marroquíes y granadinos para intentar recuperarlo. Cuando Felipe II accede al trono de Portugal, Ceuta pasa a ser dominio español. En 1640 los portugueses se separan de manera definitiva de la Corona española, pero Ceuta decidirá continuar unida a ella hasta la actualidad. Y hasta hoy. El caso de Angola, Mozambique, Cabo Verde y demás colonias portuguesas fue muy distinto, y no me voy a liar a explicarlo aquí.