el reino de los zombis 1

Opinión:

Es evidente que en los últimos dos o tres años todo aquello que suene a Género Z está irremediablemente de moda, por lo que, a la mayoría de la gente, le parecerá que esta novela poco o nada nuevo tiene que ofrecer; bien, es verdad en parte, porque la peculiaridad de “El reino de los zombis” es que fue publicada fuera de nuestras fronteras en el año 2001 por lo que podemos considerarla, en cierta manera, una precursora en la temática.

Len Barnhart  nos ofrece una historia en la que, nadie sabe porqué, los muertos se han levantado de sus tumbas, los que mueren se convierten automáticamente en zombies, y su único objetivo es no tanto alimentarse, sino conseguir aumentar su número a gran velocidad. Nos encontraremos un puñado de supervivientes, encabezados por el propio Jim, que intentan mantenerse a salvo con la esperanza de que todo acabe algún día; unos científicos que intentan descubrir el porqué del proceso de transformación y una posible cura; un ejército que prefiero bombardear ciudades para curarse en salud; y un reverendo megalómano que está firmemente convencido de ser el elegido por Dios para erradicar el mal que asola el planeta, aunque para ello tenga que sacrificar seres inocentes.

Se podría decir que esta primera entrega de la trilogía de “El reino de los zombis” es bastante clásica, muy del estilo de las películas de George A. Romero.  No encontraremos una gran complejidad ni profundidad en el argumento, los personajes están definidos lo justo para que nos creamos sus actuaciones en determinadas situaciones y no todos sobreviven. Uno de los aciertos de la trama es presentarte a algunos de ellos y no saber si va a salir vivo del ataque en el que está inmerso, este punto le viene muy bien al desarrollo ya que consigue mantenerte en tensión durante gran parte de las luchas entre los vivos y los muertos. El estilo es directo, sin medias tintas, tan duro como lo que nos está contando, y ayudado de un lenguaje muy visual con el que nos describe con todo lujo de detalles cualquier acto intencionadamente desagradable.

El libro está repleto de acción trepidante, casi vertiginosa por momentos, y cuenta con unas dosis más que decentes de gore, un elemento que se agradece en este tipo de literatura: encontraremos abundancia de pus, tripas, pústulas, putrefacción, sangre que sale a borbotones, amputaciones y varias “exquisiteces” más que los aficionados al tema aplaudimos con agrado.

Quizás se le puede achacar cierta precipitación en el desarrollo argumental, pero visto en su conjunto es lo que hace que el guión establecido no decaiga en ningún momento y encaja muy bien en un ambiente decididamente apocalíptico, pocos momentos de relax vamos a encontrar y, cuando los hayamos, son el precedente a una situación límite y frenética.

Mención aparte merecen el prólogo y el epílogo que leídos como un todo una vez acabado el libro dan una sensación de falsa belleza y tranquilidad preparándonos para la segunda parte, algo así como un sueño dentro de un sueño.

Por tanto “El reino de los zombis” es una novela que debe ser leída bajo la perspectiva de haber visto la luz en un momento en el que los comecerebros no eran la nota predominante en la literatura de género, cumple con solvencia su misión de entretener, no darnos ni un segundo de respiro, y nos regala sangre a mares. Poco más se puede pedir, una historia estupenda para disfrutar y evadirse.

Patricia Rubiera