El ratón de biblioteca IV

Opinión:

Os contaba en la reseña del anterior volumen de "El ratón de biblioteca" que las portadas daban un vuelco llamativo: hasta el momento eran alegres y en este cuarto volumen tanto Myne como Lutz se mostraban serios, algo realmente raro. Al fondo, también se veía Benno serio, pero con apariencia más de desconfianza. En el vídeo también os dije que el final quedaba con una pregunta de Lutz que congelaba el ambiente.

Aquí comienza con esa pregunta ¿Quién es Myne? Este volumen destaca sobre los demás por dos motivos: el descubrimiento de quién es realmente ella -y lo que provoca en Lutz-, y conseguir, finalmente, lograr la meta principal de fabricar papel. Esto hace que sea un volumen, sobre todo, de emociones.

La parte dedicada a que Lutz sea consciente de que la Myne que él conocía, la hermanita pequeña y enfermiza de Tuuli, en realidad está muerta y que la nueva Myne no puede devolverla, es sumamente emotivo. Pasan del enfado a la tristeza, pero finalmente se reconocen como los amigos y compañeros que son y la cosa mejora. Emoción segura para el lector viendo estas viñetas.

Pero también emoción de la que te hace sonreír cuando ves las reacciones de Myne ante ciertas circunstancias en las que es feliz. No, feliz, no, lo siguiente. Y ahora además resulta divertido el hecho de que Lutz conozca su secreto porque provoca otras pequeñas escenas muy simpáticas.

Este cuarto volumen finaliza cuando Lutz y Myne conocen a una niña que podría significar un antes y un después en la historia de ambos, la nieta de un mandamás en el mundo de los mercaderes.

El planeta sigue mostrándonos cosas propias de allí que aquí jamás veríamos, y también volvemos a ver un poco de magia.

Os recuerdo que, a pesar de aparecer en la sección adultos, este es un libro para todas las edades, empezando por los niños, siguiendo por los adolescentes y continuando con los adultos. Es bueno para todos y yo lo recomiendo tengas la edad que tengas porque con Myne vas a sentir y compartir emociones con los personajes. ¡Nada más y nada menos! Maravilloso.

Anika Lillo