El lenguaje secreto de la naturaleza

Opinión:

Si algo nos queda claro desde el principio de la lectura de este curioso libro es que su autor, Óscar S. Aranda, nació biólogo. No cabe duda de que el entorno familiar en que creció (nos habla de las excursiones y acampadas de su infancia en plena naturaleza) han dejado su poso, pero mantener esa mirada afectuosa, expectante y académica hacia cualquier ser vivo, con los que se ha encontrado a lo largo de los años, es mérito suyo.

Trata con la misma admiración a las orcas y a las hormigas, a las tortugas marinas y a las libélulas, en definitiva, no hay ningún animal insignificante para él. Es tal su amor por la naturaleza, que justifica cualquier comportamiento tanto animal, como vegetal. Es incapaz hasta de deshacerse de un avispero, como nos cuenta con bastante gracia. Defiende que todo en el ecosistema funciona perfectamente y está en un correcto equilibrio. Todo comportamiento tiene sentido. Es un manual ecologista impecable.

La obra está estructurada en capítulos dedicados a plantas o a un animal concreto, que pueden leerse, incluso, de forma independiente. Cada uno de ellos nos muestra las peculiaridades del protagonista en cuestión y, lo mejor, experiencias de primera mano de nuestro autor. Algunas de ellas, arriesgadas y otras, realmente divertidas. Narra estas vivencias con sencillez, pero también con pasión. Transmite una coherencia absoluta entre lo que cree y lo que hace (llegó tarde a su propia boda por ser fiel a sus principios) y, precisamente por esto, su historia nos convence y nos atrae.

"El lenguaje secreto de la naturaleza" nos invita a contemplar nuestro alrededor con una mirada nueva, con una curiosidad con la que, tal vez, no lo habíamos hecho antes. Después de su lectura, no puedo evitar pensar en los insectos de una forma más benévola que como lo había hecho hasta ahora. Óscar S. Aranda me ha conquistado.

Blanca Barbero