El latido del tiempo

Opinión:

"El latido del tiempo" es sin duda una gran novela. Leí a Francesc Miralles hablar de ella entusiasmado y cuando por fin la tuve en mis manos tuve que darle la razón: es una pequeña delicia.

Comenzamos la historia acompañando a una asustada Lina hasta un pueblo en el que vive la hermana de su madre recién fallecida. Será un viaje sin retorno, ya que no tiene a nadie más y debe acostumbrarse a vivir en un pueblo en el que se siente una completa extraña. Vemos su adolescencia y juventud, su boda con el hermano de su archienemiga del colegio, a la que terminará queriendo como una hermana. Y cómo no hacerlo, cuando ella, Lina, es incapaz de enfrentarse a la dura realidad de su vida y es Benita quien siempre está allí para salvar a su familia.

Seguimos la historia con la vida de la hija de Lina, Veva, quien logra salir del pueblo para vivir en la ciudad pensando que gozará de mayor libertad, pero acaba primero sirviendo a una familia y luego subyugada a un marido que no la hace feliz. Y cómo no, terminamos con las hijas de Veva, Meli y Violeta, más cercanas a lo que nosotros conocemos, a nuestras vidas y con las que es muy sencillo identificarse.

Los personajes están muy bien trazados, aunque Lina, debido a su personalidad derrotista, no me ha gustado tanto como Benita o Veva. Los hombres que las rodean, son los que manejan sus vidas, quienes deciden las bodas y herencias (aunque las mujeres negocien entre ellas previamente), quienes tendrán en sus manos la poca o mucha felicidad que puedan encontrar en unos tiempos convulsos.

Podemos seguir los pasos de las protagonistas gracias a las sutiles descripciones de la autora, que, sin resultar excesivas, nos llevan en todo momento a imaginar cuanto rodea a los personajes, su forma de vida, sus hogares, sus pueblos y ciudades.

Si tuviese que ponerle un pero a la novela sería lo rápido que se presentan los sucesos y vidas de las nietas de Lina. Después de lo mucho que se extiende la autora para contar la vida de la abuela y la madre, parece un poco apresurada la forma de terminar el libro, me hubiese gustado saber más de ellas.

Resumiendo, es una novela podríamos decir incluso costumbrista, que nos atrapará desde el principio, haciéndonos partícipes de las vidas de un linaje de mujeres a las que la vida no trata especialmente bien y a las que nos dará pena dejar atrás.

Elena Martínez Blanco