El cementerio de Praga

Opinión:

El autor es Umberto Eco...

Con esta frase de cinco palabras podría resumirse mi opinión sobre "El cementerio de Praga". Sí, el autor es el genial e incomparable escritor italiano Umberto Eco, el de "El nombre de la rosa", que siendo un libro de cabecera vendió como si fuera un bestseller. Algo que el señor Eco quería dejar bien claro allá por los años ochenta: que era posible escribir literatura de calidad y vender como... bueno, como la que "vende mucho".

Sin embargo, Umberto también es el autor de "Baudolino", de "El péndulo de Foucault" y de "La isla del día después"... y ahí lo dejé (estábamos a mediados de los noventa). Me refiero a que dejé de leerle porque ya no disfrutaba lo mismo que con su archiconocido "El nombre de la rosa".

¿Y por qué ya no era lo mismo? En "El nombre de la rosa" se encontraba latente esa oscuridad que, a mi juicio, empañaría sus siguientes obras y sería la culpable de que decidiera no volver a leerle. He vuelto a darle otra oportunidad con "El cementerio de Praga" para... desilusionarme.

No quiero con esto decir que Umberto Eco se haya estropeado como escritor. No, ni mucho menos. Es, simplemente, que ya no conecta con una parte de los lectores que consiguió gracias a su primera novela.

Y todo ello porque él no es básica, ni principalmente, novelista, no, él es un lingüista de renombre en su país de origen, además de un filósofo: lo de escribir novelas vino después.

"El cementerio de Praga" es una obra difícil que comienza con un narrador cubierto de velos y nieblas que nos habla del que parece que será el personaje central (a veces he creído que sería el único): el capitán Simonini. La trama se complica cuando el supuesto "espía" del capitán inicia un larguísima digresión de lo que hace y ve el personaje. Califico como larguísima la digresión porque se extiende más allá de la página cien.

Y el problema estalla enseguida, si no te interesa lo que cuenta, se acabó, porque no hay acción. Toda la atención focalizada en el capitán Simonini, un personaje que no me ha parecido muy atractivo, termina por resultar demasiado pesada.

Sin embargo, no cabe duda de que estamos hablando de Eco, de Umberto Eco, sí, el de "El nombre de la rosa"... pero parece que en el transcurso de estos últimos treinta años le han cambiado.

Asistimos a una prosa espectacular y un estilo impecable... y a todo lo que ha hecho de él el autor que es y, no obstante, y a pesar de concederle el beneficio de la duda y leer su última novela, considero que se ha desvinculado de la realidad, de lo que el lector quiere, de sus gustos...

Creo que, independientemente de tu nombre y del "renombre" que te has hecho en un sector, no puedes hacer lo que quieras, que hay unas normas que cumplir, seas quien seas. O eso, o es que "El cementerio de Praga" es un libro que ha llegado demasiado pronto para lo que, a fecha de hoy, yo le pido a la buena literatura.

Gemma Nieto