el café de crossroads

Opinión:

El culto a la belleza nunca ha estado tan presente en la sociedad como en nuestros días. Mujeres hermosas ocupan las portadas de las revistas y protagonizan películas de toda índole y, cuando esa belleza comienza a ajarse desaparecen sin que, en muchos casos, se vuelva a saber de ellas. La protagonista de esta novela, una de las mujeres más guapas del mundo, sufre un accidente que la deja desfigurada. Su paso al ostracismo no está marcado por el paso del tiempo sino por una tragedia, lo que resulta mucho más duro.
 
Esta novela explora la esclavitud a la que viven sometidas este tipo de mujeres, a base de dietas, ejercicios y muchas privaciones. Y explora aún en mayor profundidad la caída que supone para una diva descubrir que es un monstruo. Primero el aceptarse a sí misma, un proceso largo y doloroso, y luego la aceptación de los demás. La belleza pasa entonces a un segundo plano y entran en liza otras virtudes que van ganando terreno y que terminan por anteponerse.
 
El café de Crossroads es un viaje por los aspectos de la lucha de esa mujer, pero también de la lucha del protagonista masculino, cuya familia pereció en el atentado del 11-S. Dos tragedias brutales que la autora ha sabido plasmar con bastante acierto, y aunque en algunos momentos hay un exceso de dramatismo y en otros de sensiblería, lo cierto es que la novela se lee con agrado, porque algunos personajes son entrañables y la trama posee el suficiente atractivo como para mantener al lector pegado a sus páginas.
 
Y no hablemos del entorno, que Deborah Smith parece conocer bien: Carolina del Norte, con sus costumbres, sus gentes, y ese restaurante, el Café de Crossroads, en torno al que se desarrollan las historias de los protagonistas, sin duda otro personaje más de la novela. Al final incluso la autora ha incluido algunas recetas del Sur de los Estados Unidos para aquellos que quieran practicar y probar esos manjares que aparecen a lo largo de toda el libro.

Pilar Alonso