Educar en la mentira

Opinión:

El recorrido por la historia de España y cómo se presenta, reinventada de una manera totalmente artificial, en los libros de texto de estas dos comunidades en concreto, Cataluña y País Vasco, es demoledor. Que tampoco es que en otras comunidades no se caiga en interpretaciones muy particulares de los hechos constatables, pero en estos dos casos es donde alcanza los mayores despropósitos.

Y lo que se contempla, una y otra vez, muy preocupante. Eso sí, admito que en el segundo caso tengo pocos elementos de juicio; no así en el primero, del que yo mismo he vivido directamente las tergiversaciones que han ido apareciendo con los años.

Hay momentos en que tenía la sensación de que esos libros contenían la historia de países lejanos, tal era la desviación mostrada. Si me lo tomaba con calma, veía que todo lo que se exponía allí era mera propaganda política al servicio de un ideario para el que lo único importante es que todo quede escrito de acuerdo a sus propósitos.

Y lo peor es que ya son muchos años haciendo lo mismo, lo que se puede comprobar con un vistazo a la extensísima bibliografía de los libros de texto consultados, viendo en qué año fueron editados. Una lista que se acerca a 500 en el caso de Cataluña y supera algo los 200 en el del País vasco. Un detalle que manifiesta Pedro Antonio Heras en un párrafo de la introducción es que la traducción de los textos en catalán ha sido propia del autor y que los textos en lengua vasca han sido traducidas por personas que no son mencionadas por miedo a represalias

El resultado de "Educar en la mentira" es una labor ingente, rigurosa y que documenta una enorme cantidad de modificaciones sobre lo que realmente ocurrió. No se trata simplemente de interpretaciones personales en temas poco conocidos, sino que directamente se introducen conceptos y comentarios que presentan una historia espuria, con la clara intención de que sustituya en el imaginario colectivo a la verdadera.

Selin