Draco. La sombra del emperador

Opinión:

La figura de Flavio Claudio Juliano, último rey pagano, convive entre arrianos y cristianos en una libertad de culto prohibida por su primo Constancio, más próximo a las nuevas corrientes cristianas. El apoyo a tan distintas religiones será determinante para un futuro que ya está escrito por los dioses.

Ante tal convencimiento por parte de Juliano, su existencia es sólo cuestión de tiempo; en una ocasión, siendo niño, escuchó como asesinaban a su familia y ahora él se encuentra preparado para el sacrificio. Sabe que ni la sombra de su Draco, Víctor, podrá frenar el destino.

Ambos personajes manejan el centro de una trama que nos sitúa en el marco histórico del siglo I. Juliano lucha para la expansión de la Galia, con los bárbaros acechando por el norte y con sus generales combatiendo internamente y proclamándose emperadores. Víctor, se debate entre la traición que le han propuesto y el servicio fiel al nuevo césar, al tiempo que sueña con pasar los días con la joven Murrula.

La lectura se va volviendo más épica cuando Juliano, harto de los avances enemigos y de la ineficacia de sus generales, decide ponerse al frente de las legiones y avanzar. En su despliegue va uniendo diferentes destacamentos que le aclaman como césar; hecho en el que el autor hace mucho hincapié a lo largo de la novela.

Otro de los personajes enigmáticos de la novela es el griego Filopatros, que se convertirá en sombra de Juliano y Víctor, y que desempeñará un papel que sólo descubriremos al final. Como compañero de aventuras de Víctor, estará presente en cada uno de sus movimientos, tanto los militares y los que constituyen la traición encomendada, como los sentimentales.

La amplia documentación histórica con la que están narrados los hechos conforma una biografía muy completa del emperador Juliano el Apóstata, desde su infancia hasta su muerte. Salvo los personajes de ficción de Víctor, Filopatros y Murrula, el resto son reales y formaron parte del fin de la dinastía constantiniana.

Posiblemente una de las mejores novelas que tienen a Roma y a Antioquía como escenarios, siendo éste el lugar donde llevo a la práctica todos los ideales que había estudiado a lo largo de su vida. Pero es el protagonismo de Víctor, su lealtad y su eficacia como sombra del emperador, lo que le da a sus páginas el equilibrio justo de intriga entre las distintas conspiraciones con las que tiene que mediar en una complicada red de espías tejida por el emperador Constancio.

La narrativa que encontraréis en esta novela la hace asequible para acercaros a la novela histórica y también para los que tienen a Roma entre sus géneros preferidos, donde no faltan batallas, traiciones y aventuras, y un ritmo acorde con los acontecimientos.

Porlomenix