De Madrid al Zielo 3. Resistencia. Saga De Madrid al Zielo

Opinión:

Al principio pensé que ese centro comercial donde está ubicada la tercera parte de la saga, La Gavia, era invención del autor. Por el significado de jaula que tenía para mí la palabra por la equivalencia fonética en catalán y porque lo cierto es que los personajes están encerrados, por más que llegue a ser de manera voluntaria y para protegerse del caos exterior y sus infectados y letales habitantes. Pero realmente existe, lo he comprobado, y es allí donde Alfonso Zamora sitúa la mayor parte de la acción.

El ritmo frenético del principio va dejando paso a las complicadas relaciones entre los supervivientes, ya que sus diferentes opiniones sobre la administración de los recursos serán fuente de conflictos, además del hilo conductor de la trama.

¿En qué lugar se pondría cada persona? Entre compartir lo que hay entre todos, junto con la buena acogida a otros supervivientes llegados al mismo lugar, y el acaparamiento por parte de los más fuertes y violentos, hay una gradación de diferentes opciones, entre las que solamente el tiempo permitirá dilucidar si se ha escogido bien o se ha condenado al grupo. O ni así, que siempre puede aparecer un factor nuevo que rompa los esquemas.

La trama se desarrolla en varios períodos de tiempo, marcados al principio de algunos capítulos. Así al principio es la desbandada general por la explosión de la plaga y el buscar cualquier refugio, para pasar tres días después al asentamiento de los pequeños grupos que se han formado en los reductos que han quedado aislados y a salvo de lo que ocurre fuera y alrededor, pero con sus propios conflictos tanto o más peligrosos. Luego hay un lapso de seis meses vacío, que tal vez sea excesivo, que es lo que a mí me ha parecido, y entonces llega un desenlace por todo lo alto a una historia que atrapa en su lectura desde el principio.

"De Madrid al Zielo 3. Resistencia" es una muy buena novela, con una ambientación tan cercana como bien conseguida y donde los peligros de los zombis llegan a quedar eclipsados por los casi más peligrosos propios supervivientes.

Selin