Donde siempre es otoño

Opinión:

Nadie puede negar que, actualmente, la novela romántica está viviendo un auténtico "boom" en nuestro país. Las publicaciones de historias y novelas se multiplican en el mercado. Autoras como Megan Maxwell, Olivia Ardey, Ana Iturgaiz, Regina Román o Mar Carrión gozan no solo del respaldo de este mercado editorial sino, lo que es más importante, del del público que literalmente " devora" cada novela que sale al mercado. Ángeles Ibirika  pertenece, también, a este club por así llamarlo. Una autora que conocía de las Redes Sociales pero de la que nunca hasta ahora había leído nada y, hacerlo con "Donde siempre es otoño", no ha podido ser el mejor debut.

Esta novela fue la tercera que publicó la autora vasca. Dicha publicación corrió a manos de la editorial Planeta que la editó en 2012 dentro de su colección Booket. Una edición que llama la atención por lo cuidada que está. A destacar en ella la imagen de la cubierta y el tamaño de la caja de escritura que no solo facilita la lectura sino que la hace muy cómoda. Los títulos en cursiva, además, le dan un aire de elegancia que la mejora. Pero, "Donde siempre es otoño" no es solo una novela con una imagen bonita, no. Toda la belleza que podemos apreciar en el exterior se multiplica con creces en el interior. La novela es buenísima.

Me ha sorprendido muchísimo el estilo narrativo de Ángeles Ibirika, es una escritora que gusta de la descripción cuidando hasta el más mínimo de los detalles. Descripción que lejos de cansar o traer consigo una lectura pesada provoca todo lo contrario: leer las palabras de esta autora es un auténtico bálsamo. Destaca el mimo y el cuidado que pone en cada una de ellas. Leyéndola no es difícil para el lector perderse con Ian y con Elizabeth por ese lago de Cristal Lake, sentir el otoño en Nueva York o Baltimore. Es un estilo muy poético, bello, en el que se aprecia también una admiración por la naturaleza. Transmite muchas sensaciones. La pluma de Ángeles Ibirika desde el primer momento denota que sabe escribir y comunicar.

También es un estilo muy cinematográfico. Leyéndola no puedes evitar relacionarla con series de televisión como "Revenge". No es una crítica negativa sino todo lo contrario. Personalmente me ha gustado esta conexión porque la engrandece.

"Donde siempre es otoño" es una novela romántica pero con matices. Es verdad que hay una bella y apasionada historia de amor en ella pero no todo el argumento gira en torno a ello. Junto a la pasión o al amor, hay también un escándalo de corrupción, intrigas, misterios que hacen que esta novela pueda ser leída por un público lector más heterogéneo no solo por quienes gusten de las novelas románticas. Desarrollar la historia que viven Ian y Elizabeth con la carrera a la Casa Blanca ha sido todo un acierto. Ángeles Ibirika es española pero la labor de documentación que ha llevado a cabo ha sido tan buena que "Donde siempre es otoño" da la sensación de que ha sido escrita por una autora estadounidense.

Otro punto o aspecto que destaca es que el protagonismo no se ciñe a la mujer sino que es el hombre quien sufre, busca y lucha por el amor. Dar este protagonismo al hombre, poner en su piel lo que sufren o sienten muchas protagonistas en la mayoría de las novelas románticas no solo le da una originalidad a "Donde siempre es otoño", sino que da mucho más juego. Tratar el amor desde el punto de vista masculino ha sido un gran acierto y una de las cosas que más me han gustado de esta novela.

Un personaje como el de Ian va poco a poco ganándose al lector. Está muy bien construido, como el resto, con una personalidad bastante especial. Es un personaje que va madurando conforme avance la novela y cuya lucha interna cautiva al lector. Junto a él, Elizabeth. Ella también tiene una personalidad bastante peculiar. El enfrentamiento con Ian es de los que impactan. Ambos son la pareja protagonista pero, como ocurre con otros muchos escritores, los personajes secundarios no solo están bien trazados sino que, en cierto modo, comparten protagonismo con los principales. Personajes secundarios como Audrey, Stephen, Edgar o Kate que marcarán e influirán en el desarrollo de la historia protagonizada por Ian y Elizabeth.

Ángeles Ibirika es muy buena creando personajes. Todos ellos, ya sean protagonistas como secundarios, saben como captar la atención del lector y marcar el desarrollo de la historia; en la cuál no falta el ritmo y la acción. Su lectura es rápida debida, en parte, a la duración de los capítulos. Estos son cortos pero intensos al mismo tiempo sobre todo conforme va acercándose el final.

"Donde siempre es otoño" es, por lo tanto, de esas lecturas que no deben dejarse escapar. Ángeles Ibirika es una novelista nata que a mí personalmente no solo me ha fascinado sino, al mismo tiempo, impactado. 

Ysabel M.