Cuna de gato

Opinión:

Rafael Ruiz Pleguezuelos

Leer a Vonnegut siempre merece la pena, de modo que hay que agradecer a Blackie Books el empeño de volver a poner en circulación su legado, y encima en ediciones tan cuidadas y atractivas. El libro ya es un goce sensorial, en su edición en tapa dura, el colorido entre sesentero y psicodélico -tan apropiado para el autor y su época-, la atención al más mínimo detalle para que quede un volumen muy atractivo.

Si ya nos habían entregado la joya del autor norteamericano "Matadero cinco" y la extravagante -hasta para este autor- "Desayuno de campeones", ahora es el turno de "Cuna de gato", uno de sus textos más memorables, injustamente orillados por el éxito arrollador de ese clásico moderno que es Matadero cinco.

Publicada en 1963, la novela corresponde a las grandes obsesiones del autor de una manera tan imaginativa como brillante, tan lúcida como extravagante. Por la narración vuelve a aparecer el peligro de un apocalipsis provocado por la acción humana; el horror de la ambición desmedida y los riesgos que corremos cuando la ciencia se pone al servicio del poder. El gran tema de todo Vonnegut es la deshumanización sufrida por un mundo en el que las relaciones sociales no son tan importantes como la política o la economía.

La trama se centra en la investigación que un narrador llamado Jonás, cargado de responsabilidad y dolor, realiza del doctor Felix Hoenikker, uno de los padres de la bomba atómica. Como pueden imaginarse, el trayecto de descubrimiento está jalonado por encuentros surrealistas y conversaciones entre profundas y disparatadas que son la esencia de cualquier texto de Vonnegut: así está la prostituta-filósofa, el vendedor de lápidas, una secretaria introspectiva, la mujer más bella del Caribe o el gurú de una religión rotundamente distinta. Completa la galería de excentricidades memorables el concepto de "Hielo nueve", un arma capaz de congelar cualquier superficie sobre la que se aplique creando unas reacciones en cadena que pueden acabar con un mundo que pide a gritos un nuevo orden.

Recomendación máxima para quienes disfrutan de literatura psicodélica y de ciencia ficción especulativa no en su versión thriller sino en la más pensante y filosófica. Humor inteligente y especial, exclusivo de un talento como el de este Vonnegut que se nos marchó en 2007. Historias de pacifismo y pensamiento por el bien de la humanidad, de un autor magnífico y siempre interesante, que supo ocultar bien bajo el manto de la extravagancia y el humor  un mensaje terrible: el de cómo nuestra ambición pone en riesgo cada día nuestra supervivencia en la Tierra. Mención especial además a las ilustraciones de María Medem y la traducción sobresaliente de Miguel Temprano García.

Rafael Ruiz Pleguezuelos

Wineruda

Un escritor sin grandes pretensiones encuentra el tema para un libro, tan bueno o tan malo como cualquier otro; ¿qué hacías el día exacto que fue lanzada la bomba atómica de Hiroshima? Para empezar, entrevistará al padre de la bomba atómica, el profesor Hoenikker. A pesar de que dicho científico ha muerto, en sus investigaciones por el centro de investigación encontrará el último invento del profesor: el hielo-nueve, un producto que transforma lo líquido en sólido para que los marines no se manchen sus uniformes cuando se arrastren al invadir esos países de tres al cuarto que tanto necesita invadir dicho cuerpo...

El escritor más corrosivo, más irónico, más certero al apuntar sus balas de ácido sulfúrico contra toda la sociedad y política actual, en especial la de su país Estados Unidos de América. Es probablemente el más ameno e inteligente escritor de la que se podría llamar "alta literatura" que haya leído. Él quiere contar cosas y las cuenta usando el método más directo que encuentra: sea ciencia ficción sea la parábola sea...

Este libro es una gran ironía sobre el mundo a mediados de los 60, pero podría ser traspasado tranquilamente a la época actual donde la locura armamentística, el avance científico sin control al servicio de los ejércitos, el desprecio absoluto por la naturaleza y por el hombre es lo primordial en las relaciones internacionales, en especial entre las superpotencias (EEUU) y los demás países, así el mundo deriva a un final insólito, lleno de profunda desesperanza y amarga ironía de un escritor que es grande entre los grandes.

Wineruda