Crímenes del futuro

Opinión:

Julia es hija de labradores y vive tranquila en el campo, ajena a los problemas políticos y sociales que sacuden a la gran ciudad. Durante la infancia, destaca en la escuela por sus altas notas y por el interés que manifiesta en la lectura y en el aprendizaje; por ello, el maestro la recomienda para una beca que la lleve a estudiar a la ciudad. Ella aceptará, pensando en convertirse en abogada para ayudar a sus padres ante el cacique del pueblo. En la ciudad, Julia conocerá a César, un joven revolucionario que forma parte del grupo de insurrectos que se autodenominan 'Decapitados'. La guerra civil que se prepara contra el estado opresor es inevitable.

Margarita, por su parte, es una bella modelo que viaja a una isla desierta junto a su fotógrafo y novio, Héctor, para preparar un reportaje. Lo que en principio debía durar una sola semana se alargará con la llegada de la guerra, y la pareja deberá aprender a sobrevivir en condiciones salvajes hasta el nivel de declararse la guerra el uno al otro.

Pálida, la protagonista de la última historia, era una niña ciega que colaboraba con los insurrectos cuando Julia conoció a César. Con el paso del tiempo, el mundo la olvida en una cárcel y así habría seguido si no hubiera sido por un proyecto científico que se propone devolverle la vista y reinserirla en sociedad.

"Crímenes del futuro" es una novela formada por tres historias -tres mujeres-, cada una de las cuales representa un momento de la historia distópica de España: antes, durante y después de la guerra. Es decir, causas, conflicto y consecuencias. Se trata, evidentemente, de la estructura típica y tópica de la literatura convencional, pero trabajada de manera que pierde su construcción estructural para ser simplemente una guía temporal en el caos existencial que representa toda distopía. Son tres tiempos (con sus consecuentes espacios) que vienen a enfatizar la sólida diferencia entre civilización y barbarie, orden y desorden, bienestar y revolución; los dos polos entre los que oscila toda sociedad en guerra.

En esta obra, Juan Soto Ivars aplica su aguda capacidad para leer políticamente el presente -que manifiesta constantemente en sus artículos periodísticos-, de manera que diseña una distopía que es al mismo tiempo pasado y futuro de nuestra España. Es futuro por razones evidentes, pero es pasado por las mismas, porque uno recuerda esas historias sobre la Guerra Civil, que ahora queda tan lejana, y no le parecen diferentes de las que aquí se exponen. Los males que Soto Ivars diagnostica a la España presente son los mismos males que hubo hace un siglo y que, muy posiblemente, seguirán aquí dentro de cien años. Precisamente por esto la lectura de "Crímenes del futuro" es tan enriquecedora: una narración futurista que critica al presente y recrea el pasado.

Con un estilo hipnótico -al que, siendo realistas, no le faltan errores de redacción en algunos momentos-, Juan Soto Ivars ha escrito la gran distopía española del nuevo siglo. Una obra de referencia.

Darío Luque