Conquistar el cielo

Opinión:

La respuesta a la pregunta acerca de si Paolo Giordano (Turín, 1982) será capaz de repetir alguna vez el éxito de "La soledad de los números primos" puede ser este "Conquistar el cielo", narración interesante y con muchos temas de fondo en la que vuelve a adentrarse en el terreno de la juventud y sus difíciles caminos. Giordano ha creado en Teresa un personaje ambiguo que tiene mucho que desgranar, en la vida de esta chica que se enamora de un activista de la ecología más radical, y que además es un tipo retorcido de dudoso pasado y presente. Se trata de un personaje que no comunica al lector sus inquietudes, pero en cambio le hace partícipe por acción e inacción de una cadena de fracasos y decisiones erróneas que tienen a ese Bern, a quien Teresa idolatra, como centro del desastre. Giordano ha sido inteligente en la creación de este personaje femenino enigmático que tiene muchos problemas para saber qué quiere y realizar las elecciones adecuadas en su vida. Lo verdaderamente atractivo de la historia es que ofrece múltiples interpretaciones, dependiendo de que al lector le horrorice o atraiga ese terrorismo ecologista al que los jóvenes dedican su vida.

La novela se desarrolla en una pequeña hacienda en Speziale, un pueblo del sur de Italia, en la región de Apulia. "Conquistar el cielo" puede ser una historia de terror desde el punto de los padres de Teresa, que pierden de la noche a la mañana a su hija, seducida por la vida alternativa de esta célula activista, o una indagación acerca de cómo cada decisión puede llevarte al cielo o el infierno. También puede interpretarse como una llamada a la ecología más vehemente y rompedora, y una exploración profunda sobre el dolor al que lleva el amor equivocado. La religión ocupa un lugar igualmente ambiguo a lo largo de la narración, ya que algunos de los personajes que rodean a Teresa albergan un acercamiento fanático al hecho religioso que uno no sabe muy bien cómo interpretar en el conjunto de la novela.

El estilo de Giordano es bueno, funcional más que bello, aunque también se puede encontrar algún pasaje especialmente inspirado. "Conquistar el cielo" es en definitiva una novela que no va a desilusionar, bien construida y sólida, que probablemente no repita el éxito de su debut, ese bestseller llamado "La soledad de los números primos" con el que se dio a conocer, pero que tampoco defrauda.

No sé las razones que habrán llevado a la editorial Salamandra a modificar el título, pero el original "Divorare il cielo" ("Devorar el cielo") me parece más expresivo y salvaje que el neutro "Conquistar el cielo" con el que lo han nombrado en su edición en español.

Rafael Ruiz Pleguezuelos