Cáscara de nuez

Opinión:

Un hombre y una mujer planean el asesinato de un tercero por codicia. Este es el argumento, trillado y usado hasta la extenuación en el que Ian McEwan basa su última novela. Un argumento en apariencia sencilla del que, sin embargo, el autor inglés sabe extraer petróleo gracias a la invención de un narrador insólito: el feto que crece dentro de ella. Gracias a él conoceremos el paso a paso de la planificación, la ejecución y la resolución de un crimen por otro lado carente casi de interés.

"Cáscara de nuez" no es una novela negra al uso. Conocemos desde el primer momento a los asesinos y tenemos una imagen bastante aproximada de la víctima, y la investigación ocupa solo unas pocas páginas al final de la novela. Pero nada de eso importa para mantenernos enganchados. Es la voz del narrador la que se impone como una genialidad que nos obliga a volver página tras página. Porque, ¿cuántos fetos conocemos interesados en las noticias, que adoren los podcasts (de lo que sea), que sepan reconocer cosechas de vinos y que sean capaces de formularse preguntas sobre el futuro de la humanidad y el suyo propio? ¿Cuántos, divididos entre el amor a una madre que no conocen aún, el deseo de convivir con su padre y el desprecio profundo por un tío al que adivinan insignificante?

Con su humor característico, McEwan compone un retablo de personajes que, sin saberlo, giran en torno a un no nacido que espera su turno en la vida. Que se rebela ante la injusticia de ser cómplice de un asesinato, obligado a elegir entre sus dos progenitores, entre su derecho a la vida y la libertad y el amor de su madre. Y lo logra con un lenguaje en ocasiones sencillo, en ocasiones ampuloso que, sin embargo, otorga una entidad real, y creíble, a ese feto que ve el mundo a través del cordón umbilical y de las paredes translúcidas de la placenta. Una visión casi pura y esperanzada que, dentro de su cáscara de nuez, goza de cierta autonomía de pensamiento y acción. Y que poco a poco va descubriendo un mundo, y unos personajes, que no son siempre como él había imaginado.

Una novela en apariencia sencilla convertida en muestra del genio del británico desde la primera página, cuando este narrador insólito se presenta y te atrapa junto a él.

María Martín