Cada día cuenta

Opinión:

"Cada día cuenta" es una novela impecable, adictiva, intimista, muy cercana, de lenguaje asequible y lectura fácil. 

Yauci Manuel Fernández  nos atrapa de inmediato con un protagonista que escribe en primera persona, se dirige a los lectores como si hablara con nosotros, nos hace partícipes de sus sentimientos y explica sin tapujos lo que siente. Se empatiza de inmediato con Marc porque es un hombre muy reconocible, tanto que podemos vernos reflejados en su persona, conocemos gentes parecidas o, simplemente, imaginamos sin dificultad una historia que es perfectamente actual.

Los diálogos son coloquiales y los personajes están muy logrados, poseen un carisma creíble y resultan cercanos.

Marc protagoniza una historia vital muy interesante, que despierta muchas emociones por sí misma pero se agudiza al estar narrada por él. Compartimos sus dudas, los reproches que se hace, la búsqueda de un sentido nuevo que dar a la vida, el descubrimiento de lugares diferentes y formas distintas de entender la existencia, la mezcla de miedo e ilusión a comenzar desde cero...  Pero también sentimos inmensas y contrarias inquietudes cuando, de repente, circunstancias especiales lo ponen a prueba, lo devora la impotencia y todo, absolutamente todo, carece de importancia ante el panorama que tiene delante (un hecho terrible que no voy a desvelar, tendréis que leer la historia, ja, ja...).

Ben, el hemano mayor de Marc y abogado de profesión, es el compañero-amigo-hermano que nos gustaría tener a todos. Encarna el papel de hilo conductor, el apoyo que siempre está ahí, el que tira del protagonista para sacarlo de la depresión, se hace cargo de venderle el piso, le libra del papeleo... De alguna forma, Ben es el "sentido común", el que sabe manejar las situaciones y está disponible cuando se le necesita.

Natalia, la ex de Marc, tiene un peso más secundario en la historia, pero no así la pequeña Anabel, que demuestra ser una jovencita encantadora y muy madura a sus nueve años.

Y Amanda, una mujer sueca mucho más joven que Marc, pone título al libro: "Cada día cuenta", porque es ella la que infunde en el hombre esa idea de que el pasado no podemos cambiarlo, ignoramos qué nos aguarda al día siguiente y solo tenemos claro el "hoy", motivo por el cual es importantísimo vivirlo como si no existiera un mañana.

La vida del protagonista recibe algunos mazazos importantes, y en medio de ellos el autor no olvida apuntar cómo el dinero (o la ausencia de él) puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, la esperanza o la falta de ella.

En definitiva, "Cada día cuenta" es una obra interesante, muy profunda pero perfectamente asequible, actual, distraída, emocionante... No nos deja indiferentes, en absoluto, y nos atrapa sin necesidad de una intriga que, no obstante, la hay, porque no falta por ahí alguna ocultación importante...

No me cabe la más mínima duda de que el joven Yauci Manuel Fernández ha entrado en el terreno literario pisando fuerte. Esta es su tercera novela y le auguro un futuro destacable. Recomiendo la lectura de este libro sin dudarlo.

Pilar López Bernués