auto de fe

Opinión:

Auto de fe es la única novela en la dilatada trayectoria como escritor del premio Nobel Elias Canetti y quizá sólo por este hecho ya valga la pena prestarle atención especial.
 
El plan original de Canetti era escribir un ciclo narrativo compuesto por ocho novelas relacionadas entre sí, cada una de las cuales tendría como protagonista a un personaje aislado en los páramos de la sinrazón, atrapado en las redes del lenguaje que, paradójicamente, lo mantiene alienado en vez de unido al resto de sus congéneres. Este ciclo de ocho novelas iba a ser una especie de «Comedia humana de la locura» que, de haberse materializado, no tendría nada que envidiarle a El hombre sin atributos de Musil.
 
Sin embargo, y por razones no del todo claras, la única novela que Canetti escribió fue esta, y en ella, afortunadamente, se encuentran las claves e ideas germinales de ese proyecto titánico.
 
En Auto de fe  Canetti nos presenta a Peter Kien, un hombre-libro presa de un intelectualismo rígido y dogmático que acaba entrando de lleno en un mundo tan desintegrado como su espíritu. 
 
Auto de fe es una novela ardua que requiere de cierto atletismo por parte del lector. Y no porque esté escrita con una prosa hermética o barroca, o porque utilice técnicas narrativas de especial dificultad como el monólogo interior de Joyce y Woolf, o porque los personajes se devanen en disquisiciones filosóficas difíciles de seguir. No. La dificultad de Auto de fe estriba en su estructura desintegrada, compuesta por episodios totalmente comprensibles pero que yuxtapuestos generan una sensación de extrañeza total.
 
Los amigos del propio Canetti calificaron a la novela de «insoportable». Y lo es: insoportable en el sentido de que no queda un resquicio para la esperanza humana; insoportable porque la materia que conforma nuestro pensamiento, el lenguaje, es al mismo tiempo la jaula en la que languidecemos hasta morir. 
 
Héctor Pascual