Antonia

Opinión:

Nieves Concostrina es una periodista que lleva ejerciendo como tal desde hace más de treinta años. Es importante resaltarlo porque en "Antonia" el lector tiene la sensación de estar leyendo un documento de archivo más que inmergirse en una historia que atrape o que presente algún problema que cree tensión. Desde la primera página se informa y se enmarca la ciudad de Madrid y los personajes de la novela, todos ellos habitando en susodicha ciudad. Los personajes son bastante planos y no acaban de enganchar con el lector, ya que el texto en sí es muy informativo, además de que sigue una historia lineal y con pocos acontecimientos concretos que sirvan para que el lector lo sienta en sus carnes. En este tipo de novelas históricas no sólo es importante ambientar y situar al lector, sino que también, como ingrediente indispensable de la ficción, ofrezca un mundo al lector por el que deambular. Quizá para lectores que vivieron esa época sea más vívido al tenerlo fresco en la mente, pero para algunos que no lo vivieron (como un servidor), la novela se presenta un tanto fría y difícil de imaginar y de percibir, en especial cuando se trata de dolor y sufrimiento. Lo que no significa que no haya sentimientos. Los hay, a raudales, pero parece faltar ese nexo de unión entre lector y obra que dota a una novela de especial.

Puede ser que la autora no buscase ese nexo de unión y quisiese centrarse más en los aspectos característicos de la época, en especial el trapicheo, las mentiras y los ingenios. Dotada de sorna y sentido del humor, pincela un momento tan dramático en el recuerdo español con tono hilarante y desenfadado (a destacar la escena de las patatas y de la bolsa, que Inocencio presencia). Aquí y allá se desarrollan anécdotas, situaciones, momentos que bien podrían haber sido narrados con pesar y melancolía. Nieves, en repetidas ocasiones, aligera el dolor, si bien el dolor es siempre presente y en muchos momentos el lector llega a apiadarse de Antonia. En los pocos párrafos donde se describen momentos concretos destaca el humor, hasta el punto de arrancar una sonrisa o una leve carcajada. De hecho, es una práctica habitual en ella el hecho de presentar con humor sus obras. Si bien "Antonia" es su primera novela, con anterioridad ya había publicado obras no ficticias como Polvo eres o Menudas historias de la Historia, cargadas ambas de anécdotas humorosas de grandes personajes de la Historia o de ciertos grandes momentos históricos. A lo mejor el humor aquí en "Antonia" se podría haber empleado para caracterizar la novela de puro humor.

No obstante todo esto, resulta ligera a la hora de leerla. En prácticamente ningún momento se hace pesada, gracias a que hay cierto dinamismo narrativo en la historia y no se dedican muchos párrafos en describir una escena. Existe un gran realismo informativo sobre la realidad de aquella época, con incluso el empleo de fotografía en blanco y negro para que el lector se figure a una Antonia en carne y hueso (la novela mezcla personajes que realmente existieron con personajes que no), aunque hay que matizar que en la edición cometieron un error: en una de las fotografías se ve a Antonia de pequeña con sus padres en Valencia y alrededor de la página doscientos veinte se especifica que Antonia no pisó una playa hasta ya siendo madre de una hija pequeña.    

Sin duda alguna, el lector aprenderá muchas cosas sobre esa época. 

Cristià Serrano