algo supuestamente divertido que nunca volvere a hacer. ensayos y opiniones

Opinión:

En el PV9, un relato de un muy querido forero me recordó enormemente la obra de David Foster Wallace, y para que no se quede la nota culta enterrada entre toneladas de otros mensajes del foro (y que encima folosoft funciona un día sí y tres no), os comento de qué va la obra del nuevo niño terrible de las letras USA.

Los Estados Unidos son un gigantesco país de 250 millones de personas, y lógicamente hay sitio para todos. No todo el mundo hace cola toda la noche a la puerta de un multicine para ver la última de la saga de las galaxias, y no todo el mundo devora comida basura compulsivamente. Bueno, quizá cien millones de personas lo hagan a diario, pero siempre queda una enorme minoría que incluso va a la universidad a estudiar y no a jugar al baloncesto; gente que escribe ensayos, escucha ópera, etc.

David Foster Wallace es uno de los representantes más conspicuos de esta minoría cultísima, de corte europeo, pero con el toque USA que, eso sí, le hace parecer un marciano a los ojos de la intelectualidad europea. Ese toque es la amenidad.

En esta colección de ensayos periodísticos se tocan bastantes temas, desde el tenis como "paradigma de ciertas ideas sobre el libre albedrío, la libertad, las limitaciones, el gozo, el esperpento y la realización humana" (es el título del ensayo, no una paja mental mía), a los cruceros para jubilados (cuyo título da nombre al libro publicado en España) en los que no se deja un minuto libre a los pobres pasajeros para tener la oportunidad de aburrirse un poquito, ya que la agencia de viajes opina que si han pagado una millonada por subirse a un transatlántico, el minuto de aburrimiento les iba a salir más caro que un kilo de caviar iraní.

De entre todos los ensayos, entre los que hay también alguno bien plasta (aunque es el más corto, menos mal) yo destacaría "Dejar de estar bastante alejado de todo", en el que se describe la Feria Estatal de Ganado del Estado de Illinois. En ella, DFW (con las iniciales acabo antes) se dedica a observar con lupa de entomólogo a sus conciudadanos y a vivir con ellos "Experiencias Próximas A La Muerte" (o sea, subirse a una montaña rusa), como si Kafka fuese a hacer una visita a la familia Simpson.

Aunque a veces la lectura del libro se haga algo difícil, por la excesiva atención al detalle de su autor, las notas al pie kilométricas, y una cierta autocomplacencia (a veces se puede ver a DFW delante de su ordenador diciendo en voz alta "pero qué listo y que original soy"), su lectura me procuró muchos momentos de reflexión sobre el mundo en el que vivimos (o sea, la vida en un pequeño planeta de la galaxia USA), y una buena dosis de carcajadas.
... Es posible que llegues a odiar a DFW, pero merece la pena arriesgarse.