afvz. agencia federal de vampiros y zombis
Título: afvz. agencia federal de vampiros y zombis
Título Original: (afvz, 2011)
Autores: David Hine, Roy Allan Martinez, Wayne Nichols
Editorial:
Dolmen
Copyright: © David Hine & Roy Allan Martinez, 2011
© T. Dolmen Editorial, 2011
Traducción de Ángel Mirou
1ª Edición, Agosto 2011
ISBN: 9788415201540
Etiquetas:
acción
horror
miedo
novela gráfica
terror
vampiros
zombis
Argumento:
El doctor Hugo Pecos ha criado a sus nietos en el desierto adoctrinándoles en la necesidad de luchar contra inexistentes zombis y vampiros, pero hasta que la AFVZ (Agencia Federal de Vampiros y Zombis) pide su ayuda, Landra y Vidal no lo tienen tan claro. Ahora creen que quizá su abuelo no estaba tan loco. Hay una nueva amenaza en EEUU. Una nueva plaga de zombis puede inundar el planeta si los vampiros europeos consiguen su objetivo. Landra y Vidal irán esta vez al AFVZ para luchar contra verdaderos no muertos. Se acabaron los maniquíes.
Opinión:
El cómic “AFVZ” está inspirado en el sitio Web FVZA.org. Del guión se ha encargado el veterano David Hine (Spawn, SpiderMan: Noir), y de los dibujos, Roy Allan Martinez (Son of M) y Wayne Nichols (Star Wars)
No os miento si os digo que los dibujos son espectaculares, brillan con luz propia, en ocasiones parecen incluso fotografías, con un nivel de detallismo brutal, y en ningún momento te aburres de admirarlos. Son fantásticos, tremendos. Leo mucho cómic y no puedo evitar sentir verdadera devoción hacia ilustradores con la capacidad de Roy Allan. Ante “AFVZ” me quito el sombrero.
La historia es interesante, el autor tiene bien asumido dónde empezar y cómo acabar, y en ese fin nos da un aliento de esperanza al tiempo que nos finaliza una historia siniestra y terrible.
Una de las cosas que más me han gustado del argumento tiene que ver con la posibilidad de humanizar lo inhumano y el miedo que esto provoca si se piensa en las consecuencias que podrían tener. Un zombi es un no vivo, un no vivo no puede sentir, una madre zombi, por ende, no puede sufrir ni pensar en sus hijos como una loba con una manada a la que proteger y alimentar, y desde luego la música al zombi debe importarle lo mismo que el ruido de la tapa de un cubo de basura al caer en un callejón... pero aquí no es así, y eso le da un atractivo añadido. ¿Por qué? Porque si el género humano supiera que un zombi que se cae a trozos tiene sentimientos aparecían los de Derechos Humanos para “rescatarlos”, y esto sí que es para pensar. ¿Hasta qué punto uno se aliaría con Derechos Humanos sabiendo que un zombi libre puede ser el final de la Humanidad? Fantástica reflexión.
Pero añadidos que le den valor a este primer tomo hay más: para empezar un prólogo de Richard S. Dargan, y los extras, al finalizar la historia, de algunos ilustradores que ponen su granito de arena en el mundo de “AFVZ” (Clint Langley, Yang Xueguo, Alex Broeckel, Daryl Mandryck, Jelena Kevic Djurdjevic o Darek Zabrocki) y para rematar, algunos bocetos de Roy Allan y una entrevista a David Hine. Un monstruo de libro, una belleza grotesca, oscura, sangrienta, siniestra..., maravillosa.
Para regalar y para regalarse, sin complejos ¡una delicia mortal!
Anika Lillo
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