1001 cómics que hay que leer antes de morir

Opinión:

Y como el editor y la gran mayoría de sus compañeros son extranjeros no tienen ni idea de la cantidad de maravillas que se están publicando estos años en España. Es lógico y comprensible que uno no abarque todo, ya sea por espacio o por desconocimiento, eso sí, aquí aparecen las mejores obras de Allan Moore, tebeos de todos los superhéroes, comics de distintas nacionalidades y tipos (tiras cómicas, novela gráfica...), y por supuesto se tocan todos los géneros.
 
Se agradece mucho ver a Carlos Giménez con su " Paracuellos", uno de los poquitos comics españoles (al parecer del gran Ibáñez sólo conocen -o han decidido destacar- " Mortadelo y Filemón" y como mucho aparece Purita Campos con "Esther y su mundo"). Y sí, está Antonio Altarriba pero no aparece Paco Roca aunque traten de solucionarlo sugiriendo su lectura en la reseña como "Otras lecturas".

La verdad es que al dedicarse al comic mundial aquí entra especialmente el americano, mucho oriental y un buen número de europeos destacando el francés por encima de los demás (¡Si hasta salen Bastien Vivès con su " El gusto del cloro" o Delaf & Dubuc con Ombligos!), pero se nota rápidamente la influencia en el equipo seleccionador del comic americano (barren para casa) en sus elecciones definitivas, teniendo en segunda posición al comic japonés. Para mí es una pena pero puedo entenderlo. Quizás deberíamos pensar ya en una buena guía de comics españoles que supla el vacío que tiene ésta.
 
Como libro es un tesoro. Del mismo estilo que " 1001 libros que hay que leer antes de morir" ( Peter Boxal y José Carlos Mainer), su peso es proporcional a la sensación de lujo que uno siente cuando lo tiene entre las manos. La primera impresión es buena en toda la colección, y desde luego se sienten los mismos deseos de leer todos los títulos incluidos para ver cuáles te has leído tú. Sí, claro, yo lo he hecho, y es una suerte haber encontrado títulos porque de lo contrario, habiéndome criado entre tebeos, me habría echado a llorar.
 
Uno puede sorprenderse, además, con su lectura. No imaginaba yo que algunos tebeos fueran anteriores a mi nacimiento. A veces tenemos la idea errónea de que cierto comic (o ciertos dibujos animados) han nacido contigo, y en " 1001 comics que hay que leer antes de morir" queda patente que algunos de tus compañeros de infancia te pueden llevan hasta veinte años. Y para sorpresas, la que me he llevado encontrando un comic de David Lynch entre los elegidos.
 
A este tipo de información antes nombrado -el origen datado- le acompañan otros datos y una reseña. No todas las portadas aparecen pero sí hay ilustraciones en todas las dobles hojas. Portada, ilustración, viñetas de interior... siempre hay algo que da vidilla a cada doble página. Y algo que me ha gustado especialmente -y es que soy bastante curiosona y detallista- ha sido la tipografía utilizada para los títulos, clarísima pero nada convencional. Muy de comic, como tenía que ser.
 
¿Quién no conoce los tebeos de los superhéroes? Superman, Batman, Spiderman, Rocketeer y un larguísimo etcétera. ¿Quién no conoce a Tintín, o a Garfield, la magnífica novela gráfica " Maus", al pato Donald o al tío Gilito, a Mazinger Z, Snoopy, o incluso a Doraemon? Aquí la sorpresa te la llevas cuando ves que tus hijos leen libros infantiles o ven series de televisión cuyos protagonistas son mayores que tú mismo. ¿Tan mayor es Daniel el Travieso? Y también nombres muy conocidos por comiqueros habituales como Neil Gaiman, Daniel Clowes, Naoki Urasawa o David Small entre una larguísima lista de artistas.
 
Un gustazo de libro para los amantes del comic.
 
Anika Lillo