Anika entre libros

Randall Flagg. Stephen King. Por Luis Braun

Origen: La danza de la muerte
Creador: Stephen King

Personaje
Randall Flagg
Origen
La Danza de la Muerte
Creador
Stephen King

RANDALL FLAGG. EL HOMBRE OSCURO

Si nos planteamos la tarea de escoger a uno de entre los numerosos personajes surgidos de la, al parecer, inagotable imaginación de Stephen King, llegaremos a la asombrosa conclusión de que, entre todos ellos, son los más perversos quienes nos vienen primero a la mente. ¿Quién no recuerda a Annie Wilkes, la desequilibrada protagonista de "Misery", antes que al torturado escritor Paul Sheldon? O a Pennywise, el diabólico payaso bajo cuya apariencia se oculta la entidad maléfica conocida como IT; o a Cujo, el pacífico y bonachón San Bernardo que, mordido por un murciélago enfermo de rabia, causa una verdadera carnicería en Castle Rock; o a Leland Gaunt, trasunto del diablo en "La Tienda" (Needful Things, 1991); o a Andre Linoge, el hechicero de "La Tormenta del Siglo" (The Storm of the Century, 1999). La lista sería casi interminable, pero lo cierto es que los malvados de la obra de King resultan más vivos e interesantes que aquellos personajes alineados en las filas del bien.

Sin embargo, y tal vez inadvertido para el gran público, para aquellos que se han acercado de manera esporádica a la obra literaria de Stephen King, el personaje que más controversia y debate ha suscitado entre los lectores constantes de su obra -pues así los denomina el escritor de Maine- sea "... una criatura que fingía ser un hombre y que se llamaba a sí mismo Flagg..." ("La Torre Oscura II: La Invocación", 1987), que no es otro sino Randall Flagg, el hombre oscuro.

Tal vez algún día sepamos por qué, pero el hecho cierto es que este personaje va adoptando a través del tiempo diversas personalidades cuyo nexo común, además de una intrínseca maldad, radica en las iniciales de su nombre: RF. Así, en "The Stand" (1978), su primera aparición literaria -publicada en español primero como "La Danza de la Muerte" y más tarde como "Apocalipsis"-, Flagg se nos presenta como Robert Frank en Nueva York; como Ramsey Forest en Georgia; como Richard Fry en Mountain City; como Russell Faraday; como Robert Freemont; o como Richard Freemantle; además de con los apelativos de el Dandy o the Walking Dude. Sus actividades varían desde la infiltración en grupos izquierdistas para manipularlos, hasta la participación en algaradas raciales, sin olvidar su papel principal en la novela: aglutinar en torno a su persona a los supervivientes de un holocausto bacteriológico, eliminando a todos aquellos que se opongan a sus designios.

Estas actividades agitadoras pero oportunistas de Flagg, además de las sempiternas iniciales, nos indican que el personaje, si bien de manera colateral, también aparece en una de las últimas y mejores obras de Stephen King, "Corazones en la Atlántida" (Hearts in Atlantis, 1999), bajo el nombre de Raymond Fiegler, un misterioso cabecilla del grupo terrorista Estudiantes por la Paz, dado por muerto en octubre de 1971 tras un sangriento enfrentamiento con la policía. Sus compañeros murieron abatidos a balazos, y la casa en la que se habían atrincherado ardió hasta los cimientos, pero el cuerpo de Fiegler jamás fue encontrado. Se desvaneció misteriosamente de igual forma que Randall Flagg en el holocausto final de "Apocalipsis".

En "Los Ojos del Dragón" (The Eyes of the Dragon, 1987) volvemos a encontrarnos con el personaje, esta vez con el simple nombre de Flagg, un hechicero de la corte del rey Roland de Delain, situado en un mundo al parecer paralelo al nuestro, y cuyas malas artes van encaminadas a provocar un caos que destruya por completo cualquier vestigio de civilización. Por primera vez, en esta obra descubrimos que Flagg también se presenta bajo la apariencia de otros personajes cuyos nombres no responden a las iniciales RF, pero cuya periódica presencia a lo largo de los siglos significa muerte, destrucción y quebranto social. Es el caso de Browson, personalidad adoptada por Flagg 400 años antes del rey Roland, un trovador que se convirtió en consejero de los reyes y propició una larga y cruenta guerra entre los reinos de Delain y Andua; o de Bill Hinch, el verdugo más sanguinario de la historia de Delain. Ambos son, sin duda, el mismísimo Randall Flagg.

En esta novela se produce un interesante cruce entre la obra de Stephen King y la de uno de los escritores que, según su propia confesión, más ha influido en él: H. P. Lovecraft. Así, Flagg posee un libro encuadernado en piel humana escrito por un loco llamado Alhazred, que los lectores de Lovecraft identificarán rápidamente como el Necronomicon. Igualmente, el hechicero prepara una pócima con una sustancia que proviene de las llanuras de Leng, un paraje identificado en obras de Lovecraft como "Las Aventuras Oníricas de Randolph Carter". Estas coincidencias, y otras que parecen desvelarse en la serie de la Torre Oscura, han llevado a algunos lectores a afirmar que Flagg no es otro que Nyarlathotep, el Caos Reptante, principal servidor de los dioses primigenios de las obras de Lovecraft.

"Los Ojos del Dragón" nos conduce directamente a lo que, con toda seguridad, es y será la aparición más importante de Flagg en el fantástico universo creado por Stephen King: la serie de la Torre Oscura. Ambientada en nuestro mundo y, también, en el mundo de "Los Ojos del Dragón", la Torre Oscura supone la cima de las historias creadas por King y la reunión en un único universo de casi todos los creados por el autor a lo largo del último cuarto de siglo. En palabras del propio Stephen King en el epílogo de la cuarta entrega de la serie, "La Bola de Cristal" (Wizard & Glass, 1997), "Estoy empezando a comprender que el mundo (o mundos) de Roland realmente contiene todos los otros mundos que he creado; hay un lugar en el Mundo Medio para Randall Flagg, Ralph Roberts, los jóvenes errantes de "Los Ojos del Dragón", incluso para el Padre Callahan, el sacerdote condenado de "El Misterio de Salem´s Lot", que se marchó de Nueva Inglaterra en un autobús Greyhound y vive en los límites de una tierra terrible del Mundo Medio llamada Thunderclap."

La presencia de Randall Flagg en la serie de la Torre Oscura, inspirada por el poema "Childe Roland to the Dark Tower Came", de Robert Browning, ha generado numerosas e interminables controversias entre los lectores constantes de Stephen King, debates sobre sus diferentes personalidades que, seguramente, no finalizarán hasta que la serie concluya con la publicación del séptimo volumen en el año 2004.

En esta monumental obra, el mundo en el que habita Roland Deschain, el último pistolero de Gilead, se ha movido: el transcurrir tiempo parece haberse descontrolado y las leyes del espacio-tiempo resultan burladas por la realidad de los hechos. La Torre Oscura es el centro y eje del mundo -o de los distintos mundos-, pero los haces de energía que la sostienen se están disgregando por obra de una entidad conocida como el Rey Carmesí -¿tal vez los lovecraftianos Yog-Sothoth o Azathoth?-, de quien Flagg parece ser la mano derecha. Roland, acompañado por su ka-tet, un grupo formado por tres personas provenientes de nuestra realidad, viaja en busca de la Torre para detener el proceso de degradación que desembocará en la destrucción del universo.

Flagg, siguiendo los designios del Rey Carmesí, intentará que Roland y sus compañeros no lleguen a su destino. Para ello, adopta diferentes personalidades: Richard Fannin en la ciudad de Lud ("La Torre Oscura III: Las Tierras Baldías", 1991); o El Extraño sin Edad; o Maerlyn; o Marten Broadcloak, hechicero de Gilead y amante de Gabrielle Deschain, la madre de Roland. Marten, a pesar de no responder tampoco a la constante de las iniciales RF, se trata sin duda del omnipresente Randall Flagg. Al final de "La Bola de Cristal", Marten aparece con una indumentaria idéntica a la de Randall Flagg en "Apocalipsis". En el transcurso de su encuentro, Roland le dice: "Marten... O Maerlyn... O como quiera que te llames ahora." Y Marten responde: "Flagg, realmente."

Hay quien también han identificado a Flagg con otros dos personajes de la serie: Walter, el hombre de negro, que en realidad resulta ser un sicario más del Rey carmesí, y John Farson, el hombre bueno, el misterioso jefe de un ejército de proscritos que pretende subvertir el orden establecido en el mundo de Roland. Si bien esta segunda posibilidad es más plausible, aunque no existan pruebas claras de ello, el error de confundir a Walter, el hombre de negro, con Flagg, el hombre oscuro, se basa simplemente en la aparente similitud de sus apelativos.

Otros, llevados tal vez por un excesivo obcecamiento que reduce toda la obra de Stephen King a la Torre Oscura, como si nada existiese fuera de ella, han dado en identificar a Randall Flagg con los ya mencionados Leland Gaunt o Andre Linoge, pero, en mi opinión, esta afirmación carece de base real. Flagg es la encarnación del mal en la literatura de King, es el arquetipo del personaje malvado, pero no es el único. Hay muchos más y algunos, a los que podríamos encontrar al volver una esquina de nuestra calle, no tienen relación alguna con Randall Flagg, pero son mucho más terroríficos porque son o pueden ser REALES.

 

lapizrojo

Luis Braun

 

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