Anika entre libros

Los viejos creyentes

Ficha realizada por: Vane Gómez
Los viejos creyentes

Título: Los viejos creyentes
Título Original: (Taëжны mynuк)(Tajojny toupik, 1992)
Autor: Vasili Peskov
Editorial: Impedimenta


Copyright:

Copyright © Vassili Peskov

Première publication: Molodaya gvardiya, Moscou

Copyright © ACTES SUD, 1992

Copyright de la traducción © Marta Sánchez-Nieves, 2020

Copyright de la presente edición © Editorial Impedimenta, 2020

Traducción: Marta Sánchez-Nieves
Ilustraciones: B/N
Edición: 1ª Edición: Octubre 2020
ISBN: 9788417553739
Tapa: Blanda
Etiquetas: familia amistad basada en hechos reales naturaleza supervivencia libros ilustrados literatura rusa novela Siberia aislamiento soledad fe y creencias taigas fotografías no ficción
Nº de páginas: 257

Argumento:

Perdidos en la taiga siberiana, vive la familia Lykov.

Aislados, sobreviviendo de lo que la naturaleza les da, no tienen contacto con el resto del mundo.

Un día, un grupo de geólogos llega hasta ellos, y junto con el periodista Vasili Mijáilovich Peskov, deciden ayudarlos en lo que puedan.

Una fuerte unión nacerá entre Vasili y los miembros de la familia Lykov.

 

Opinión:

 

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, creo que lo primero es destacar el formato de impedimenta para el libro. De un tamaño poco más grande a un libro de bolsillo. En tapa blanda pero con sobrecubierta, de un tacto tipo cartulina. Con la sorpresa de que si quitamos la sobrecubierta, debajo tenemos el dibujo de la portada en grande, que engloba la portada y la contraportada. Un detalle muy bonito que me ha llamado la atención.

Y ya metiéndonos en barrena con el libro, diré que me ha sorprendido leer "Los viejos creyentes". No es una historia al uso, ya que todo lo que se narra en él, es realidad. Los viejos creyentes existieron. La familia Lykov también. Y es muy llamativo leer al respecto de ellos.

El autor, Vasili Mijáilovich Peskov, reportero gráfico y presentador de televisión, nos narra cómo vivían y cómo conoció a la familia Lykov. Y todo lo que, después de 8 años, se creó alrededor de ellos.

Cómo, por casualidad, sobrevolando la taiga siberiana, descubren lo que parece una cabaña, y con sorpresa observan que hay gente en la puerta.

Unos geólogos que se habían asentado relativamente cerca, deciden ir a investigar, y de esta manera conocen a la familia Lykov. Son los últimos de los llamados viejos creyentes, que allá por el siglo XVII, en tiempo del zar Pedro el Grande, huyeron a las montañas para alejarse del mundo y del pecado, para que les dejasen de perseguir y poder llevar su vida y su fe en paz.

Una llamada a Vasili Mijáilovich Peskov es suficiente para que decida ir, conocerlos y escribir sobre ellos.

El libro, "Los viejos creyentes", comienza contándonos todo esto, el inicio de los Lykov y sus primeros contactos con "el mundo", como ellos lo llaman. El autor nos narra cómo vivían, la isba que usaban para dormir, en dónde el suelo estaba lleno de suciedad, dónde obviamente, no tenían luz, ni agua. Con ropas hechas a mano, con cáñamo y comiendo de lo que cultivan, patatas en su gran mayoría, y de lo que la naturaleza les da, como los ansiados piñones.

Cuando llega allí, se encuentran al cabeza de familia, el padre, con sus dos hijas y sus dos hijos. Todos viven en la taiga, aislados del resto del mundo y sin tener contacto con nadie, consideran que no se les permite, y para su fe y creencias, tienen que vivir así.

Quedan completamente aislados por la nieve, en muchas ocasiones, desde septiembre hasta marzo o más. De tal manera que lo que cosechan, es recogido primero y almacenado para sobrevivir ese año, hasta que las nuevas plantaciones den fruto de nuevo. De esa manera secan patatas, o incluso pescado, y cuando hay suerte de cazar algún animal, secan la carne para conservarla e ir racionando para los meses duros que llegan.

Cuando Vasili Mijáilovich Peskov comienza a contar la historia de los Lykov, muchísimas personas siguen su caso, e incluso les mandan dinero para que les compren cosas. Mucho de los que les llevan, como las cerillas o la harina, es rechazado "porque no les está permitido".

Durante los años que Vasili Mijáilovich Peskov tiene contacto con ellos, va recogiendo sus vivencias y los cambios que observa en esta última comunidad de viejos creyentes. Todo ello nos lo va narrando poco a poco, año a año y en muchas ocasiones parece que estemos allí.

Los Lykov es una familia a la que acabas cogiendo cariño. Sus experiencias, los riesgos de la naturaleza, si se ponen enfermos, la soledad que tienen durante toda su vida, nos va a llegar muy dentro. Cuando les pasa algo, sufres con ellos, y cuando se alegran por lo que podemos considerar una pequeña cosa, también nosotros lo haremos.

Me ha sorprendido que, a pesar de todo, ellos eran acérrimos a su fe y sus creencias. Aun sabiendo que ciertos objetos les iban a mejorar la calidad de vida, o la alimentación, no los aceptaban. Preferían vivir como siempre se les había enseñado y a lo que estaban acostumbrados. Por el contrario, otros objetos los acogen con mucho cariño y naturalidad, y no se asombran de saber que existen trenes, o aviones en los que viajar. Todo para ello es nuevo, ni siquiera saben de la existencia de países como los Estados Unidos, o las guerras que haya podido haber.

"Los viejos creyentes" está narrado como si fuera una historia, de tal manera que se hace ameno de leer, e incluso nos engancha por saber que va a pasar, ¿van a seguir viviendo allí? ¿Hasta cuándo?. Las descripciones son muy acertadas y precisas, en ocasiones es cómo si pudiéramos sentir el crujir de la nieve bajo nuestros pies.

¿Qué hubiera pasado si la casualidad no llega a intervenir para que los encuentren? Me sorprende pensar, que igual que ellos, otros antes vivieron así, y nadie supo de su existencia. Y lo mismo hubiera pasado con ellos. Hubieran pasado por este mundo "como de puntillas", allí solos y sin saber nada del mundo, ni el mundo de ellos.

A pesar de no tener contacto con nadie, con Vasili Mijáilovich Peskov, con Nikoláiy con Yeroféi, sí que entablan una bonita amistad. Les consideran hasta de la familia, rezan por ellos (para ellos muy importante) y también de vez en cuando bajan al asentamiento de los geólogos. Realmente necesitan el contacto con la gente, aunque sea en proporciones muy peculiares para ellos, pero esa necesidad está y lo vemos reflejado. 

Durante la novela, encontramos algunas fotografías que se realizaron a lo largo de los años. De la isba en que vivían, de los campos de cultivo, del paisaje, y alguna que otra de ellos mismos, ya que no aceptaban las fotografías.

He disfrutado mucho de la lectura de "Los viejos creyentes". Es un libro diferente, que merece la pena leer y conocer a la peculiar familia Lykov.

 

Vane Gómez

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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