Lengua de pájaros

Opinión:

¿Y si todas las cosas de este y otro mundo estuvieran conectadas por hilos invisibles?

Adentrarse en este libro es sentir cómo tu respiración va helándose lentamente en cada página que pasas. Contada por un narrador omnisciente, moviendo tres historias que convergen dentro de la misma. Tres personajes unidos por problemas del mundo real, como son los psicológicos, los abusos o ser acosados, además de tener familias disfuncionales. El verdadero poder de esta narración es que, a pesar de ello, intentan superar esas dificultades viendo el mundo de manera diferente. Usando la imaginación y la fantasía, pueden escapar conquistando las cargas que se les imponen.

Al primero que conoceremos será a Abel, un joven que desde pequeño sufre una rara enfermedad. Él es nuestro guía a través de esta mezcla de género de fantasía y horror, donde una magia alegre e infantil se siente afilada con humor negro y un realismo severo. Vive con su madre en un pueblo ubicado en la costa gallega. Lo pasa mal en el colegio, por eso acabará buscando consuelo en los libros y adentrándose en el bosque. En aquel bosque conocerá a Tania. ¿Quién es Abel? Su tía está convencida de que haciendo un ritual el verdadero Abel regresará.

Luego tenemos a Luna, que habita con unos druidas, debiendo vigilar la entrada del Mundo Borroso, un universo paralelo, prodigioso que esconde su lado oscuro y terrible.

Víctor Sellés combina magistralmente nuestro mundo y el del género fantástico para crear una nueva realidad donde el mito se convierte en cierto. Se alude a muchas historias de la infancia, Pinocho, Peter Pan, Alicia en el país de las maravillas, Las crónicas de Narnia, El maravilloso mago de Oz… aunque la inocencia juvenil se verá empañada por tragedias de nuestro mundo. A pesar de esa dureza, la historia se encuentra impregnada de magia y custodiada por druidas creados para proteger no sólo ese lugar paralelo, sino que el lector tiene la sensación de que también protegen el universo total del libro.

"Lengua de pájaros" es una historia hermosa de bordes duros, se sumerge profundamente en la mitología y la magia pagana, tomando de la mano la vida actual, brindando al lector la experiencia de dimensiones duplicadas y realidades retorcidas de la mente. Bucea en los antiguos cuentos de hadas protegiendo nuestro hábitat de otra dimensión amenazante que, por muy fascinante que parezca, es mejor que siga oculta.

Personajes que desbordan sentimientos a flor de piel, advierto que vais a sufrir. No es un libro juvenil, aunque lo parezca, es una historia dura, mezclando el terror de un lugar desconocido. A veces encontraréis un poco de humor irónico, su fin es rebajar la tensión del libro, en verdad hay trozos que rompen el alma. Nos dejaremos arrastrar por una prosa bella y sencilla que nos traslada a las leyendas gallegas y celtas, tocando tradiciones, supersticiones, envolviéndolo todo en un misterio que deberemos resolver. Los diferentes escenarios creados son maravillosos, respiran por sí mismos, logrando ser tan importantes como los propios protagonistas. Su función en la historia es esencial.

Dos mundos que acaban convergiendo en una atmósfera sobrecogedora. Tres protagonistas que serán la clave, porque tan terrible es temer lo desconocido como lo horrible conocido.

Qué deciros, si todavía me tiembla la mano al cerrar un libro soberbio.

Comentaros que el autor escribió también un relato breve titulado "Coda" (un pequeño libro independiente de "Lengua de pájaros") donde continúan las aventuras de Tania. A mí me llegó con el libro, no sé si va con todos los ejemplares que compréis o hay que pedirlo a la propia editorial. Y es que no importa cuánto se parezca el Mundo Borroso a la ciudad de Londres de nuestro añorado Peter Pan, la realidad es otra. Os animo a seguir a Tania al interior de la tempestad.

Aplaudo, aplaudo, aplaudo, no puedo más que dejarle la máxima puntuación.

Violeta Lila