Anika entre libros

Entrevista a Pedro Juan Gutiérrez por "Corazón mestizo"

"Ni soy antropólogo ni hijo de Bukowski. Soy un simple escritor y periodista que tiene el radar funcionando 24 horas sin parar"

Firma: Anika Lillo / Fotos: autor © Fotografías propiedad de la revista STERN, publicadas aquí cedidas con permiso de Pedro Juan Gutiérrez (Pedro Juan en su casa de La Habana) / Agosto 2007

 

Pedro Juan Gutiérrez (Matanzas, Cuba, 1950) es el autor de la Trilogía Sucia de la Habana. Con estos libros se dio a conocer en España pero es también poeta, ensayista, pintor, escultor y, como él suele decir y a pesar de que cuenta mucho y a veces parece que demasiado, no lo cuenta todo porque le da vergüenza. Quien haya leído sus libros se extrañará con esta observación, pero a Pedro Juan aún le queda pudor para callarse algunas cosas. Vive en La Habana pero se da largos paseos que lo sacan meses de su casa, algo a lo que está acostumbrado debido a su ejercicio del periodismo.

A Pedro Juan Gutiérrez alguien le puso el apodo de "El Bukowski del Caribe", pero antes que Bukowski estuvieron Carver o Ford, y ninguno de los tres escribieron a tontas ni a locas, de ahí que su fama permanezca y sus seguidores sean leales y reconozcan sus méritos. Entró de lleno en el llamado "realismo sucio" después de cuarenta años intentando "ser escritor", y así se formó junto a Raymond Carver o Richard Ford un tipo de literatura que habla claro, a veces de forma escabrosa, retratando gente vulgar y utilizando un mínimo de adjetivos. Aun así, el libro fue escrito con mucha prisa, pero Pedro Juan es de esos escritores que quieren hacerte creer que no han trabajado el texto cuando está hecho así a propósito.

Yo sólo sé que con él y su libro "Corazón mestizo" he conocido Cuba, a los cubanos, su origen, su carácter, las diferencias entre unos y otros, los trapicheos, la supervivencia, la miseria, las distinciones, los caminos... y con él he vivido fiestas con ron del bueno y del malo, he conocido infidelidades y encuentros furtivos sexuales, algunos agotadores y otros fugaces, he vuelto al pasado y he conocido personajes curiosísimos, todos reales, todos de carne y hueso.

La única pregunta, o la primera que nos surge a todos cuando leemos este libro es si su pareja lee lo que escribe. Nos resulta impensable que él le sea infiel, lo cuente en sus libros y ella no se entere o no quiera enterarse, y entonces Pedro Juan se echa a reir y nos dice que todo el mundo quiere saberlo... pero no contesta. A lo que sí ha contestado es a esta entrevista, pero de nuevo se ha "comido" algunas respuestas acortando según le conviene. Allá vamos... Va por ti Pedro Juan!

 

 

ENTREVISTA

 

En "Corazón mestizo" una de las observaciones más insistentes es comparar al cubano con el resto del mundo, pero en un momento dado comparas al ser humano en general con el tiempo climatológico del Caribe. ¿Cómo es ese ser humano?

El caribeño creo que está marcado por el clima, el sol, las playas. En sentido general es muy conversador, risueño, simpático, comunicativo, hipersexual, borracho, jugador de dominó y trabajador hasta cierto punto. Da igual si es jamaicano o cubano o puertorriqueño. Todos nos parecemos mucho. Aunque siempre hay excepciones, que confirman la regla.

 

El libro, desde luego, versa sobre tu país y sus gentes, pero como en el caso anterior también te extrapolas al exterior cuando haces una diferenciación entre los habaneros, los madrileños y los mexicanos. Cuéntanos cómo se ven fuera de origen a estos en particular…

Hay rasgos generales en cada caso, que saltan a simple vista. El habanero por lo regular es muy pícaro, se pasa de listo, es buscador de dinero y gozador, muy pedrojuangutierrezindependiente y difícil de controlar.

 

Ahora Pedro Juan, nos metemos ya de lleno en Cuba… Allí tenéis el gobierno de Fidel Castro todavía coleando y lo que se trasluce de tu libro es que el cubano sale perdiendo siempre, hay mucha miseria, y ninguna empresa familiar lucrativa puede terminar haciendo rico a nadie que no sea al propio Gobierno porque se queda con todo nacionalizándolo en cuanto es próspero…

Los que tienen dinero son los más listos, los más inescrupulosos, como sucede siempre en todas partes. O sea, muy pocos.

 

En un momento dado tú mismo preguntas a unos libreros si tus libros se pueden vender en Cuba. Tú vives en Cuba, trabajabas dentro y fuera, hablas más de la cuenta y has contado experiencias sobre algún que otro cubano que en cuanto decide casarse con una extranjera se queda sin posibilidad de salir del país (o volver). ¿Aún se puede ser persona non grata en Cuba? ¿Hay excepciones? Es más ¿pasa lo mismo con la literatura y con la gente?

Yo soy un simple escritor. Mis libros los leen cuatro gatos y no tiene repercusión social. Si escribiera en un periódico e hiciera periodismo y me leyeran cientos de miles ya otro gallo cantaría.

 

Cuba tiene un antes y un después. Tú lo relatas en boca de Alejo Carpentier y la simbiosis de tres razas. Yo he encontrado entre las líneas de "Corazón mestizo" restos italianos, franceses, españoles, indios, africanos… tanto en comida, como cultura, etc… sin embargo hablas de las creencias del cubano, que son mucho más libres que las del resto del mundo ¿A qué se debe y cómo es esta fé?

Anika, tus preguntas me llevan casi a hacer un ensayo antropológico. Y no es el caso. Nuestra fe, nuestras religiones, son una mezcla hecha a lo largo de casi 500 años entre el catolicismo y la santería africana de varias regiones de Africa. Algo complejo aunque hay muchos libros sobre el tema.

Desde 1992 en que se legalizó la posibilidad de practicar una religión, se ha intensificado mucho la prática religiosa de todo tipo. Es un boom en Cuba.

 

Tu amigo Ignacio, de Cojímar, te dice que "cuatro gatos trabajan y quinientos viven del cuento". ¿Estás de acuerdo?

Sí, totalmente. Hay poco trabajo. Y está muy mal remunerado. Revisa El País de estos días. Han salido varios artículos de su corresponsal en La Habana con datos interesantes.

 

¿Hasta qué punto influye en el carácter cubano, especialmente el rural, el agobiante calor y el alcohol?

El calor, la humedad excesiva, los ciclones, el sol desmesurado, los mosquitos, la facilidad con que todo se pudre y se cubre de moho. Es terrible. Si a eso sumas alcohol en grandes cantidades (¡¡¡creo que la fábrica de ron Havana Club, a 60 km al este de La Habana es la más grande del mundo!!!) comprenderás mejor lo excesivo y desequilibrado que puede ser un país tropical. Lo cual no me hace ninguna gracia.

pedrojuangutierrez1Preferiría vivir en un lugar con un poco más de mesura y equilibrio. Pero es así y ya. Eso es lo que hay.

 

Hablando de alcohol… éste y el sexo es lo más repetitivo de tu libro. El ron está en todas partes y el sexo casi se respira. Parece que los cubanos sean infieles por naturaleza y que las feromonas estén tan sueltas que a cualquiera le puede llegar el turno. La intensidad con la que se vive, la libertad con la que se goza y la despreocupación muchas veces por el después (me llama poderosamente la atención esto último) no parece algo universal…

Creo que esa libertad vital y natural de los cubanos es lo que nos mantiene vivos y con fuerza y alegría para seguir adelante, a pesar de todo.

 

En cuanto al sexo, con lo que más me he reído es con las aventuras de tus compañeros de viaje, Marlon primero y Yesuán el Diésel después… Dios mío ¡se pasan el día metiendo (templando) y con cualquiera! Es asombroso, jajajaaa.

Sí. Son muchachos jóvenes. Yo era así entre los 16 y los 50 años. El 25-33% de mi tiempo lo dedicaba al sexo. Desesperadamente. Incansablemente. Era un vicio terrible. Es como el deporte nacional.

Ahora, con 57, creo que perdí mucho tiempo en eso. Pero bueno, ya pasó. Ahora estoy más tranquilo o soy mucho más selectivo. Me he convertido en un gourmet. Antes era un ave de rapiña.

  

Cuando se refiere a ti tampoco te quedas callado, lo cuentas todo, y encima todos te hacemos la misma pregunta y siempre ríes… cómo es que tu pareja no reacciona ante tus infidelidades contadas a los cuatro vientos. Esto me lleva a tu libertad a la hora de narrarlo todo, contar los trapicheos que se hacen en Cuba dando excesivos detalles, contando conversaciones privadas que versan igualmente sobre lo fiera que es una mujer en la cama o si te ha pegado ladillas una chica que se tira a no sé cuántos… ¿Cómo reacciona la gente que ha leído tus libros y se ha visto en ellos?

A veces se molestan primero. Se ríen después y acaban aceptando y hasta orgullosos de haber sido motivo de atención. Protagonistas como quiera que sea. Y me perdonan mi vampirismo. Todos los escritores somos vampiros esquizofrénicos. Chupadores de sangre.

 

Da la impresión de que en Cuba sólo disfrutan los turistas e incluso, según me ha contado un español casado con una cubana cuya madre está afiliada al régimen, hay diferencias extraordinarias entre lo que puede hacer un cubano y lo que le está permitido hacer o conseguir a un español o cubano afiliado al régimen…

Hay muchas formas de disfrute. ¿A qué le llamas disfrutar? Cada quien disfruta como quiere y lo que quiere.

  

Es vox populi que Hemingway vivió en Cuba y que por allí pasó Ava Gardner, pero a pesar de los famosísimos que estuvieron un tiempo en tu país, o de otros ilustres cubanos que vivieron o aún viven allí, quien más me ha llamado la atención fue una mujer que se hizo pasar por hombre, Enriqueta Faber… No te creas que es tan conocida, cuenta a nuestros lectores sobre ella y su vida…

Ya eso de Enriqueta Faber está en "Corazón mestizo". Los lectores pueden leerlo en el libro. No me hagas trabajar por gusto. ¿O tú eres nieta de Hernán Cortés?

 

Jajajajaja... No, pero te esperaba menos vago... ¡olvidé que eres cubano!. En fin, esta última pregunta me lleva al tema del travestismo, a los gays, a las zonas que parecen de su propiedad. Hay también una Cuba antes y después; cuéntanos sobre el proceso en que dejaron de ser encarcelados para vivir su sexualidad con más libertad. (¡Por cierto que hay un pasaje que recreas con diálogos de dos gays travestis rurales que hace que te mueras de la risa!)

Los gays hacen su propio mundo siempre. Se divierten y gozan a su modo. Yo tengo varios amigos y conocidos gays y me divierten mucho. Son agudos, astutos, inteligentes, evasivos, orgullosos. Como Truman Capote, por ejemplo.

En mi novela "El rey de La Habana" aparece un travesti genial. ¡Genial! que existe en la vida real y es un tipo fascinante en muchos sentidos. Los admiro. Para ser gay o travesti en un país tan machista y autoritario y verticalista como Cuba hay que ser muy hombre, jajajajaja.

 

Hay una anécdota muy divertida y curiosa en "Corazón mestizo" acerca de cierto afrodisíaco: el pene de carey, cuéntanos…

El pene del carey es un afrodisíaco natural muy efectivo. El carey es una tortuga de aguas cálidas en peligro de extinción.

 

Voy a pegar un salto (porque así lo sentí igualmente cuando leí el libro) de nuevo a los orígenes de Cuba, y ahora el lector entenderá por qué lo vi así: Dices que en Cuba se han encontrado pruebas del paso de celtas ibéricos y fenicios. Hablas incluso de una Atlántida. Yo había leído también que antes de que llegara Colón los chinos ya habían descubierto América. ¡Parece que hablemos de otro libro! Celtíberos, fenicios, Atlántida… si existen esas pruebas ¿por qué Cuba no da más pedrojuangutierrez2importancia a la arqueología?

Porque los arqueólogos brillantes se han ido del país a buscar lugares más favorables. Han emigrado como las aves buscando zonas donde encuentren algo mejor. Ha sucedido en casi todas las profesiones y entre los jóvenes.

 

Ahora vamos a ti, Pedro Juan, ¿te consideras antropólogo social, y de ahí sale tu literatura, esa forma de recibirla y plasmarla?. Al mismo tiempo se te compara con Bukowski… ¿qué me dices de estos dos planteamientos sobre ti y tu obra?

Ni soy antropólogo ni hijo de Bukowski. Soy un simple escritor y periodista que tiene el radar funcionando 24 horas sin parar. Y grabo y registro todo lo que sucede dentro de mí y a mi alrededor. Uso esa materia prima. Y ya. Es fácil. No tengo fórmulas mágicas.

 

Hace tiempo que tienes en mente escribir y publicar algo así como "Los años de la gozadera" pero dices que rayaría lo pornográfico ¿crees que algún día será publicado?

No creo que escribiré jamás ese libro. Uno tiene cierto pudor. Aunque no lo parezca.

El "Pedro Juan" literario es una versión esterilizada y antiséptica del verdadero y real Pedro Juan. Creo que de verdad me llevaré mis secretos al otro mundo. Ya ves, nadie es perfecto.

 

Unas últimas curiosidades para finalizar: Con los mariachis ya te has reconciliado pero ¿aún te sulfura el reguetón?

No soporto el reguetón. Me aburre la misma candanga imparable.

 

Bueno, pues ya somos dos. ¿Sigues esperando ser incinerado en tu país o ya desistes?

Supongo que cuando me muera dentro de 50 años o más ya habrá en Cuba crematorios modernos y sofisticados donde puedan incinerar mi cuerpo correctamente. Y espero que mis herederos tengan dinero para pagarlo porque será privado, of course.

Si me muero ahora tendrán que enterrarme vulgarmente en la zona de micros del cementerio de Colón. Otro día te contaré qué es eso, ufffff.

 

¿Qué tiene Cuba que no tenga el resto del mundo?

Creo que en todos los países hay cosas maravillosas. He gastado 7-8 pasaportes viajando por todo el mundo desde 1982. Quizás he estado en 50 países, no sé bien. Y lo que falta. Ahora acabo de regresar de París y Alemania. Han sido unos días increíbles en todos los sentidos. El ser humano es maravilloso en todas partes.

Una vez estuve todo un día templando con una lituana en un bosque cerca de Vilnius sin poder hablar porque los idiomas que conocíamos no coincidían (ella ruso, lituano y alemán) yo otros muy diferentes. Y sin hablar ni una palabra fue maravilloso e inolvidable la ternura y el amor que teníamos. Creo que fue en abril de 1985, en primavera. ¿Ves?

 

Jajajaja... Y dime ¿cómo es eso de que te gustan las mujeres pelúas (peludas)?

Me gustan pelúas y con ciertos olores (¡no suciedad sino olores naturales!) No soporto que se rasuren. Me parece una aberración impuesta por los norteamericanos que son tan imbéciles para muchas cosas. En definitiva somos mamíferos y funcionamos con olores. Aunque nos gusta olvidar que somos simples mamíferos, tan juguetones como los perros y los toros. ¿¡Nunca has visto un toro templándose a una vaca!? debieras verlo, merece la pena para que aprendas un poquito de sexo de verdad. Es que se nos suben los humos continuamente.

 

Pedro Juan, ha sido un placer leer tu libro, pero da miedo pensar que si alguna vez te he contado algo por e-mail acabe siendo expuesto en algún libro. ¡Creo que jamás te contaré intimidades por si acaso! Muchísimas gracias, en serio.

Haces bien en no contar nada a ciegas. Nunca cuentes tus intimidades a desconocidos, mejor te puedes masturbar recordándolas.

Un beso.

Pedro Juan. 27 de julio, 2007, Madrid.

 

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