Entrevista a Montse de Paz por "Ciudad sin estrellas"

Acudí a la presentación para blogueros que realizó la editorial Minotauro para promocionar su VIII Premio Internacional de ciencia Ficción y Literatura Fantástica. La galardonada había sido Montse de Paz con el Premio Minotauro 2011, una autora nada novel que sabe moverse entre las letras como pez en el agua.

No en vano "Ciudad sin estrellas" no era su primera obra. Anteriormente había publicado un delicioso manual de autoayuda, Cómo curar los sentimientos negativos, y Mujeres de Dios, un texto que nació de una serie de charlas que ofreció sobre las mujeres bíblicas. Tras eso se decidió por la fantasía épica. Un género, en palabras de la autora que es "idóneo para reflejar los momentos más dramáticos en la vida de una persona. Al igual que los cuentos tradicionales, una novela fantástica te permite dar forma literaria a los procesos de crecimiento, de cambio, de conflicto y de búsqueda interior".

"Ciudad sin estrellas" es una novela de corte fantástico que ofrece un relato sobre la pérdida de la inocencia y la búsqueda de la libertad. La acción transcurre en Ziénaga, un paraíso de cemento y neón que es uno de los pocos lugares habitados (y habitables) de la tierra, según las versiones oficiales. Sin embargo, los cazadores de antigüedades hablan de otro mundo fuera de los muros de la ciudad. El joven Perseo Stone cree que ahí fuera le están ocultando un mundo maravilloso. Y está dispuesto a descubrirlo.

Con una trayectoria literaria tan dispar no podía desaprovechar la oportunidad para entrevistar a Montse de Paz y acercar un poco más su obra a los lectores de Anika Entre Libros.

ENTREVISTA

Tu producción literaria es muy diferente. Nos encontramos obras como Mujeres de Dios, una historia acerca de las mujeres bíblicas; o Cómo curar los sentimientos negativos, un manual de autoayuda; y Ciudad sin estrellas, dentro del género de la fantasía épica. ¿Escribes un tipo de novela u otra en función de tu estado de ánimo, de las ideas que te surgen, de lo que te pide la propia historia…?

Sí, es como dices. Escribo lo que me apetece, lo que me sale de adentro. En términos más poéticos, podría decirte que trabajo llevada por la inspiración, que siempre es un poco loca… pero no del todo irracional, porque las historias que surgen de nuestra mente nunca salen de la nada. Hay una amalgama de vivencias, lecturas e inquietudes detrás de nuestras letras.

Hablando de "ideas". ¿Cómo te surgen esas ideas para tus novelas? ¿Leyendo otros libros, por las noticias de la prensa, de los acontecimientos de tu propia vida diaria?

Ni leyendo otros libros ni la prensa ―que no leo de ordinario―. Tampoco me inspiro en mi vida cotidiana. Mis novelas surgen de la pura imaginación, pero siempre en torno a temas que me preocupan o me apasionan. Temas que, a fin de cuentas, podríamos decir que son inquietudes universales del ser humano. Cada autor prioriza algunas y las aborda a su manera.

En tu obra, ¿qué es antes, los personajes, la trama, la documentación… o la historia va surgiendo ante tus ojos como un todo indisoluble?

Los personajes. Me interesa cómo cada uno de ellos crece, descubre su entorno, actúa y evoluciona. En torno a un personaje o un grupo de personajes brota una historia, y a partir de ellos creo la trama. Si lo necesito, me documento para enriquecer o hacer más verosímil algún aspecto de la novela, pero hasta ahora no he necesitado mucha información extra, ¡finalmente, escribo fantasía! Siempre es la persona quien marca el relato, aunque tengo el argumento muy claro cuando comienzo a escribir. No voy improvisando sobre la marcha.

Sobre Ciudad sin estrellas, encuentro una cierta conexión con Cómo curar los sentimientos negativos; un impulso más allá de una narración de aventuras que trata de ahondar en las motivaciones de los personajes y de acorralarlos con palabras. ¿Acaso lo que te impulsa a escribir es el misterio de la psique humana?, ¿cómo actúan las personas, cómo somos por dentro, qué nos mueve, qué nos llena o qué nos construye?

La psique humana es un campo que siempre me ha fascinado. Ya de niña me interesaba mucho la psicología y andaba mareando a todos los miembros de mi familia, coleccionando tests de las revistas y pidiéndoles que me dejaran entrevistarlos para responder a los cuestionarios… Ahora sonrío recordando esto. Quizás por eso, años más tarde, me animé a escribir el libro sobre los sentimientos, y seguramente por eso mis novelas profundizan en las motivaciones de los personajes y en su crecimiento interior. La psique es el campo misterioso e imprevisible de la persona. Solemos decir que estamos muy condicionados, casi predeterminados, por la genética y el entorno, por nuestros orígenes familiares, por nuestra infancia… Pero la psique es ese país donde nada está fijado, donde la persona puede cambiar, evolucionar y revolucionarse. Es el lugar donde se alberga la libertad, el terreno de la aventura donde todo es posible.

Sé que no te falta "arte" para desarrollar historias complejas. Sin embargo, has elegido simplificar Ciudad sin estrellas hasta límites casi minimalistas. ¿Qué perseguías con ello?

La novela, en un principio, fue concebida como un cuento. Mi idea era escribir un relato breve pero, apenas terminé el primer capítulo, que es una introducción al nudo de la trama, comprendí que debía dejarlo crecer… Así se convirtió en novela. Sin embargo, algo del concepto original persistió. Ciudad sin estrellas se basa en la estructura de un cuento fantástico y en su desarrollo no quise que perdiera esos elementos del cuento: la condensación, el lenguaje preciso, sobrio, sin adornos innecesarios. Como habrás podido comprobar, en ella priman el diálogo, la acción y las descripciones indispensables para situar al lector.

A pesar de mi pregunta anterior, que ningún lector piense que se trata de una obra sencilla. En cierto modo es compleja aunque contada con sencillez, que no con simplicidad. ¿Cómo se construye una novela de este estilo en donde todo parece fácil pero no lo es?

Con una trama sólida y muy clara. La trama de un cuento lo es. Si tienes el esqueleto bien estructurado, todo encaja y forma un conjunto armónico, que se desarrolla con naturalidad. De ahí la impresión de simplicidad, de ligereza, aunque la novela tenga sus tramas paralelas y sus complejidades.

Pasando a un terreno más personal, seguro que la literatura te ha deparado momentos inolvidables, anécdotas que te han sacado una sonrisa o, incluso, los colores ¿nos contarías alguna de esas anécdotas?

La gran anécdota, para mí, es haber ganado el Premio Minotauro con una novela que escribí con pasión, pero de la que luego, más tarde, dudé hasta el punto de querer condenarla al olvido… Al final, la presenté al concurso. Ganar con la obra que un día quise desechar no deja de ser una paradoja que aún me hace sonreír y reflexionar sobre muchas cosas.

Entrando de lleno en ese terreno personal que adelantaba con la pregunta anterior, ¿en qué gastas tu tiempo libre cuando no estás trabajando o escribiendo?, ¿qué aficiones tienes?

Te podría decir que todo mi tiempo es libre. Creo que apenas hay nada en mi vida que no haga libremente y con toda mi voluntad. En todo caso, mi tiempo de recreo es el que dedico a leer, a escribir o a pasear con algún buen amigo. También me gusta ir a correr por las mañanas, así compenso las largas horas de "silla y pantalla". Y me encanta ―¿se nota por la novela?― ir a la montaña y perderme por algún paraje agreste y solitario. O caminar de noche por el campo, escuchando los grillos y sin otra luz que la de las estrellas.

He leído en una biografía tuya que has elaborado guiones de radio para programas sobre valores humanos y que impartes charlas sobre voluntariado. Además, eres co-directora de la Fundación ARSIS ¿puedes explicarnos esta otra faceta tuya?

Esta faceta es una de las más importantes de mi vida. Cuando era adolescente, mi gran preocupación era dedicar mi vida a algo que fuera útil y que tuviera sentido. Decidir qué haría con mis estudios y con mi vida se convirtió en algo crucial… A los 18 años comencé un voluntariado con una asociación benéfica. Y ya no dejé ese mundo jamás. En las dos asociaciones en que he estado y en ARSIS he aprendido más que en todos mis años universitarios y en mis correrías juveniles. He trabajado con niños, con ancianos, con jóvenes; he editado revistas, presentado conferencias y escrito guiones de radio y reportajes de prensa. He preparado comida para cincuenta críos en un campamento, y luego me he vestido de traje chaqueta para visitar a todo tipo de gente y pedirles dinero para mi ONG… He compartido mesa con millonarios y con indigentes sin techo. He dado la mano a una reina y con esa misma mano he mecido y limpiado a un bebé con el cuerpo quemado y maltratado. ¿Qué puedo decir? Toda esta riqueza humana es impagable, alimenta mi vida y me motiva a levantarme cada día.

Para los que aun no lo sepan, Montse de Paz ha publicado recientemente Estirpe Salvaje y El heredero del clan. ¿Puedes introducirnos en estas dos obras?

Estirpe Salvaje es mi primera novela publicada, muy juvenil, es fantasía épica a mi estilo, es decir, ni demasiado fantástica y moderadamente épica. Para mí, las mejores batallas no son profusión de sangre, espadas y espectaculares choques, sino las que se libran en el corazón humano. Tampoco soy amiga de introducir elementos sobrenaturales ni seres fabulosos en mis relatos. Aunque en esa novela hay varias escenas bélicas, por supuesto. Podría decirse que es un relato iniciático y una historia de amor y supervivencia, protagonizada por dos hermanos que deben afrontar la soledad, el abandono y un sinfín de vicisitudes para salir adelante.

El heredero del clan es la última novela que me han publicado. Es lo que llamo "una historia de vikingos", un relato sobre la vida de unos personajes que también deben salvar todo tipo de obstáculos para alcanzar lo que desean y buscar su lugar en el mundo. Tiene los ingredientes que me gusta poner a mis historias: amor y guerra, paso de la adolescencia a la adultez, amistades conflictivas, celos, traiciones, venganzas y redenciones. Vida y muerte. Además, en esta, he añadido un discreto toque de magia que no tiene Estirpe Salvaje. Si la leéis ya lo veréis…

Observo un hilo argumental común. ¿Hay alguna relación entre ambas novelas?

Estas dos novelas forman parte de un ciclo de nueve libros que estarán relacionados entre sí, todos ellos conforman una saga ambientada en países nórdicos. Sólo he publicado dos, pero los tengo escritos casi todos, así que uno de mis proyectos es irlos publicando.

¿Cómo te surgió la idea de crear este ciclo de novelas ambientadas en los países nórdicos? ¿Le has dado ya título a la saga?

No hay un título específico, cada libro tiene el suyo, aunque el origen de todo fue una trilogía, inédita, a la que he dado un título común para los tres libros: La balada de Maya.

¿Cómo surgió la idea? Creo que todo brotó de muchas historias mezcladas que tenía en mente, algunas desde la infancia, otras surgieron más tarde. Siempre girando en torno a unos personajes situados en países imaginarios de un norte mítico. Cuando empecé a escribir, fue como tirar del hilo de una madeja. Salió una historia, otra, y otra… De la primera trilogía han surgido Estirpe Salvaje, El heredero del clan y dos novelas más, también inéditas.

¿Y por qué he situado mis historias en los países nórdicos? Ah, el norte ejerce una fascinación especial a los que escribimos fantasía. Cuando leí en un ensayo autobiográfico de C. S. Lewis que él y Tolkien habían caído "heridos por sus flechas" lo comprendí perfectamente. Quizás es por influencia de la mitología que hemos leído, o de los cuentos de hadas, que a menudo recrean esos bosques y esos paisajes agrestes, bellísimos y hostiles a la vez. Quizás porque el norte representa lo inalcanzable, la meta a la que tendemos pero a la vez el riesgo, el peligro, el misterio. Allí la naturaleza es poderosa y sobrepasa las fuerzas humanas, el hombre se siente pequeño ante ella, todo es salvaje y desafiante… El norte es épico hasta en su geografía. Provee un escenario magnífico para una novela de aventuras y descubrimiento.

Centrándonos en El heredero del clan, percibo algo "circular" en la historia: como si las cosas y los personajes volvieran al punto de partida ¿qué has querido decirle con ello al lector?

En realidad, la historia no es circular, sino lineal. Hay una progresión muy clara de cada personaje y de cada hilo argumental. En el primer capítulo podría decirse que están en germen todas las semillas que crecerán en la novela. Lanzo una serie de tramas que se irán desarrollando, trenzándose entre sí, ampliándose y alcanzando su apogeo y su conclusión. En todo caso, pueden apreciarse en la novela situaciones paralelas, que en ciertos momentos divergen y en otros se aproximan. Pero El heredero del clan, como Estirpe Salvaje, es la historia de un crecimiento, y también de algunos declives y derrumbes. No hay nada dejado al azar. Incluso un personaje que no tenía previsto, que surgió de improviso y ganó mucha fuerza en el relato, encontró su lugar y su razón de ser. Cuando terminé la novela y reflexioné sobre este personaje, me di cuenta de que su presencia, además de enriquecer la historia, era necesaria, casi indispensable. Como en una sinfonía, armoniza y a la vez crea un contrapunto con varios de los protagonistas de la historia. Sin él, la novela no sería la misma.

Los personajes vuelven a cargar con el peso del argumento, es algo recurrente en toda tu producción literaria y, de alguna forma, marca tu estilo. ¿Te queda alguna tipología humana por descubrir?

¡Muchísimas! Cada persona es única e intento que mis personajes sean verosímiles y simplemente humanos. Jamás se me ha ocurrido clasificarlos, aunque hay comportamientos que pueden repetirse en ciertas personas sometidas a circunstancias parecidas, como ocurre en la vida real. Es cierto, los personajes son el fuerte de mis novelas y así lo afirman mis lectores. Pero cuando me siento a escribir no pienso: "voy a tratar este tipo de personalidad, o esta tipología humana". No. Simplemente, surgen y yo los dejo crecer, con sus contradicciones y ambivalencias, aunque intento que el personaje guarde una coherencia interna. A veces me inspiro en personas que he conocido, otras veces son totalmente inventados. Pero cuando un escritor inventa, nunca crea de la nada. Hay en él un poso de conocimientos y vivencias que aporta materia prima para la creación de sus personajes. El resto, lo pone la imaginación y la habilidad que tenga.

Gemma nieto y Montse de Paz frente al libro y al premio Minotauro

Al final de la entrevista, no me queda más remedio que preguntarte por el futuro: desconozco si tienes más obras en el cajón. ¿Nos puedes adelantar algo de tus próximos proyectos?

Tengo otras novelas en mente… ¡Ideas no faltan! De momento, guardo apuntes y los meto "en la nevera". Ahora he terminado la continuación ―conclusiva― de Ciudad sin estrellas. Espero poder publicarla durante el próximo año, si todo va bien.

También espero continuar colaborando en la redacción de la revista Prosofagia, un proyecto literario en red muy interesante, de alcance internacional, que me está aportando mucho, en aprendizaje y satisfacciones.

Desde Anika Entre Libros te deseamos lo mejor y esperamos ver publicada pronto la continuación de Ciudad sin estrellas y también las obras que has escrito de la saga vikinga.

Muchas gracias, Gemma, por darme voz y lugar en esta página referente para todos los lectores hispanohablantes. Y felicidades por vuestro trabajo y vuestro amor a las letras.

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