Anika entre libros

Entrevista a Miguel Aranguren por "La sangre del pelícano"

"Soy un escritor universal, para todo tipo de público, por más que mis artículos y novelas reflejen no solo mis creencias, sino los valores con los que pretendo iluminar la vida"

Firma: Pilar López Bernués / Fotos: autor / Diciembre 2007

 

Miguel Aranguren, nacido en 1970, publicó su primera novela con sólo 19 años y a los 23 ya tenía una columna de opinión en un medio de comunicación de ámbito nacional. Es, sin duda, un amante del mundo artístico porque, aparte de sus novelas, relatos, artículos, chistes y demás, también dibuja y pinta acuarelas. En el año 2004 puso en marcha el proyecto "Excelencia Literaria", destinado a descubrir nuevos talentos. Ha sido colaborador del diario El Mundo y actualmente firma artículos en Telva, Alba y Época.

Ha escrito, hasta el momento, ocho novelas: Desde un tren africano, El mirador del valle, Hijos del paraíso, Aquel verano, La sombra del cóndor, Cuando el otoño se levanta, Monzón sobre Bombay y La sangre del pelícano, la que vamos a utilizar como base para esta entrevista.

 

 

ENTREVISTA

 

Hola, Miguel. No cabe duda de que iniciaste muy deprisa tu carrera literaria, por lo menos reconocida, ya sabes: ¡publicada! ¿Cómo fue? ¿Qué te llevó a novelar los apuntes de un viaje a Kenia a una edad tan temprana?

Viví experiencias inolvidables que plasmé en un diario. Aquel viaje cambió mi vida, por más que entonces sólo contara diecisiete años. Pero conocí de cerca la vida y la muerte, la pobreza y la generosidad de quien se entrega a los que menos tienen a cambio de nada, y todo aquello me hizo reflexionar. Luego, además, está el paisaje africano, tan sugestivo, y la afabilidad de aquella gente de Kenia a la que siempre llevo en el corazón. Así que cuando regresé de mi viaje creí que tenía que compartir mis vivencias, pero no sólo con mi familia y amigos, sino con personas que no conociera de nada. Y así nació "Desde un tren africano", una novela que se sigue leyendo -especialmente entre adolescentes- después de tantos años, y no sólo en España, sino en otros rincones del mundo.

 

Hoy vamos a comentar tu última obra: La sangre del pelícano, pero antes de entrar en materia me gustaría que nos hablaras un poquito de ti, porque parece que eres un artista nato y algunas de tus obras contienen ilustraciones tuyas...

Me cuesta hablar de mí. ¿Qué puedo decir…? Soy un escritor pequeño al que le apasiona la vida: el hecho de haber nacido, mi familia, los amigos, la magia que esconden los libros… Soy una persona tenaz, pues con treinta y siete años llevo ocho novelas a la espalda e infinidad de artículos, que vivo con responsabilidad mi oficio, pues sé que es también un servicio a los demás. Muchas veces basta con despertar la sonrisa de quien te lee para que tu trabajo cobre todo el sentido.

 

El proyecto "Excelencia Literaria" que creaste en 2004 ¿qué finalidad tiene?

Transmitir esa oportunidad que yo disfruté tan joven: publicar, que tu obra pase a manos de desconocidos que se emocionen con tus personajes. Llevo cuatro años como un flautista de Hamelín, recorriendo España de extremo a extremo en busca de adolescentes que necesiten expresarse a través de la palabra escrita. Si están dispuestos a formarse -en técnicas literarias pero también antropológicamente-, Excelencia Literaria será para ellos un trampolín hacia los medios de comunicación escritos más importantes de nuestro país.

 

No he leído hasta el momento tus novelas anteriores, Miguel, pero repasando las sinopsis parece que te mueve mucho un espíritu religioso-cristiano ¿Es así?

Siempre digo que no me gustan las etiquetas. No escondo que soy cristiano, por supuesto, pero tampoco quiero aprovechar mi fe en busca de un público previamente seleccionado. Por eso, soy un escritor universal, para todo tipo de público, por más que mis artículos y novelas reflejen no solo mis creencias, sino los valores con los que pretendo iluminar la vida.

 

Según tus propias palabras, Miguel, "El código da Vinci" utilizó de forma deliberada la mentira, la desinformación y la calumnia contra la Iglesia Católica y, aprovechando el tirón de su éxito, muchos autores publicaron otras novelas basadas en una falsedad interesada contra esa institución... ¿Por ese motivo escribiste La sangre del pelícano?

Ese fue el punto de arranque. Viví con perplejidad el ruido que generó una novela de calidad tan ínfima como "El código da Vinci". Es una mala novela, mal escrita y sin ninguna fuente de investigación, es decir, una obra con un claro propósito de apuntalar la verdad. Eso me hizo pensar, darle vueltas a que el género de la ficción espiritual sólo puede ser manejado con cierta maestría por aquellos miguelarangurenautores que conocen bien la Iglesia y que no temen la verdad.

 

Justo en "El código da Vinci" la secta del OPUS no sale muy bien parada...

Hagamos una matización. El Opus Dei no es ninguna secta. Es más, su comentario resulta un agravio para miles de personas de todo el mundo. No hay un solo país en donde el Opus aparezca en un listado de sectas. Se trata de una institución de la Iglesia Católica, una institución, por cierto, aún muy joven si la comparamos con los XXI siglos de pervivencia del cristianismo, al que algunas personas se empeñan en colgarle el sambenito de la sospecha. Yo conozco a mucha gente del Opus Dei que no sólo son buenas personas, buenos ciudadanos, sino ejemplares en su conducta pública y privada.

  

Entrando ya en la obra que nos ocupa... Miguel: Has creado una novela detectivesca un poco especial y, en ese sentido, hay algunas cuestiones que desearía comentar. Anticipo que el estilo narrativo es muy rico, fluido y brillante, pero hay aspectos... Por ejemplo: ¿Es posible en el siglo XXI que un santón-farsante-ilusionista triunfe en París? ¿No habría sido más creíble colocar a esa secta en otro lugar del planeta, más abierto a ese tipo de espectáculos?

Es cierto que los países con poca cultura se abren con mayor facilidad a este tipo de personajes, pero no conviene olvidar que sociedades tan avanzadas como la norteamericana tiene varios canales de televisión dedicados a este tipo de líderes "carismáticos".

En Europa hay un interés cada vez mayor por estos santones que basan sus teorías en el gnosticismo, en el new age, en un sincretismo que elimina lo divino para colocar al hombre como rey absoluto de la creación y que están dispuestos a hacer grandes espectáculos a cambio de dinero.

 

No consigo imaginar a una persona que ha vivido de forma desenfadada, rodeado de lujo y glamour, fiestas importantes y contactos millonarios convertido en sacerdote. Quizá entendería una transformación personal ante circunstancias límite, pero de ahí a tomar los hábitos y vivir bajo las premisas impuestas por una institución...

Usted me habla de Albertino Guiotta, el protagonista de la novela. Lo normal es que el sacerdocio aflore en un adolescente que ha vivido de acuerdo a unos principios y unas creencias. Pero hay excepciones y yo las conozco. Es más, es famosa la conversión de un madrileño que cambió de forma radical su vida tras un encuentro casual con la Madre Teresa de Calcuta. Antes se había dedicado a despilfarrar, a pasárselo bien en un ambiente de enorme frivolidad, pero le bastó el ejemplo silencioso de aquella mujer para darle a su vida un vuelco. Hoy vive en una de las zonas más deprimidas de la República Dominicana, entregado a la gente de color emigrada de Haití, pobres a los que nadie quiere ni respeta. Esto demuestra que detrás de una vocación (de una llamada divina) hay un misterio mucho más profundo que lo que podamos imaginar.

 

Otro aspecto que me ha llamado la atención es la pareja sacerdote-comisario. Ambos son seres de poca relevancia en sus respectivas profesiones, por lo menos no se hallan en la cúspide, y, sin embargo, son los únicos que se distinguen en una conspiración de semejante magnitud... En un caso como el descrito en la novela ¿no cabría pensar en un despliegue internacional y dirigido por la cúpula de la Interpol-Policía-FBI-Vaticano?

"La sangre del pelícano" muestra, incluso, que el mal está dentro también del Vaticano. Hay un policía de la seguridad personal del Papa que pertenece a una secta satánica y que tiene previsto colaborar en su asesinato. Por eso entran en acción un párroco de las afueras de Roma y un comisario que parece estar al final de su carrera, de vuelta de todo: es su experiencia en la normalidad (de la parroquia, del hampa urbano) lo que facilitará el desarrollo de la trama.

 

Miguel... tus referencias al Vaticano, la basílica de San Pedro y hasta las costumbres del Papa parecen muy reales. Cabe pensar que has estado allí...

He visitado Roma muchas veces y conozco algunas partes del Vaticano, aquellas que puede transitar cualquier peregrino o turista. Además, he leído mucho sobre el lugar y he seguido con enorme interés el pontificado de Juan Pablo II y ahora el de Benedicto XVI. Además, creo que dispongo de una buena imaginación literaria… Muchas veces, no hace falta más.

 

Aunque la novela es un thriller policiaco, está basada en una lucha entre "el Bien y el Mal". El Mal está representado por un santón-impostor, que ha creado una secta, y una organización diabólica; el Bien lo lidera exclusivamente la Iglesia Católica...

No sólo la Iglesia Católica. El comisario Monticone, aunque bautizado, no parece un cristiano muy ferviente. Tampoco los rumanos que viven en los arrabales de Roma o algunas de las personas de Costa Rica vinculadas a las Naciones Unidas que aparecen en "La sangre del pelícano".

En todo caso, no puedo negar que esta novela presenta esa lucha entre el Bien y el Mal, y que la imagen del Bien que tiene Satanás y la gente que le sigue, va muy ligada a la Iglesia que fundó Jesucristo.

 

Miguel... ¿No crees que existen otras alternativas espirituales hoy en día? ¿No te parece que ha llegado el momento de que cada humano piense por sí mismo sin aceptar que es una "oveja" necesitada de pastor? A mí, personalmente, esa idea me subleva...

El mundo está lleno de alternativas. He viajado mucho y conozco a mucha gente ejemplar. Unos son cristianos y otros no, lo que demuestra la seguridad de que la Verdad tiene muchos caminos de llegada. Yo siento, eso sí, la necesidad del pastor. ¿Quién fue Jesús de Nazaret sino un pastor de almas? ¿Y los discípulos que le sucedieron? Es muy hermosa la imagen bíblica del pastor que deja todas las ovejas con tal de salir en búsqueda de aquella que se ha perdido o que ha caído herida por las alimañas.

Yo pienso por mí mismo (lo estoy haciendo al contestar esta entrevista) y soy dueño de cada uno de mis actos, pero me siento muy seguro al contar con un guía (el propio Cristo) y con un vicario (el Papa) que vela para que el mensaje de aquel Jesús de Nazaret no se desvirtúe. Basta leer unas páginas del libro de Benedicto XVI para comprender que el papado ha mantenido el mensaje original, a pesar de los pesares.

 

Nos muestras en tu libro una comunidad cristiana ejemplar, de hecho los personajes que abrazan la fe parecen vivir como su Maestro... ¿Crees que esa actitud se da hoy en día hasta ese extremo?

En la Iglesia siempre ha habido de todo, y desde los primeros tiempos. Judas traicionó al Maestro y en las cartas de san Pedro y san Pablo aprendemos que en las primeras comunidades había quienes confundían el legado de la fe con luchas de poder. Es la propia condición del hombre la que dificulta que vivamos firmemente nuestros principios. Ahora, en mi caso tengo la enorme suerte de haber conocido y de conocer a cristianos totalmente ejemplares que no desentonarían en absoluto entre aquellos primeros que siguieron las huellas de miguelaranguren1Cristo. Unos son sacerdotes, otros religiosos, otros padres de familia y también adolescentes.

 

Nos guste o no, Miguel, Jesús de Nazareth es el gran desconocido... No sabemos cuándo nació, ya que el 25 de diciembre coincide con fiestas paganas que la Iglesia no pudo erradicar. Desconocemos la mayor parte de su vida y lo que nos ha llegado de él son cuatro crónicas escritas años después de los hechos, elegidas entre otras desechadas, traducidas, censuradas y vueltas a traducir... ¿Qué nos puedes decir del tema?

En parte tienes razón, después de XXI siglos Jesús sigue siendo un desconocido para millones de hombres y de mujeres. Y es una lástima. Seguramente los cristianos no hacemos lo suficiente para que en nuestra vida se refleje la suya. En todo caso, los Evangelios no son cuatro crónicas sin más. Su datación es muy temprana y se trata de traducciones al griego de textos aún más antiguos con los que los propios apóstoles o sus discípulos más cercanos centraban su experiencia de los años que pasaron junto a Jesús. Después hubo quienes, con buena intención, trataron de adornar aquellos relatos con historias inverosímiles y piadosas que olvidaban, entre otras cosas, que Cristo fue y se manifestó siempre como un hombre de su tiempo y que sólo destacó de manera milagrosa en momentos contados que se concentraron en sus tres últimos años de vida.

Pero esos "evangelios" fueron muy pronto señalados como apócrifos. Y claro que se eligieron fechas paganas para celebrar el nacimiento del Hijo de Dios, al igual que se sacralizaron las antiguas basílicas romanas o las mezquitas. Eso ha sido propio del cristianismo desde los primeros tiempos: sumar en vez de restar. Pero, ¿cambia en algo que Jesús naciera un 25 de diciembre o un 15 de junio? Sustancialmente, no. Ahora, su vida y su mensaje se aceptan o no se aceptan, ese es el signo de contradicción que él mismo anunció sobre su propia existencia.

 

No cabe duda, en absoluto, que el mensaje de Jesús tiene infinitos valores, se sea creyente o no, pero... ¿de volver a la Tierra, crees que Él viviría en el Vaticano, el país más rico del mundo?

Supongo que saldría en busca de la gente más necesitada, como hizo hace XXI siglos y ahora tratan de vivir miles de misioneros. Iría por las grandes ciudades en busca de la gente sola (rica y pobre), viajaría a los países más necesitados… Y también se pasaría por el Vaticano, ¿por qué no? Allí se daría cuenta de que la leyenda de sus riquezas es más bien eso…, una leyenda. Porque lo que albergan los muros vaticanos es un legado artístico, cultural y religioso que pertenece a la humanidad entera y que cuesta mucho dinero mantener, se lo aseguro. Estoy convencido de que casi todos los países de la Unión Europea tienen rentas per cápita mucho más elevadas que las que existen en ese minúsculo Estado.

 

Miguel... Yo creo que la Biblioteca Vaticana debería ser considerada "Patrimonio de la Humanidad" y, como tal, ser accesible... ¿Qué opinas tú?

No me lo he planteado, aunque seguro que sería una buena opción. Debe guardar libros y archivos de incalculable valor histórico. Ahora, si me lo pregunta con segundas, le diré que allí se esconden muy pocos secretos. Fue voluntad de Juan Pablo II y de su predecesor, que los legajos de la Biblioteca, lo que se ha dado en llamar, "archivo secreto" con cierto aire de novela de intriga, se abran a historiadores.

 

Como te he dicho, tu novela posee un estilo muy ameno; se nota la cultura del autor sin usar términos que obliguen a consultar un diccionario, cosa que la mayoría de lectores agradecen (yo, por supuesto, a menos que coja un ensayo o un libro de investigación). Pero la veo totalmente partidista... Me explico: Hablas de la Iglesia Católica como la "única" opción espiritual... ¿No crees que hoy en día la mayoría de la gente tiende a pensar por sí misma y a desvincularse de sectas?

Comienzo por el principio: cada lector saca una sensación completamente personal de la novela que ha leído. Ahí, tengo poco que añadir. Conozco bien la Iglesia Católica, y en ella me siento querido y acogido a pesar de mis errores. Además, la fe le da un sentido completo a mi vida. Ahora, usted me habla de sectas como si la Iglesia fuera una de ellas. En este caso, me parece que el debate no tiene sentido y me remito a lo que ya le contesté acerca del Opus. No hay ningún problema en ser católico y pensar por uno mismo. Es más, los últimos Papas insisten una y otra vez en que la fe tiene que ser razonada, que no vale la creencia del carbonero, y por eso hay ramas de la Filosofía y todo tipo de corrientes teológicas que han sido base de buena parte de la civilización en la que usted y yo hemos nacido y crecido.

 

También nos muestras la Iglesia Católica con todas sus virtudes, pero ni un solo defecto... ¿Cómo olvidar la Inquisición (me niego a ponerle el adjetivo "santa")? ¿Cómo explicar que la Iglesia, históricamente, se ha unido al poder? ¿Qué decir de los Papas de la Edad Media que "compraban" su puesto, tenían ejércitos, iban a la guerra y acaparaban todo tipo de bienes materiales? (Nota de Anika leída también por el autor: no olvidemos que hoy en día la Iglesia Católica sigue encubriendo pederastas entre otras cosas)

Reitero que la Iglesia es la mezcla de un misterio: la pureza del mensaje de Dios, que quiere salvar al hombre, y el mal uso que del mismo ha hecho el ser humano a lo largo de los siglos. La historia de la Iglesia está compuesta por grandísimos santos y grandísimos pecadores, lo que refuerza mi asombro de que la institución siga incólume después de 2007 años.

También debo decir, porque me lo exige mi oficio literario, que no se puede hacer un juicio de valor tan peligroso como el que usted plantea en su pregunta. La Historia no se puede analizar fuera de contexto. Es cierto que en nombre de Dios se ha hecho mucho daño, ¡muchísimo!, aunque el ateísmo del siglo XX (nazismo, comunismo, capitalismo) ha sido muchísimo más voraz, ha arrasado la vida de millones de personas en nombre de un mundo sin Dios.

Esto, por supuesto, no exime a la Iglesia de los errores de sus miembros -desde el Papa hasta el último bautizado- como quedó claro en el acto de reconocimiento de penas y petición de perdón que un anciano Juan Pablo II elevó en la Basílica de San Pedro durante el Jubileo del año 2000. Ha habido abusos y algunos se han encubierto con enorme torpeza -no tengo inconveniente en reconocer la ocultación de pederastas en algunas diócesis norteamericanas-. Ahora, estamos hablando de una pequeñísima parte de una institución formada por millones de hombres y mujeres, entre los que nunca faltan asombrosos testimonios de santidad.

Siempre comento que es tan hijo de la Iglesia el Papa como una mujer bautizada de la tribu de los turkana que se dedica al pastoreo de camellos. De igual modo, la pederastia, por desgracia, es un mal horrible que azota a nuestra sociedad, tal y como reflejan las noticias semana tras semana. ¿Cuántos pederastas son clérigos? Gracias a Dios, muy pocos, aunque no debiera de haber ninguno. Pero acusar a la Iglesia de algo tan grave es como acusar al Ministerio de Educación porque aparece algún maestro que se dedica a este tipo de indignidades.

 

Volviendo un poco al libro... Parece un poco "difícil" que los protagonistas descubran entre una multitud que abarrota la plaza anexa al Vaticano a los "malos" y que el "santón", capaz de escenas paranormales, juegos malabares y actitudes fantásticas sea detectado...

Preferiría no desvelar la trama a los lectores. En todo caso, esos protagonistas de los que usted habla son dos periodistas muy sagaces que van a San Pedro dispuestos a encontrar a ese santón, al que ya conocen de antes, persuadidos de que se encuentra allí. Y sobre las escenas paranormales…, Rakshasha no deja de ser un pobre hombre.

 

Hoy en día, Miguel, sabemos que existen sectas satánicas, de hecho han existido siempre, pero ¿crees que el Maligno se muestra en persona o sólo a través de sus actos o los actos de los que le siguen? ¿Es posible, según tú, sentir el acecho y la tentación de un Ente en concreto?

El demonio existe y actúa. De eso no tengo dudas. Se le conoce como "Príncipe de la mentira", lo que demuestra su facilidad para embaucarnos. El cristiano sabe que basta la oración y la práctica habitual de los sacramentos para mantenerlo lejos. Al demonio nada le humilla tanto como un hombre o una mujer dispuestos a rendirse, por ejemplo, ante la humildad de Cristo convertido en pan y vino.

 

Bueno, Miguel... ¿Cómo definirías tú la novela?

Creo que "La sangre del pelícano" no deja a nadie indiferente. Es una novela de enorme tensión argumental, con varias tramas que despistan al lector que cree que va a resolver un terrible caso de asesinatos en cadena. También confío que a muchos de ellos les despierte, además, el asombro ante algunas verdades de fe que son auténtica luz para el hombre y la mujer de hoy en día.

 

La pareja de protagonistas: Albertino Guiotta y Luigi Monticone ¿tendrán continuidad o sólo protagonizan esta novela?

Merece la pena esperar un poco antes de contestar. La novela apenas lleva un mes en las librerías y, aunque el ritmo de ventas está siendo muy bueno, aún necesitamos que sean muchos más los lectores que quieran meter a Albertino y a Monticone en su vida. Ahora, reconozco que tengo muchas ganas de continuar.

 

¿Tienes previsto publicar algo más a corto plazo?

Nunca abandono mi labor de articulista de opinión y tengo otra novela reciente en el mercado: "Monzón sobre Bombay".

 

¿Te gustaría añadir algo más?

Agradezco la libertad con la que me habéis dejado expresarme a lo largo de la entrevista.

 

Muchas gracias, Miguel, por la entrevista. Aunque he cuestionado algunos temas y hasta algunas escenas o personajes, he de decir que la novela posee un extraordinario estilo, se lee de un tirón y muestra un gran número de situaciones que, sin duda, ponen de manifiesto la cultura del autor y enriquecen a los lectores.

Muchas gracias, Pilar. Ojalá sean muchos los que se atrevan a lanzarse a los interrogantes de "La sangre del pelícano".

 

Nota de Anika con todo el cariño y honestidad del mundo: Esta entrevista está realizada desde el tuteo más respetuoso porque, como sabéis, tratamos de acercaros a los autores como personas cercanas, no obstante el autor ha decidido de la misma manera contestar con el Usted -por supuesto con el mismo respeto-. El motivo por el que la pongo tal cual es porque así se hizo y así debe leerse. En Anika Entre Libros no cortamos, no censuramos y damos libertad de elección y expresión a los autores-. El respeto, para nosotros, está precisamente ahí.

En cuanto a que el OPUS DEI no está en ninguna lista como secta, he de advertir que hace años que personalmente la llevo viendo en listas. Por poner un ejemplo aquí puede verse con Secta de Grado B (entrar) este enlace sólo sirve para aclarar la sentencia del sr. Aranguren: No hay un solo país en donde el Opus aparezca en un listado de sectas. Dentro de los "Grupos de origen cristiano de corte paracristiano" hay una nota del editor que puede ofender a la gente del OPUS DEI mucho más de lo que pueda haberlo hecho Pilar. Con todos mis respetos, no es la única lista donde yo la he visto incluida, y el pertenecer al OPUS DEI no implica necesariamente que sean malas personas, perversos y malos ciudadanos, si no, simplemente, que sí están en algunas listas como sectas de Grado B.

En cuanto al tema de pederastia, incluido por mí, está ahí porque hay testimonios del "encubrimiento" de estos sacerdotes por el Vaticano, como lo han reflejado distintos documentales con testimonios e investigaciones de cadenas de renombre como, por ejemplo, Discovery Channel. Lo grave no es decirlo cuando se ha investigado, en todo caso, encubrirlo.

 

ver + Miguel Aranguren

 

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