Anika entre libros

Entrevista a Marta Querol Benèch por "El final del Ave Fénix"

"No hay opiniones, simplemente se reflejan los muros que se encontraban en el camino las mujeres que no se amoldaban al dictado general"

Firma: Joseph B. Macgregor / Fotos: autora / Abril 2009

 

"El final del ave fénix" es lo que yo llamo una novela con mayúsculas. Marta Querol Benèch en ésta su primera novela consigue un texto de una belleza narrativa maravillosa, impactante, adictiva. Lo cuento tal y como me sucedió: empecé a leer y me enganchó de tal manera que me molestaba tener sueño ya que dormir me impedía seguir leyendo, tenía que ir a trabajar y me fastidiaba muchísimo tener que interrumpirla, paralelamente debía leer otras cosas, porque el tiempo apremia y los compromisos adquiridos son muchos y muy diversos, y quería terminar los otros libros lo antes posible para volver a retomarla; conforme más iba leyendo más me iba interesando por la suerte de los personajes y por cómo estos resolverían o no sus conflictos. Y es que la novela no deja respiro al lector. Los acontecimientos se van sucediendo a ritmo vertiginoso, sin caer en inoportunas paradas o en divagaciones inútiles.

Es también una narración de personajes y Marta Querol consigue que nos encariñemos rápidamente con ellos, que nos interesemos por su suerte.

Por eso con "El final del ave fénix" su autora recupera la narrativa clásica de esas historias familiares que escuchamos embobados de labios de nuestras abuelas. No es extraño por tanto que una novela tan brillante quedara entre las diez finalistas del Premio Planeta 2007.

Me urgía por tanto conversar con la joven autora para trasmitirle mi entusiasmo y charlar sobre "El final del ave fénix", uno de los mejores libros que he tenido oportunidad de leer en lo que va de este año 2009.

 

 

ENTREVISTA

 

PREMIO PLANETA

Marta, primero de todo ¿Qué significó para ti que tu novela El final del ave fénix quedará entre los diez finalistas del Premio Planeta del año 2007?

La noticia fue una sorpresa brutal, la verdad. Y después de asimilarlo, creo que supuso el empujón que necesitaba para creer en mis posibilidades como escritora. Le estoy muy agradecida por la confianza que me dio.

 

¿En qué cosas crees que puede beneficiarte este hecho y en cuáles crees que te ha perjudicado a la larga?

Por supuesto es un espaldarazo importante en el currículo de un escritor novel. Cuando te diriges a una agencia o editorial y te preguntan qué bagaje tienes, si eres novel te puede pasar lo que a mí, que sólo tenía esa novela en mi cartera y mi opinión personal sobre ella contaba poco. Decir que había quedado finalista en un premio como el Planeta le aportaba ese algo diferente al resto que podía captar su atención. Eso no quiere decir que se te abran las puertas, ni mucho menos. Pero lo cierto es que si un editor se fijó en mí para que publicara, fue por eso. Martaquerol -planetaSalí del anonimato.

En cuanto a lo que me ha perjudicado, durante un tiempo me sentía tocada por la maldición del Planeta. Tenía la sensación al hablar con algunas editoriales que el ser finalista en una editorial "de la competencia" era un estigma insalvable, y creo que ello ha influido en que algunas editoriales de peso no quisieran publicar la novela. Alguna me dijo que incluso era un demérito, y que cómo se me ocurría ponerme en contacto con ellos con tan pobres credenciales

Además, tiene la pega de que ahora no puedo escribir ni la lista de la compra sin que la gente juzgue si realmente soy "tan buena" como para haber llegado hasta ahí.

 

¿Estuviste de acuerdo con la decisión final del jurado?

Los que participamos no hemos leído las novelas que compiten con la nuestra, así que es difícil opinar sobre cuál debería ser el resultado sin conocer el resto de novelas. Yo soy consciente de que la mía no podía ganar. Cuando la presenté estaba, como lo diría… "inmadura". La había escrito en 9 meses, por las noches, y la envié sin que pasara por un corrector y sin que la revisara nadie. Le he dedicado un año entero después para pulirla y mejorarla. Para ganar un premio así, en que directamente sale el libro al mercado en prácticamente dos semanas, tienes que enviarla lista para encuadernar, y desde luego la mía no lo estaba.

 

¿Has leído las dos novelas ganadoras? ¿Qué opinión te merecen?

Jaja, me vas a meter en un lío. Me he leído una de las dos, y no me ha terminado de encajar el estilo narrativo, aunque la trama era interesante. Pero no me gusta opinar sobre esto, ya que puedo parecer poco objetiva.

 

¿Volverías a presentarte?

Pues no lo sé. Cuando he consultado con alguna agente me ha dicho que no lo hiciera, que es una pérdida de tiempo. Volver a quedar entre los diez finalistas, que es a lo único que creo podría aspirar, sería un milagro, pero de conseguirlo, sería un nuevo espaldarazo.

 

EL FINAL DEL AVE FÉNIX

Con respecto a tu novela, lo primero que llama la atención es el prólogo con el cual introduces la historia de los Lamarc y los Company… ¿A qué crees que puede deberse que impacte tanto a tus lectores?

Esto casi deberías contestarlo tú (risas). Cuando lo escribí, mi única intención era liberarme de mi propio dolor. No pensé que fuera a leerlo nadie más. Creo que es muy directo, desprovisto de florituras pero con muchísima intensidad y sentimiento, y eso le ha llegado a la gente. Es sincero, y se nota.

Trata un tema que por desgracia muchos han sufrido más o menos de cerca y no es fácil leer sobre ello; el prólogo creo que ha ayudado a muchos a aceptar su propio dolor, a verlo como algo necesario y a liberarse de sentimientos que guardaban tal vez por pudor.

 

En el prólogo narras un hecho dramático que se me antoja muy veraz, muy auténtico, contado además con mucha intensidad emocional, como si te hubieras dejado mucho de ti en él…

Así es. Fue la necesidad de liberarme de un dolor que me atenazaba lo que me empujó a escribir, y como no tenía intención de que lo leyera nadie, me vacié en él.

 

¿Partes de un suceso real? ¿De algo que has experimentado en tu propia piel?

Martaquerol2Lo escribí tras dos años de insomnio después de pasar ese trago. La verdad es que ahora me da cierto pudor, pero no he querido quitarlo, porque sentía que era algo que debía compartirse. Yo me sigo emocionando cada vez que lo leo.

 

¿Qué escritores o autores has tenido en cuenta para escribir tu novela? ¿Has leído a Blasco Ibáñez o a Galdós?

La verdad es que no soy consciente de haber tenido en cuenta a nadie al escribir. Supongo que todo lo leído te deja huella, pero no sé si eso se aprecia al leerme. Leí de muy joven "Los cuatro jinetes del Apocalipsis" y "Cañas y Barro" de Blasco Ibáñez, y en el colegio (que mira si ha llovido) "Fortunata y Jacinta", y años después "Doña Perfecta". ¿Tú crees que tengo alguna influencia?

 

¿En quién te has inspirado para la creación de los personajes? Da la impresión de que has partido de personas reales y de anécdotas muy cercanas a ti…

Pues son una mezcla de distintas personalidades con las que me he cruzado. Ninguno de los personajes responde al 100% al carácter de nadie conocido. Y también creo que me han influido los grandes personajes dramáticos del cine clásico americano; personalidades fuertes y definidas, que no dejaban indiferente a nadie, para bien o para mal.

 

Una cosa que me gusta mucho de la novela es que tus personajes no son perfectos, cometen equivocaciones, incluso Elena Lamarc, la "heroína" de tu historia no todo lo hace bien…

Quería huir de estereotipos, de buenos buenísimos y malos malísimos. Mientras escribía, traté de ponerme en la piel de cada personaje para pensar cuáles podían ser sus motivaciones para actuar como lo hacían. Creo que aunque uno actúe mal, en general no es consciente de ello y para él existen razones que justifican su conducta, y que les llevan por un determinado camino. Visto así, te salen personajes con muchas aristas y matices.

 

Me gustaría que me fueras definiendo y opinando sobre los personajes más importantes de la novela, empezamos por Dolores / Lolo, la madre…

Dolores es una mujer frívola y egoísta pero locamente enamorada de su marido, a la que la maternidad le llega cuando no estaba preparada para ello. Ambas cosas unidas, condicionan su evolución como persona y muchos de los acontecimientos que marcan su vida. No sé qué impresión da, pero para mí es otra víctima más de sus circunstancias.

 

¿Por qué razón crees que no llega a aceptar nunca a Elena?

Por dos razones. Primero, porque culpa a ese embarazo del distanciamiento de su marido, y segundo, por su inmadurez. No estaba preparada para ser madre.

 

Lolo no quiere aceptar nunca la realidad de su propia vida, quiere permanecer siempre joven y bella…

Sí. Vive en un mundo que ella se crea, aunque de vez en cuando no le queda más remedio que darse de bruces con la realidad. Creo que hoy en día siguen existiendo personas así, que viven de cara a la galería.

 

Otro personaje muy interesante es Gerard, el padre…

Un hombre egoísta, duro y frío. Lo educaron como el rey de la casa, y como tal decidió vivir toda su vida. Un hombre que se cree con derecho a todo y sin conciencia. Es amoral y por tanto carece de remordimientos. Habría quedado fenomenal en un drama en blanco y negro.

 

Entroncando con esto que dices, hay algo que me gusta mucho de la novela también y es que los personajes masculinos son presentados siempre con bastante comprensión por parte de la narradora… no tanto en el caso de Gerard pero sí un poco más en el de Carlos que parece más bien un pobre diablo víctima de los enredos de una lianta…

En el caso de Gerard al desproveerlo de conciencia, no es necesario justificar sus actos. No es que no haya comprensión por parte del narrador. Es que Gerard es lo que es, sin paliativos. Pero Carlos es diferente. A pesar de lo que ocurre, es un hombre sensible, con su propio sentido de la moral muy propio de la época, y eso hace que sus actos no sean fríos y calculadores, sino que vengan empujados por las circunstancias y que esté siempre en un desasosiego constante. Es un hombre al que el orgullo le puede en ocasiones y provoca reacciones en él de las que luego se arrepiente. Gerard no se arrepiente de nada.

 

¿Y cómo definirías a Elena Lamarc?

Buf, creo que es un personaje muy complejo, y que conforme crece va cambiando. Empieza siendo una niña fuerte, aunque tímida y generosa, para convertirse en una jovencita rebelde y desencantada con el mundo; y al final se transforma en una adulta desconfiada y dura, con mucha necesidad de ser amada, y muy vulnerable. Cuanto más dura se vuelve por fuera, más débil es por dentro. Creo que es una víctima de sus circunstancias.

 

¿Cuáles piensas que son los principales errores que cometió en su vida Elena Lamarc?

Me cuesta juzgarla. Tal vez su constante desconfianza hacia todos los que la rodean, su dureza al juzgar a la gente y el ver siempre el lado negativo de las cosas. Pero dado lo que le toca vivir, no se le puede reprochar, ¿no crees?

 

Otro aspecto curioso es que parece que las historias se repiten: Lolo y Elena mantuvieron siempre un conflicto que no llegaron a resolver del todo y posteriormente entre la propia Elena y su hija se produce también un gran distanciamiento…

Sí. Elena intenta huir de lo que su madre representa y, sin embargo, esa huida la lleva a tropezar en las mismas piedras, aunque de forma distinta.

En ambos casos rompe por lo mismo, por no sentirse querida, pero en el primero es porque no le dan ese amor que un hijo necesita, y en el segundo porque es incapaz de recibir el que se le da.

 

Me gustaría también que me hablaras de Clara, un personaje por el que sientes un especial cariño…

Fue un personaje que surgió de la necesidad de darle calor a Elena, y creo que desde un segundo plano, discreto, consigue humanizar la vida Martaquerol -borisde esa niña. Es mucho más que un testigo de esa infancia. Creo que es un personaje dotado de una gran ternura, el contrapunto necesario al resto de habitantes de esa casa.

 

Marta y Boris Izaguirre en los Premios Planeta

 

Los personajes secundarios están muy cuidados… como ese señor Solís, por ejemplo.

Sí, en realidad los secundarios son los que aportan calor a Elena. Clara, Solís, Luisito… Clara en su casa, Luisito en las vacaciones y Solís en el trabajo. Son personajes que la valoran por lo que Elena es, y cómo es. En el caso del Sr. Solís, el aprecio se va a alimentando día a día, y desde ese segundo plano va dando a conocer al lector facetas diferentes de Elena.

 

Uno de los momentos mejores de la novela es el de la inundación ¿Sucedió realmente?

Bueno, la tienda existe aún hoy. Es un sótano y sé que durante la riada quedó sumergida al igual que otros sótanos de la zona, ya que en esa calle el agua, tal y como cuento en ese capítulo, llegaba a una altura considerable. Pero no tengo noticia de que hubiera nadie dentro en ninguna de las tiendas de la zona. No me he basado en ningún suceso real. Traté de pensar qué haría una mujer como Elena, y cómo pudo desarrollarse una situación tan crítica de haber sucedido.

 

También me gustaría destacar el hecho de que la crónica de las dificultades de Elena (y en general de todas las mujeres que aparecen en la novela) para salir adelante y prosperar te sirve además para describir los pocos derechos que tenían las mujeres en España: para estudiar, para independizarse, para montar un negocio, para separarse por la Iglesia…

Es algo muy reciente que creo que se ha olvidado. Tenemos claro que las mujeres eran un cero a la izquierda en la edad media, pero parece que los derechos que ahora disfrutamos los han tenido nuestras antecesoras, y no es así.

Aunque con muchas diferencias a otros tiempos, hasta bien entrado el último tercio del siglo XX las mujeres en España no lo tenían fácil, salvo para ser madres de familia. Eran menores de edad perpetuas. Quería poner de manifiesto la lucha de esas mujeres que rompieron moldes, aunque sin hacer un panfleto.

No es un libro de denuncia y he tratado de mantener la distancia tanto respecto a los personajes como a la situación social. No hay opiniones, simplemente se reflejan los muros que se encontraban en el camino las mujeres que no se amoldaban al dictado general.

 

Además realizas una atinada descripción de la sociedad valenciana de la época preocupada por el que dirán y retroalimentada por el cotilleo y la rumorología…

Imagino que por eso algunos críticos me han dicho que puede considerarse una novela costumbrista. Creo que lo que describo es el común de las sociedades cerradas, y seguro que otros puntos de la geografía española se pueden ver reflejados en algunas escenas, como la de la peluquería. Pasa lo mismo en los pueblos, o en las ciudades más grandes respecto a determinados grupos sociales.

Hoy en día eso se ha superado en cierta medida, se limita a minorías muy concretas y probablemente la rumorología se origina en cosas distintas a las que entonces se les daba importancia. Lo que entonces escandalizaba no tiene nada que ver con lo que hoy en día provocaría esos cotilleos.

 

Finalmente, el círculo parece cerrarse…

En la editorial me dijeron que había escrito una novela encerrada en un paréntesis, que eran el prólogo y el epílogo. El epílogo creo que es el punto final que había que darle, continúa la línea abierta por el prólogo y termina por reforzar la elección del título de la novela. Es el final del ave Fénix.

 

Pues esto es todo, Marta; si quieres decir algo más que se me hubiera pasado preguntarte…

Me has dejado con una mano delante y otra detrás, literariamente hablando, así que no sé que más te podría contar (sonríe).

 

Un abrazo y hasta pronto…

Muchas gracias, Joseph. Ha sido un placer comentar la novela en profundidad contigo. Y enhorabuena por el trabajo que hacéis todos junto a Anika.

 

Martaquerol -opiniones

 

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