Entrevista a Juan Eslava Galán por "Homo erectus"

Homo erectus o El manual para hombres que no deben leer las mujeres (aunque allá ellas…)

No sé qué habría sucedido si aquel abuelo de Juan Eslava Galán que pensaba que darle estudios a su nieto era como tirar el dinero al estercolero hubiera sido escuchado. Desde luego hoy no habríamos podido disfrutar de su prosa culta ni de su fina ironía. Gracias a Dios (ejem) el abuelo no interfirió demasiado en sus estudios y aquel niño pudo convertirse en hombre tras licenciarse en Filología Inglesa por la Universidad de Granada y doctorarse en Letras con una tesis sobre historia medieval.

Durante treinta años simultaneó sus clases de docencia con la escritura de novelas y ensayos de tema histórico gracias a los que se hizo con algunos de los premios más deseados del panorama literario español. Suyos son el Planeta (1987 con En busca del unicornio), el Ateneo de Sevilla (1991, El comedido hidalgo), y el Fernando Lara (1998, por Señorita).

Alzarse con el Planeta, según su propia autobiografía informal, "le posibilitó la adquisición de un lavavajillas y le abrió la oportunidad de seguir publicando libros (…), amén de ganar otros premios".

Un día decidió escribir novelas de ficción histórica y, como se alejaban mucho de su producción anterior y él suponía que a sus lectores habituales podría disgustarles el uso de un nuevo género, decidió firmarlas, muy secretamente, como Nicholas Wilcox (La lápida Templaria y su Trilogía Templaria). Fue algo que dio mucho que hablar y que produjo algún que otro quebradero de cabeza en los círculos literarios hasta que su amigo y gran escritor Arturo Pérez-Reverte desveló el misterio del auténtico autor en uno de sus artículos.

Hoy volvemos a entrevistarle para hablar con él de una de sus últimas obras, Homo Erectus, un manual que habla de porqué hombres y mujeres estamos condenados a no entendernos por mucho que nos necesitemos. Además, como su producción literaria supera ya las 70 obras, se hacía necesaria una nueva entrevista para Anika Entre Libros.

ENTREVISTA

Desde Jofra (1975), pasando por Yo, Aníbal (1989) o Yo, Nerón (1989), hasta Homo Erectus (2011) o Templarios, griales, vírgenes negras y otros enigmas de la historia (2011) han pasado más de treinta años y 72 libros escritos. Con tan extenso currículo, ¿uno no se pierde?

Bueno, así de sopetón parecen muchos libros, pero hemos de tener en cuenta que algunos ya estaban escritos cuando empecé a publicar. Por otra parte creo, modestia aparte, que soy un trabajador de la pluma. Cualquier trabajador permanece en el tajo ocho horas diarias. Yo escribo unos tres folios diarios, lo que no es mucho y con eso, si multiplicamos (teniendo en cuenta que también trabajo domingos y festivos porque me es imposible desconectar) me salen unos dos libros de entre 250 y 300 páginas al año. O sea, no me considero especialmente prolífico. Por otra parte me ayuda el hecho de que vivo algo apartado del trato social, que en mi vida he visto un partido de fútbol o de otro deporte alguno. Sólo me gustan la lectura y el cine.

Entre tu amplia producción no encontramos un libro similar a Homo Erectus ¿qué te ha llevado a escribirlo? ¿Qué podía añadir Juan Eslava Galán a todo lo que ya se había dicho de las relaciones y de la in/comprensión mutua entre hombres y mujeres?

Algunos libros los escribo por ordenar mis ideas y enterarme de algún tema que me interesa. Hoy los hombres de mi generación padecemos una especie de dislocamiento porque la liberación de la mujer nos ha tomado con el paso cambiado, incluso cuando somos defensores de la incorporación de la mujer a los mismos derechos y obligaciones del hombre. He escrito este libro para explicar a mis colegas de sexo algunas reflexiones y lecturas mías sobre la mujer.

Homo Erectus parece contener una opinión un poco "reduccionista". Es como si el problema de comprensión entre hombres y mujeres se redujese a un mero problema evolutivo. ¿En realidad te parece tan "sencillo"?

No es tan sencillo, pero básicamente ese es el comienzo de todo y a través de ese problema de la diferenciación inicial, natural, hombre-mujer, se han desarrollado las estructuras sociales que esclavizaron a la mujer a lo largo de la historia.

Tras terminar el libro me ha quedado la sensación de que los hombres no salen muy bien parados. Aunque se percibe el intento de encontrar un equilibrio entre las virtudes y los defectos de ambos sexos… no hay tal equilibrio. ¿Acaso sientes una secreta admiración por el género femenino?

La moraleja del libro, si es que la tiene, sería: ellas están mejor preparadas que nosotros para todo o casi todo (nosotros tenemos más fuerza física y nos orientamos mejor) y en cuanto se les dan las mismas oportunidades de aprendizaje nos superan y dejan de ser esas burras que eran cuando la sociedad machista las emburrecía. Desde la perspectiva del hombre eso duele, pero nuestra inteligencia (la de hombres y mujeres) debe consistir en aceptar las cosas como son y complementarnos.

En Homo Erectus se caen, uno a uno, todos los mitos del "macho ibérico" y de su condición de "sexo fuerte". Parece que la evolución se ha olvidado de dotarles lo suficiente como para desenvolverse en el mundo moderno que les ha tocado vivir ¿Están las féminas mejor preparadas que ellos para afrontar la vida actual?

Absolutamente, ellas están mejor pertrechadas. He sido profesor muchos años y he observado que las chicas son, en general, más despabiladas e inteligentes que los chicos.

A pesar de que la obra cuenta, de forma directa o indirecta, con tu opinión y subjetividad como autor, no cabe duda de la ingente cantidad de documentación científica que atesora ¿Te supuso un gran trabajo la fase documental?

Sí y no. El tema lleva muchos años interesándome y tenía ya muchas fichas y carpetas de artículos científicos subrayados y algunos libros anotados. Eso se ve en la bibliografía que, como en todos mis libros, sirve para orientar al lector sobre las lecturas de las que proceden mis conocimientos (o mis ignorancias).

Cuando leí tu libro, aun no sabía de tu experiencia de 30 años en la docencia. Sin embargo, había un hálito de enseñanza en tus palabras. Podía verse en ellas la mano del profesor que enseña. O mejor dicho, del maestro que muestra el camino. Este libro tuyo es una forma divertida de aprender, motivando la curiosidad y queriendo saber más. Contradice aquello de "la letra con sangre entra" ¿Cómo fuiste como profesor? ¿Disfrutaste enseñando?

Intenté disfrutar enseñando y que los alumnos disfrutaran, aunque no estoy seguro de haberlo conseguido siempre. Lo que es cierto es que todos mis ensayos e incluso mis novelas intentan sintetizar lo que explican y hacerlo asequible al lector. La claridad es la cortesía del que escribe, como ya se ha dicho.

En una entrevista anterior que concediste a Anika Entre Libros (Los años del miedo, Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie) dice tu entrevistadora que es "justo lo contrario de lo que ocurre con la obra". Es decir, que gustó. Y eso es precisamente lo que sucede con Homo Erectus, el manual para hombres que no deberían de leer las mujeres… que precisamente debería ser leído por ellas. ¿Forma parte de tu humor inteligente o es puro marketing para atraer lectoras?

A estas alturas no pienso en el marketing. Ya tengo todo lo que quería tener (más o menos) y sólo ambiciono mantener en cada libro esa camaradería que he conseguido con mis lectores. Uso el humor porque creo que nos ayuda a comprender las cosas serias y no hay nada más serio que las relaciones de un hombre y una mujer. Creo que no hay felicidad completa sin la felicidad en pareja.

Pasando de Homo Erectus y abarcando toda tu obra, con tantos libros a tu espalda debes de haber "sobrevivido" a muchas anécdotas con tus lectores ¿Nos contarías algunas?

Contaré una que me conmovió: mi libro La Mula en el escaparate de una librería de Zaragoza. Una señora ya mayor que jamás se ha acercado a una librería se siente de pronto movida a pararse y mirar los libros. La señora reconoce a su difunto marido en la fotografía de la portada, escogida al azar entre muchas fotos de la Guerra Civil. Esa foto, realizada por un corresponsal de guerra no la conocía la señora. Sus hijos se pusieron en contacto conmigo para contarme la historia de su padre.

A un nivel más personal, cuando no escribes ¿con qué aficiones pasas el tiempo libre? ¿Qué pequeñas cosas de la vida logran arrancarte una sonrisa?

Lo que más me relaja es cocinar (tengo ya un libro de gastronomía publicado y algunos en proyecto). Un par de veces al año hago breves viajes: uno con mi mujer a donde ella dice (generalmente lugares de arte e historia) y otro con un buen amigo a museos militares y escenarios de batallas (a este no quieren acompañarnos las mujeres porque les resulta muy aburrido).

Y, como siempre, me surge una pregunta que, por necesaria, resulta repetitiva en mis entrevistas, ¿qué nuevos proyectos ocupan tu mente?

Dentro de un mes o así aparecerá un nuevo libro de la serie historia de los españoles en el siglo XX. Este sigue a "De la alpargata al Seiscientos" y se titulará "La década que nos dejó sin aliento (1973-1982)". En febrero o sus aledaños aparecerá una novela de tema medieval que estoy terminando ahora.

Desde Anika Entre Libros te deseamos el mayor de los éxitos.

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