Anika entre libros

Entrevista a Fernando Marías por "El silencio se mueve"

"Un libro, frente a, por ejemplo, todo lo audiovisual, puede ofrecernos el sentimiento único, exclusivo, que surge en nuestro espíritu al leer a solas. Nadie ha superado eso. Nadie lo superará"

Firma: Patricia Esteban Erlés / Fotos: Fernando Marías / facebook / Abril 2011

 

Fernando Marías hace hablar e incluso moverse al silencio en su última novela juvenil, que sin embargo (he hecho la prueba conmigo misma y otros respetables adultos de mi entorno) satisface de igual manera las expectativas de un público más entrado en años, más experto en elsilenciosemuevesilencios incómodos y en culpas que no llegan a confesarse y se entierran en una fosa.

Destacaría de este libro sobre todo, lo apasionante del viaje que nos propone, como compañeros silenciosos de un singular personaje, Juan Pertierra, que viajará al caserón de su familia y cincuenta años atrás en el tiempo para ayudar a dos mujeres en apuros, y encontrará, de esta forma, el significado de un misterioso cuadro y de algunos silencios en los que no reparó antes. Pero un libro no es, a veces, solamente un itinerario agradable, hecho en buena compañía. Sucede que con "El silencio se mueve", Fernando Marías no deja que olvidemos la lectura y el poso que deja su acción trepidante, los personajes con los que nos encariñamos y una trama perfectamente ensamblada en la que no queda ni un solo cabo suelto, es una reflexión a solas, acerca de los secretos que gangrenan la conciencia de cada ser humano, de cada nación y que necesitan ser desvelados, para que los muertos puedan descansar en paz. 

 

ENTREVISTA

 

¿Cuál fue el primer libro que recuerdas haber leído? ¿Y lo primero que recuerdas haber escrito?

Como lector "adulto", es decir, cuando ansiaba dejar de sentirme adolescente, me ilusionó mucho ser capaz de leer las 500 páginas de "Por quien doblan las campanas", de la que solo recuerdo la legendaria cita de John Donne que abre el libro. Luego me atreví con "Lord Jim", y también pude con ella, aunque obviamente no capté la hondura del drama que describe. Enseguida llegó Borges y "Ficciones", y mi vida cambió. Lo primero que escribí fue un western (género literario muy denostado, hoy como ayer). Tenía 2 páginas y describía un tiroteo en un fernandomarias1"saloon". Yo debía de tener diez años, o algo así.

 

¿Cómo surgió la historia que cuentas en la novela? ¿Qué fue antes, el argumento o el personaje Juan Pertierra, ese héroe moderno, pragmático, vulnerable pero valiente y convencido de llegar hasta el final del misterio que investiga?

Quería contar la historia de un hijo que descubre, en la edad adulta, que su padre no fue el hombre ejemplar que él siempre supuso. Es una novela sobre la necesidad de conocer la verdad, al menos sobre la necesidad de buscarla. La verdad nuestra, de cada uno, la verdad individual, y también la verdad colectiva, la verdad de nuestra historia como país.

 

¿Qué es El silencio se mueve, una novela de aventuras, de misterio, de amor, psicológica?

Tiene todo eso. Pero, en realidad, una de las cosas que más me gusta de mis novelas es que sean indefinibles, y en esta eso se hace particularmente evidente. Su clasificación de novela juvenil, por ejemplo, creo que viene asociada al nombre de la editorial, SM, pero es una novela que pueden leer perfectamente los adultos. Me gusta, como lector, que los libros me sorprendan, y trato de lograr ese efecto en mis libros como autor.

 

En el libro cuentas la historia de un hombre, Juan Pertierra, que posee un don: sabe escuchar el silencio. ¿Cómo se te ocurrió la idea de este superpoder, que, ya lo decía el tío de Spiderman, conlleva, como todos, una gran responsabilidad? ¿Por qué elegiste precisamente ese don para otorgárselo a tu personaje?

Descubrí en una playa del sur que el silencio es un animal invisible, probablemente alado, que viaja a gran velocidad y por tanto solo muy de cuando en cuando lo percibimos. Como todo animal solitario, teme al hombre, pero cuando se siente a gusto con un ser humano, cosa que ocurre muy pocas veces, se queda junto a él. Eso le pasa a Pertierra. El silencio le habla, le cuenta secretos, le enfrenta a su propia verdad, a sus oscuridades y a su culpa. Es une responsabilidad pero… ¿quién no querría ser Spiderman o Batman, y regresar a casa sobrevolando la ciudad en sombras por sus propios medios?

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Me ha llamado mucho la atención el carácter heterogéneo de tu novela, desde el punto de vista de los distintos textos que combinas en su estructura (guión de cortometraje, mensajes de sms, páginas web, vídeos de youtube, un cómic, un cuadro que esconde un mensaje simbólico...). Este y otros elementos hacen del libro una especie de juego interactivo, sorprendente y muy atractivo. ¿Crees que el libro ya no puede conformarse con el soporte ni la historia tradicional? ¿La literatura debe tener en cuenta las nuevas tecnologías?

No necesariamente. Pero en este caso me divirtió unir todos esos elementos. Sin embargo, la novela puede leerse convencionalmente, no hace falta conectarse a Internet para conocer sus secretos. Lo que ocurre es que en las dos web asociadas, en google y en el blog de Pertierra aguardan suculentos bonus track. Creo que todo debe tener en cuenta a las nuevas tecnologías, nosotros como ciudadanos, la propia evolución de la sociedad… ¿cómo no tener en cuenta a la tecnología? Por eso, la unión literatura-tecnología es, y yo creo que debe ser, un camino explorable pero no obligatorio.

 

Junto a esta novedad en muchos aspectos que presenta tu novela, llevas a cabo una reinvindicación de títulos y autores clásicos, como Jack London, Poe, Bécquer... ¿Crees que es necesario acercar al público juvenil a esos grandes nombres que generaciones anteriores conocemos como lecturas de adolescencia?

Esos grandes escritores son los ideales para formar lectores que, tras ellos, lo serán siempre. Son tan grandes que a los adultos nos devuelven la juventud. ¡Cómo no compartirlos con los jóvenes! Me gusta que algunos lectores jóvenes me digan que tras leerEl silencio se mueve se han acercado a esos autores clásicos. Creo que es un logro.

 

Pienso que uno de los grandes núcleos temáticos de la novela es el descubrimiento del padre, como hombre real con debilidades y secretos que vive Juan Pertierra a lo largo de la historia. ¿Son los seres cercanos a nosotros los más desconocidos?

Los seres cercanos no tienen por qué ser lo más desconocidos. Lo que ocurre es que cuando descubrimos una faceta inesperada y oscura de los padres o hermanos, de la pareja, de un amigo íntimo, el shock que se nos produce es inmenso. Juan Pertierra descubre en la novela que su padre pudo no ser el hombre ejemplar que él siempre pensó. Mitificamos al padre y, sin embargo, ¿cómo no va a tener oscuridades?

 

Me ha parecido interesante cómo el tema del silencio adquiere una dimensión que podríamos llamar total en la novela: por una parte, está el silencio o la incomunicación literal en la actualidad, que separa a Lisa y a Liza, debido a la imposibilidad de comprenderse mutuamente de madre e hija. Pero hay también un silencio letal, envejecido y mucho más peligroso, el de los muertos en tiempos de la guerra civil española. ¿Cómo llegaste a interesarte por este asunto? ¿Crees que es necesario que los jóvenes tengan conciencia de esa realidad oscura, de esa cuenta aún no saldada, en muchos casos? ¿Es la literatura una buena manera de denunciar las injusticias?

Antes decía que la serenidad exige antes la verdad. Y la verdad de este país es que hay miles de hombres y mujeres asesinados y enterrados clandestinamente en fosas y agujeros. Por supuesto que es fernandomarias2imprescindible enfrentarse a ello y contárselo a los jóvenes. Son ellos quienes cerrarán definitivamente las heridas de la guerra civil, dentro de algunas décadas. Ya se sabe que una guerra civil termina cien años después del día de su terminación oficial. La guerra civil española terminará definitivamente en 2.039.

Y, por cierto, la escritura de esta novela me sirvió para averiguar, gracias al Centro de la Memoria Histórica, que el soldado Luis Marías, hermano de mi padre, murió el 2 de diciembre de 1936. Hasta ese día de 2010 en que lo averigüé, nunca supimos el día de su muerte. Desde ese día de 2010 mi tío tiene la tumba de una fecha.

 

Hablando de la lectura, ¿para qué le puede servir a un joven leer? ¿Qué cosas sólo puede brindarnos un libro?

Para ser más feliz, ni más ni menos. Y un libro, frente a, por ejemplo, todo lo audiovisual, puede ofrecernos el sentimiento único, exclusivo, que surge en nuestro espíritu al leer a solas. Nadie ha superado eso. Nadie lo superará.

 

¿Qué es lo más difícil que plantea para un autor acercarse a la novela juvenil?

Lo más difícil es entender que hay que tratar al lector joven de tú a tú, y aprender a hacerlo. Pienso que, asumido eso, que no es sino asumir un poco de humildad, la parte más difícil del camino está hecho.

 

Para terminar, ¿en qué proyectos te encuentras trabajando ahora? ¿Qué será lo próximo con lo que vas a sorprendernos?

Lo próximo es el arranque del proyecto HIJOS DE MARY SHELLEY. No puedo hablar de ello hasta el 3 de mayo, mi vida correría peligro, y también la de los doce escritores convocados, entre, los que, por cierto, se encuentra Patricia Esteban Erlés.

 

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