Anika entre libros

Entrevista a Elena Morales por "Los universos mágicos de Remedios Varo e Isabel Allende, Fantasmas y espíritus"

"En la actualidad, se hace un tipo de arte al que sólo se lo denomina arte por el simple hecho de que está concebido para ser expuesto en un museo, y únicamente por ello se le da un valor desmesurado"

Firma: Joseph B Macgregor / © Fotos Ramón de la Rocha, cedidas por Elena Morales / Imágenes Varo cedidas por Elena Morales / Diciembre 2007

 

Elena Morales Jiménez (La Laguna, 1972) es doctora en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna y ha estudiado Ciencias de la Información en la misma universidad. Mujer polifacética e inquieta, dotada de una especial sensibilidad, ha destacado además en múltiples disciplinas:

• Como profesora de Gramática de las Formas en la ULL y Pintura y Educación Plástica y Visual en varios centros de Canarias.

• Como redactora en la revista Correo del Arte (Madrid) y en la Agencia Canarias de Noticias ACNPRESS (Tenerife).

• Ha publicado multitud de artículos sobre arte en libros, manuales, catálogos y revistas especializadas, así como en los periódicos Abc-Canarias, El Día y Diario de Avisos. Desde 1999 colabora con La Opinión de Tenerife, desde 2003 es responsable de prensa de la Sala Conca, y desde 2004 también desempeña su actividad laboral en el campo de la edición.

En el terreno de la literatura ha publicado varios libros de relatos y una novela Malgache (Ediciones Idea, Tenerife, 2004). Además, algunos de sus cuentos han sido incluidos en diversas recopilaciones [El hechizo del biógrafo, en el volumen titulado Relatos de biblioteca (Gobierno de Canarias, 2007), La niña que quiso crecer con levadura (editorial Catriel, Madrid, 1997) y No puedo evitar ser millonario (Ediciones y Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja, Madrid, 1998)]

En enero de 2007, fue seleccionada para participar en el primer Encuentro de jóvenes escritores canarios, organizado por el Cabildo de Tenerife, de cuyo resultado fue su ensayo Escribir desde la periferia: de Canarias al cielo... o las nubes, publicado dentro del volumen: Primeros del Siglo: Ensayos sobre la última literatura canaria (Ideco-Pialte, Santa Cruz de Tenerife, 2007).

Su tesis doctoral Lo pintado y lo escrito. Límites y conexiones. Análisis comparativo entre pinturas de Remedios Varo y textos de Isabel Allende ha sido editada por la Universidad de La Laguna en soporte informático (Curso 2004 - 2005. Humanidades y Ciencias Sociales, 10), y resumida y revisada en formato de ensayo en el libro Los universos mágicos de Remedios Varo e Isabel Allende, Fantasmas y espíritus.

 

 

ENTREVISTA

 

"Los universos mágicos…" surge a partir de una tesis doctoral, resumida y revisada, que leíste en diciembre de 2004 en la Universidad de La Laguna, centrada en definir y desarrollar las conexiones entre la pintura de Remedios Varo y la literatura de Isabel Allende. ¿Cómo se te ocurrió la idea de tratar de relacionar dos artistas presuntamente tan alejadas una de la otra?

En esa época me encontraba investigando, de forma muy general, los vínculos entre la pintura y la literatura desde diversos puntos de vista, pues trataba de iniciar una tesis doctoral. Pensé que la mejor manera de demostrar los paralelismos y las relaciones entre estas dos artes era comparar ejemplos y autores concretos. Barajé muchos pintores y escritores y comencé varias investigaciones en paralelo sin que ninguna me convenciera del todo. Por entonces, cayó en mis manos, casualmente, La casa de los espíritus, de Isabel Allende. El libro me recordó muchísimo al universo de Remedios Varo, una pintora que conocía desde hacía tiempo y que me encantaba. Quise volver a revisar su pintura y acudí a las librerías en busca de documentación. Sólo quedaba una biografía escrita por su sobrina, Beatriz Varo; el resto de los libros escritos sobre ella estaban agotados, pero los consulté en las bibliotecas. A su vez, me compré el resto de las novelas de Allende. A medida que leía y comparaba los textos con las imágenes fui encontrando cada vez más conexiones. Estaba tan sorprendida elenamoralescomo entusiasmada, y cuando quise pararme a reflexionar en lo arriesgada de esta propuesta, ya estaba imbuida por completo en una investigación apasionante.

 

El objetivo central de tu tesis y del libro en cuestión es tratar de demostrar que "no son necesarias las interinfluencias directas entre dos autores para que sus imaginarios creativos sean equivalentes".

Exactamente. De hecho, cuando planteé la posibilidad de convertir este trabajo en una tesis, una profesora me recomendó que cambiara a Isabel Allende por Leonora Carrington, pues Allende no está del todo aceptada por una parte de la crítica. En un principio, intenté hacerle caso. Leí toda la obra literaria de Carrington y analicé su pintura. A pesar de que, si seguía por ese camino, no tendría riesgos de equivocarme, no logré entusiasmarme con el tema, pues comparar a Remedios y a Leonora no tenía ningún mérito desde mi punto de vista: eran amigas íntimas, las dos pintaban y escribían y llegaron a idear algunos textos en conjunto. Además, era una relación que ya estaba estudiada y demostrada. Por otro lado, los textos de Carrington me parecían muy originales, pero en algunos casos herían mi sensibilidad dado el enfoque de sus temas. Recuerdo que tuve algunas pesadillas tras leer sus cuentos. Estudiarla era para mí una especie de tortura. Ese tipo de locura surrealista lindando con lo escatológico de Carrington no aparecía para nada en las obras de Varo, mucho más positivas y colmadas de sensibilidad. Por eso, finalmente, descarté esa recomendación.

Estoy totalmente convencida de que dos artistas no tienen por qué conocerse mutuamente para crear mundos paralelos. Las coincidencias entre autores desconocidos entre sí siempre han existido, por el hecho de que, al fin de cuentas, todos somos humanos y podemos tener una parecida manera de sentir, de pensar, de ver el mundo o de representarlo sin tan siquiera saberlo.

 

Además, pienso que esta teoría queda aún más reforzada cuando aseguras (y presentas testimonios escritos) que Isabel Allende, hasta el momento de leer tu tesis, no conocía la obra de Remedios Varo.

La carta de Isabel Allende fue un gran aliciente para proseguir y concluir la investigación. Ella dice que existe "una asombrosa conexión, una alquimia" entre Remedios y ella "que desafía distancias y tiempos".

 

¿Por qué no estás muy de acuerdo con la adscripción de Remedios Varo dentro del movimiento surrealista?

Remedios Varo ingresó en el movimiento surrealista desde que llegó a París, en 1937, gracias a su relación con el poeta francés Benjamín Péret. Durante muchos años después de marcharse a México, su obra se reprodujo en las principales publicaciones de esta tendencia de vanguardia. También colaboró, junto con otros adeptos del movimiento surrealista, en la elaboración del Diccionaire abrégé du surréalisme, ideado por Bretón y Eluard. La artista era afín a algunas particularidades del grupo, como la confianza en lo intuitivo, la indagación del subconsciente y la importancia que daban al arte. Pero, más que nada, le atraía esa forma de vida bohemia y despreocupada de las convenciones. Ella intervino en muchas de las actividades de los surrealistas y fue reconocida o clasificada como tal. No obstante, este movimiento le influyó más en la manera de entender la vida que en su propio arte. Por ejemplo, tenía terror a envejecer, y comenzó a quitarse años, lo que se reflejó hasta en su pasaporte y en su tumba, que dan como fecha de nacimiento 1913, en vez de 1908. Todo ello conectaba con el prototipo de mujer surrealista, la "femme-enfant" o mujer-niña: joven, ingenua e inocente.

En cuanto a su pintura, le gustaba trasladar el mundo de sus sueños y las imágenes de su fantasía a sus obras, pero no de forma inconsciente ni azarosa como promulgaban los surrealistas. Todo lo contrario, ella concebía sus imágenes en su mente claramente antes de llevarlas al lienzo, y se ha hablado de que, más que la influencia inmediata del subconsciente, su arte refleja un estado de supra-conciencia.

Por otro lado, Remedios conecta también con lo real maravilloso americano de los años 60, pues sus temas, figuras y composiciones encajan con la convicción de Alejo Carpentier de que lo fantástico se crea a partir de mezclas y yuxtaposiciones de diversas realidades humanas. Por lo tanto, aunque considero que son indiscutibles ciertas afinidades de Remedios Varo con los surrealistas, sobre todo en una etapa determinada de su vida, pienso que su relación con este movimiento es algo ambivalente.

 

De igual modo, pones en duda la presunta relación de Isabel Allende con el famoso y celebrado boom de autores iberoamericanos como García Márquez, Cortázar, Vargas Llosa, etc.

Allende no ha pertenecido conscientemente a este movimiento. Pero es inevitable relacionarla tanto con el boom como con el post boom de la literatura iberoamericana. Esto es debido principalmente a su primera novela, La casa de los espíritus, que ha sido comparada hasta la saciedad con Cien años de soledad. Y es que efectivamente existe un estrecho vínculo entre estas dos obras literarias, aunque cada una mantiene su autonomía y entidad propia.

 

Ambas coinciden principalmente en que para crear parten de lo más cercano, lo más familiar, lo más reconocible, para terminar trasmitiendo una serie de experiencias que consiguen tener un alcance universal…

Sí. Las dos crean sus obras desde sus recuerdos, desde sus experiencias y sus vivencias personales, y lo hacen de tal modo que consiguen conmover al lector o al espectador.

 

Sin embargo es en la mirada, más introspectiva en el caso de Remedios y menos en el caso de Allende, donde terminan diferenciándose…

Así es. Junto a sus recuerdos y experiencias y las vivencias de sus seres más cercanos, Allende describe siempre como trasfondo la historia de su país y de los países latinoamericanos en general, así como la de otros territorios que ha conocido o donde ha residido. Varo mira hacia dentro de sí misma para idear sus personajes metafóricos y sus autorretratos en situaciones de lo más diversas.

 

A la hora de enfocar o plantear las diferentes temáticas: la familia y la tradición, el feminismo, la pasividad y la marginación femenina, el culto a la belleza y al cuerpo, la maternidad, el exilio, el amor (amores inalcanzables o ridículos, el amor como fuerza suprema), la supeditación a las fuerzas cósmicas y/o sobrenaturales, vida y muerte, la soledad, sueños y magia, deseos de volar, violencia y política… es en donde encuentran más disparidad. Coinciden en que a las dos le interesan estos temas, pero no lo reflejan de igual manera en sus creaciones pictóricas o literarias…

Las dos autoras comparten muchísimas coincidencias temáticas, y el enfoque de éstas unas veces coincide y otras veces no coincide del todo o incluso se diferencia. Por ejemplo, el tema del amor aparece en todas las novelas de Isabel Allende como un asunto primordial. En cambio, Varo sólo reflejó este tema en tres cuadros. Pero el enfoque de esos tres cuadros coincide con el enfoque de la mayor parte de los Cuentos de Eva Luna, de Allende, pues es visto como un sentimiento inalcanzable o ridículo.

En cuanto al tema de la familia y la tradición, para las dos tiene una enorme importancia y es el motor de gran parte de sus obras, pero mientras que Allende se inmiscuye en él para rescatarlo, Varo lo retrata casi como protesta y como huida.

La política está presente en gran parte de los libros de Allende como telón de fondo, y Varo sólo trata este tema en dos pinturas y un dibujo. No obstante, hay muchísimas temáticas donde el enfoque coincide a la perfección, como -salvo en la maternidad- en todas las relacionadas con la mujer: desde la defensa del rol de la mujer desde un punto de vista feminista, hasta la pasividad doméstica o el culto a la belleza.

También hay coincidencias muy nítidas en la importancia que se da en sus obras a las cuestiones de los sueños, la magia y la supeditación a las fuerzas cósmicas y/o sobrenaturales, la relación entre la vida y la muerte, la visión de la soledad como reencuentro con uno mismo, así como en el valor que cobran los viajes y los personajes viajeros.

 

¿En qué consiste exactamente la metaficción?

En ir más allá de la invención creada, en incluir una nueva ficción o creación dentro de la propia creación o ficción. En el caso de Varo se da a través de esos personajes capaces de conformar nuevos mundos a través de sus acciones creativas, como tocar un instrumento o tejer. Mientras que en las obras de Allende está presente mediante la inclusión de personajes clave cuyos discursos se superponen a la trama general y la complementan. Isabel Allende utiliza un tipo de escritura en la cual la propia conciencia es un artificio que hace interrogar sobre las relaciones entre ficción y realidad. Esto se aprecia claramente en La casa de los espíritus, cuya narradora es Alba, quien se vale, para contar su historia, de los elenamorales-cirujanodiscursos de sus abuelos, que debe unir a través de una relación dialógica; pero, Alba utiliza, primordialmente, los cuadernos de su abuela Clara, y en estos cuadernos se da una nueva ficción, porque la escritura de Clara (dedicada la mayor parte de su tiempo a desarrollar sus facultades de espiritista) es codificada por medio de un lenguaje heterogéneo y simbólico. También en Eva Luna se da la metaficción, pues la narradora-protagonista mezcla dos realidades distintas, la ficticia y la real, sin llegar a distinguirse del todo una de la otra.

 

También encuentras coincidencias a la hora de utilizar una serie de recursos estilísticos en donde ambas coinciden a extremos increíbles: pandemóniums visuales, sinécdoques y metonimias, figuras jerarquizadas reversibles y no reversibles, estilizaciones, repeticiones rítmicas, sinestesias, alegorías…

Se trata tal vez de la parte más técnica del libro. Con estos recursos las dos autoras crean multitud de seres híbridos, mezcla de humanos y animales, humanos y vegetales, o incluso humanos y máquinas y también determinados ambientes compuestos. Un ejemplo de este tipo de coincidencia es un cuadro de Varo titulado Encuentro, donde tiene lugar un apasionante encuentro amoroso entre una estatua de mármol y una mujer de fuego, bajo la luz de unas luciérnagas antropomorfas, y un texto de Allende extraído de Retrato en sepia en el que se alude a una aventura pasional entre dos personajes a escondidas de otros dos que quedan metafóricamente reducidos a insectos. Gracias a la hipérbole y la metáfora las dos autoras logran un análogo efecto expresivo en los distintos lenguajes con los que se comunican.

 

De igual modo, en los protagonistas: personajes difusos, humanos-insectos, individuo ave-pez, hombre-animal-máquina, mujer-instrumento de cuerdas, mujer-barco, mujer-vegetal, personajes-sombras o transparentes, tejedoras y músicos, personajes circenses, alquimistas y científicos, médicos y curanderos, viajantes, etc. aparecen bien como protagonistas inmersos dentro de la obra pictórica o novelesca, o bien a modo de comparación (en el caso de Allende, en los más abstractos).

Así es.

 

Finalmente esta comparación entre ambos mundos evidencia que ambas creadoras al mirar hacia dentro de sí mismas, descubren múltiples aspectos comunes (fantasmas, obsesiones, temáticas, sueños…) algo que resulta todavía más curioso si tenemos en cuenta que no coincidieron ni en la distancia ni el tiempo.

Ése fue justamente mi objetivo. Convertir esa premisa en una conclusión a través de todos los ejemplos expuestos.

 

Una cualidad que encuentro en tu libro consiste en que a través del recorrido profundamente analítico que haces por la mayor parte de la obra pictórica de Remedios Varo, he aprendido a mirar de otro modo la pintura, a descubrir en cada pequeño detalle un concepto, algo interesante que decir o trasmitir.

Las pinturas de Remedios Varo son muy ricas tanto técnica como conceptualmente. Están colmadas de significados y símbolos, tienen una narratividad oculta que invita a mirarlas una y otra vez, de manera que uno puede encontrar siempre algún detalle nuevo que antes le había pasado desapercibido.

 

Por otro lado, me ha servido para valorar de un modo diferente la obra novelística de Isabel Allende, mucho más profunda de lo que pueda parecer a simple vista. De alguna forma, me he reconciliado con ella como lector y a partir de ahora me acercaré a sus novelas con otra mirada.

Como comenté antes, las obras de Allende han sido denostadas, tal vez injustificadamente, por una parte de la crítica. Como todos los autores, esta creadora tiene obras muy brillantes y otras no tanto. Pero en todas ellas irradia una sensibilidad muy grande y una manera de entender la vida muy positiva. Con su estilo logra una prosa amena, pero que para nada es plana, está llena de colorido, imágenes, ritmo y musicalidad. Ella se vale de la retórica de una forma tan intuitiva que en ningún momento resulta artificial; por el contrario, su narración siempre es muy fluida y fresca.

 

¿En que consistió tu trabajo de documentación y estructuración del libro/tesis?

El trabajo de documentación consistió en leer todas las monografías y libros escritos en relación a las autoras, así como la mayor cantidad de artículos y reseñas publicados sobre ellas en revistas y periódicos.

Por otro lado, decidí estructurar el libro en cuatro capítulos principales que estudian las obras de Remedios Varo e Isabel Allende desde distintos puntos de vista. El primero ofrece una breve aproximación a las autoras y sus afinidades. En el segundo se compara la retórica pictórica de Varo con la retórica literaria de Allende. En el tercero se especula en las coincidencias temáticas, y en el cuarto se elenamorales-encuentroproponen 22 analogías entre párrafos concretos extraídos de los libros de Allende y descontextualizados del resto de la narración con pinturas de Remedios Varo. A todo ello siguen las conclusiones, una bibliografía, un cuadro sinóptico de las vidas y obras de las dos creadoras en sus contextos históricos y un índice de las imágenes de los cuadros de Varo insertadas en el libro.

 

¿Has leído "La cazadora de astros" de Zoé Valdés? ¿Qué opinión te merece el tratamiento que esta autora da al personaje de Remedios Varo?

Sí. Está tratado con muchísimo cariño y admiración, y permite conocer la personalidad de la creadora en profundidad, a pesar de sus licencias ficticias. La autora describe fotos de Remedios con sus familiares, amigos y compañeros surrealistas que conozco de memoria, por lo que rápidamente las identifico, al igual que los cuadros a los que alude. No obstante, me resultan extraños y anacrónicos algunos de los diálogos en los que interviene la pintora, a pesar de que Zoé utiliza en muchas ocasiones las palabras que Varo dejó escritas.

 

Con respecto a "Malgache", se nota que es una novela en la que hay un potente componente autobiográfico…

La novela está inspirada en algunas vivencias personales y también en hechos y reflexiones que me han contado algunas personas que he conocido, pero no es estrictamente autobiográfica. Sí quise hacer una crítica a la Escuela de Bellas Artes de Toulouse, donde estudié los dos últimos cursos, así que en el texto reflejo mi visión de esa escuela tal y como yo la conocí, en los años noventa. En ese sentido, puede que Sandrine sea el personaje detrás del que me escondo para decir lo que pienso sobre ciertos asuntos.

La verdad es que no me gusta pensar demasiado qué es y qué no es autobiográfico. Cuando escribí la novela intenté ante todo que fuera verosímil y creíble a pesar de lo extraño de algunas situaciones descritas.

 

¿Es Sandrine tu alter-ego, el personaje con el que mejor te identificas? ¿Coinciden sus ideas sobre el arte, la amistad... con las tuyas?

La mayor parte de las ideas de Sandrine coinciden con mis pensamientos en una etapa de mi vida, que se corresponden con la edad que tiene Sandrine en la novela, y que es alrededor de 20 años. Cuando escribí la novela traté de recordar cómo pensaba yo cuando tenía esa edad, y en ese sentido puede que Sandrine sea un alter ego de la persona que fui. Sin embargo, Sandrine también está inspirada en una amiga mía procedente de El Havre, que fue a estudiar a Toulouse con una beca, y a quien le sorprendió el ambiente de esa ciudad estudiantil y abierta, tan distinto al que ella estaba acostumbrada en su pueblo natal. Tal vez, Sandrine es una mezcla de las dos.

 

¿Cómo definirías a Jou? ¿Cuáles son los rasgos de este personaje que más te interesan? ¿En dónde crees que reside su atractivo?

Jou es un joven trastocado y muy marcado por una ruptura amorosa. Es voluble, impulsivo, terco y muy obsesivo. Es un hombre que ha vivido experiencias fuera de lo común a muy temprana edad que lo han dejado herido. Ha llegado a ser maltratado psicológicamente, por lo que no encuentra un equilibrio mental por sí mismo. Es un hombre libre desde todos los puntos de vista, pues no tiene ningún tipo de responsabilidades ni ataduras, y sin embargo se convierte en un preso de sí mismo, porque no encuentra un camino a seguir. Es casi un ser alienado que ha perdido su guía y necesita una ayuda externa que no encuentra.

Me interesa su excesivo narcisismo, porque es tal vez este defecto el que conecta con su yo más profundo, el que le da una personalidad propia y el que le permite elenamorales-mujermantener la poca identidad que le queda. Es también su narcisismo lo que le lleva a luchar por un objetivo concreto en la vida, que es la búsqueda de la inmortalidad a través del arte. Tal vez su encanto resida precisamente en su carácter impulsivo. Jou es como un niño que dice lo primero que se le ocurre sin pararse a pensar.

 

En mi opinión, Jou se pasa toda la novela intentando olvidar un amor, y que cree encontrar en Sandrine una sustituta ideal… pero el deseo de repetir una pasión como aquella provoca que reciba una imagen desvirtuada o falsa de Sandrine. Jou desea que ésta sea como Anne, su ex-amante, pero sólo coincide con ella en su interés por el arte, en que es una artista… pero en poco más.

Es exactamente así, y eso refleja la simplicidad de su ser, la incapacidad de ver más allá de las cosas y su inmensa ceguera y obcecación.

 

¿Qué opinas de Anne?

Es una mujer fuerte y calculadora, que se hace a sí misma, pero es también una mujer que lleva a cuestas una gran herida, una herida que logra envolver en una dura e inquebrantable coraza.

 

Pienso que Anne no le ayudó mucho a crecer como persona, provocando en él una dependencia total hasta el punto de anularlo bastante. Cuando ella lo abandona porque se ha cansado, Jou se siente como una especie de "inválido sentimental": todo lo que sabe (sobre arte y sobre amor) lo ha aprendido de ella. Por eso, le urge tanto encontrar una sustituta, que cree encontrar equivocadamente en Sandrine.

Anne se marcha sin darle ni una sola explicación. Ella está en su derecho de irse o de no hablar, pero su actitud es muy egoísta; y esta frialdad y falta de consideración hacia quien ha sido su amante por mucho tiempo deja a Jou aún más marcado y desolado. Ella no prepara a Jou para lo que le espera, ni le da tiempo a asimilar lo que va a pasar antes de que pase. Por eso a él le cuesta tanto superarlo.

 

De Sandrine ya has hablado un poco anteriormente. Me parece el personaje más interesante de todos con diferencia.

Sandrine está viviendo una de las etapas más difíciles de la vida de las personas en general, desde mi punto de vista; y ésta es, al contrario de lo que se tiende a pensar, la juventud o el paso de la juventud a una cierta madurez, ese periodo de tiempo en el que uno se está formando para buscar su destino, en el que uno empieza a plantearse en qué podrá trabajar y cómo o a qué quiere dedicar el resto de su vida. No estoy de acuerdo con esa creencia popular de que la vida de estudiante es la mejor. Por mi propia experiencia, creo que es más gratificante esa otra etapa en la que logras cierta estabilidad económica mediante un trabajo que te guste, etc.

 

¿Qué sentido tiene para ti la aparición de Rosa en la trama de la novela? ¿Por qué durante unos instantes su historia personal adquiere tanto protagonismo?

Rosa es el personaje que me permite constatar que Jou no ha perdido su capacidad para seducir. Su historia personal adquiere protagonismo en la medida en que eso es lo que ella elige contarle a Jou. Rosa es un personaje secundario relacionado con Jou al igual que Gilbert lo es en relación a Sandrine. En ese punto de la novela, me parecía necesario incluir una historia que permitiera al lector descansar de la obsesiva historia de Jou con Sandrine. Indica también que hay un tiempo en que los dos protagonistas no se ven, y que Jou es capaz de entablar nuevas relaciones, que su vida no es solo pasear en solitario, esperar a Sandrine y emborracharse.

 

Otra característica de "Malgache" se centra en la descripción de los personajes a través de la voz del narrador y no tanto por lo que dicen o por lo que hacen. ¿No crees que sería mejor la segunda opción, permitir que el lector saque su propia conclusión sobre los personajes y no que no sea tanto el narrador el encargado de hablarnos de ellos?

Sí. Creo que eso es lo ideal. Lo que pasa es que "Malgache" no es una novela de demasiada acción. A lo largo del libro no son tantas las cosas que suceden. La trama general es muy sencilla. Realmente los personajes no "actúan" tanto. En cuanto a lo que dicen, me parece que hay bastante diálogo; soy de la opinión de que el diálogo es un recurso del que no se debe abusar, a no ser que se haga con la maestría de Manuel Puig ("El beso de la mujer araña").

Por otro lado, Jou es un personaje tan simple y tan complejo al mismo tiempo que requiere una explicación por parte del narrador. Pensé que si lo dejaba únicamente actuar y hablar sin contextualizar sus circunstancias podría resultar excesivamente cursi y ridículo. Mi referente a la hora de narrar de esta manera fue Milan Kundera.

 

¿Por qué alternas una narración digamos más clásica con los diarios de Sandrine?

Quise experimentar con distintos registros narrativos y no con uno solo. Pensé que el libro sería más entretenido de este modo. Los diarios suponían una manera excelente de incluir el pensamiento de Sandrine, con sus contradicciones y dudas. Precisamente, el diario es un recurso ideal para permitir que el lector obtenga sus propias conclusiones sobre el personaje.

 

¿Qué utilidad tienen esas sentencias que encabezan cada uno de los capítulos?

Sirven para que el lector se haga una idea de lo que se va a encontrar en la novela al hojear el índice. Proviene de mi formación como periodista y de una intención de agilizar la lectura con títulos decorativos a modo de ladillos o sumarios. Para mí fue una forma de divertimento.

 

Otra de las cosas hermosas de "Malgache" es la cantidad de temas interesantes sobre las relaciones humanas y sobre el arte que plantea. Las siguientes cuestiones elenamorales1tienen que ver con los aspectos que me provocaron mayor interés o me hicieron pensar, por ejemplo ¿Crees que la vida es una continua guerra jalonada de batallas, como piensa Anne?

He conocido a algunas personas que ven la vida de este modo, y por eso están siempre en una actitud defensiva. Pero a mí no me gusta ver la vida ni como una guerra ni como una sucesión de batallas, no llevo para nada una actitud combativa ante la vida. Sería, más bien, un camino lleno de pruebas y retos que uno se va trazando y que debe ir superando en la medida de sus posibilidades y siempre en busca de aquello que cree que le puede acercar cada vez más a su manera de entender la felicidad.

 

¿Se puede ser "normal" y "artista"? ¿Normalidad y arte son términos incompatibles?

Claro que sí. No son incompatibles para nada. Otra cosa es que ese artista quiera triunfar rápidamente como tal. En ese caso le resultará más fácil conseguirlo si elige el camino de la excentricidad. Vivimos en la sociedad del espectáculo. Ya no basta con crear buenas obras de arte. Para hacerlas visibles, esas obras deben ir acompañadas de una buena promoción: ¿y qué mejor publicidad que acompañarlas de un escándalo o cualquier montaje llamativo que se salga de la norma?

 

¿De qué modo el arte puede construir y no destruir al artista?

Utilizándolo del modo más positivo posible. Es decir, realizando obras que te ayuden a entenderte a ti mismo, que te permitan explorar tus posibilidades e indagar en lo que te pasa, en lo que puedes mejorar de tu vida y por tanto que favorezcan tu crecimiento personal. Justamente como lo hace Remedios Varo. El artista que se destruye a sí mismo a través de su arte es aquel que ante todo busca una manera de ser original para destacar sobre los demás, el que por competir a ultranza y lograr un hueco en la historia del arte es capaz de experimentar con su propia vida, magullándola, al utilizar substancias dañinas o someterse a situaciones extremas; o aquel que se obsesiona por lograr lo inalcanzable o por ser entendido a destiempo, obteniendo como recompensa una insatisfacción que puede llevarle a su autodestrucción.

 

¿Todo es convertible en un libro?

Sí, pues, si nos lo proponemos, a cualquier cosa que esté a nuestro alrededor le podemos sacar un partido, o puede convertirse en una excusa para imaginar una historia. Pero para ello es necesario entrenar a la imaginación.

 

¿Tienes la misma opinión que Sandrine sobre las relaciones "fugaces"?

Sí. Suponen una manera de vivir muy rápido sin quedarte con nada; o, más bien, lo que dejan es un poso amargo, un recuerdo confuso. No obstante, respeto a todo practicante de esa filosofía. También pienso que uno no puede cerrarse en banda y que muchas veces lo que en principio parece plantearse como una relación fugaz pueda desembocar en una relación duradera.

 

¿Crees que lo útil puede ser bello y que los objetos fabricados en serie puede motivarnos reflexiones o sentimientos parecidos a los que nos provoca una obra de arte?

Todo depende de nuestra mirada, de nuestro estado interior. Cualquier objeto puede hacernos ver algo si nosotros queremos, si estamos entrenados para ello y somos susceptibles de ello. Esto tiene mucho que ver con la filosofía de los libros objetos presente en la novela.

 

¿No estás de acuerdo por tanto en la separación clásica entre arte y diseño?

Tampoco creo que se deban unir en todas sus vertientes. Tal y como está estructurada la sociedad no queda más remedio que separarlas, que hacer esa distinción. Lo que sucede es que, en la actualidad, se hace un tipo de arte al que sólo se lo denomina arte por el simple hecho de que está concebido para ser expuesto en un museo, y únicamente por ello se le da un valor desmesurado. Y luego te encuentras diseños asombrosos que, por estar fabricados en serie, pierden su valor de obra de arte.

 

¿Hay algún personaje secundario por el que sientas un especial cariño?

Quizás, Madame Florence, la patrona de Jou, que es un personaje muy muy secundario, pero que me parece entrañable. Es una anciana que habla con su marido cantando y que despierta a Jou cada mañana con sus invocaciones y rezos. Es un personaje totalmente ficticio y que me encantó imaginar, pues la veo muy nítidamente realizando todas las tareas de la casa a medias, con su delantal blanco, sobre su vestido blanco.

 

Pues muchas gracias, Elena. Esto es todo, si deseas añadir algo más…

Muchísimas gracias a ti. Ha sido todo un placer descubrir tus impresiones sobre estos libros, y, en general, conversar contigo.

  

Nota de la entrevistada: "Los universos mágicos de Remedios Varo. Fantasmas y espíritus" y "Malgache" se pueden comprar en dos librerías de Madrid: en La Central, del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Ronda de Atocha, 2. Tfno.: 917 878 782), y en Polifemo (Avenida de Bruselas, 44. Tfno. 917 257 101). También se pueden adquirir en las principales librerías de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, incluidas las de El Corte Inglés. Otra manera de conseguirlo es a través del siguiente enlace de la web de Ediciones Idea.

 

ver + Elena Morales Jiménez 

 

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