Anika entre libros

Entrevista a Antonio Gómez Rufo por "La noche del tamarindo"

"Mi novela es una proyección al futuro, así como una novela del siglo XXI, y tiene que abordar aspectos tan vigentes como este"

Firma: Joseph B Macgregor / Fotos: autor / Marzo 2008

 

El escritor Antonio Gómez Rufo (Madrid, 1954) ha cultivado la novela, el periodismo, el guión cinematográfico y el ensayo. Autor de una treintena de publicaciones, su obra ha sido galardonada con diversos premios literarios. Gómez Rufo es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, donde pronto se vinculó al grupo de intelectuales reunidos en torno al catedrático Enrique Tierno Galván. Dirigió el Centro Cultural de la Villa y el Aula de Cultura del Ayuntamiento de Madrid. Su literatura ha sido traducida a idiomas de toda Europa.

Gómez Rufo ha publicado recientemente "La noche del Tamarindo", novela-mixtura de géneros: libro de viajes, e historia de amor, algo de suspense y mucho de aventura, narrada al viejo estilo (que no anticuado) de las clásicas narraciones de Julio Verne. Todo esto le sirve como excusa además para hablar de temas que están de candente actualidad como son la experimentación biogenética o los efectos del cambio climático, entre otros.

 

 

ENTREVISTA

 

Tus últimas novelas están ambientadas en épocas históricas muy concretas: Balada triste en Madrid (2006) nos sitúa en la posguerra española; El secreto del rey cautivo (Premio Fernando Lara 2005) recrea el tiempo de la invasión napoleónica; Los mares del miedo (2002) nos lleva hasta el siglo de Oro; Si tú supieras (1997) cuenta un relato de amor entre mujeres en la Barcelona de finales del siglo XX; Las lágrimas de Henan (1996) refleja la China rural... ¿Por qué ese interés por la novela histórica por encima de otros géneros literarios?

La novela histórica permite narrar un suceso de ayer como una gran metáfora de algún tema actual. Mis novelas históricas siempre abordan hechos o personajes que tienen una referencia con el presente y con el que los lectores sientes una especie de identificación. Para que se entienda: los héroes del Dos de Mayo de 1808 que protagonizan "El secreto del rey cautivo" combatieron al invasor francés igual que los iraquíes se enfrentaban a los invasores USA en la guerra de Irak. Y mientras a los nuestros se les llama héroes (porque vencieron) a los invadidos de hoy se les llama terroristas. Ser héroe o villano depende de quien gane las guerras.

 

¿A qué crees que se debe este "boom" reciente, a nivel de ventas, por la novela histórica?

No lo sé. Es coyuntural, imagino. Aunque también es cierto que en momentos de crisis de valores el ser humano suele echar la vista atrás para entender lo que le pasa y encontrar puntos de referencia. Vivimos tiempos confusos y muy poco gratificantes desde el punto de vista intelectual y de valores éticos.

 

Centrándonos en "La noche del Tamarindo" esta es una narración cuyo tema central es la eternidad…

Más bien la longevidad. El mito de la eterna juventud está dejando de ser un sueño con tanto potingue y tanta cirugía estética. La biogenética también está ganándole vida a la vida. Hoy se vive alrededor de ochenta años. En el 2050 serán 130 o más. Mi novela es una proyección al futuro, así como una novela del siglo XXI, y tiene que abordar aspectos tan vigentes como este.

 

Vinicio Salazar finge su propia muerte para intentar conseguir ser eterno… ¿Cuáles son los rasgos más destacables de este personaje?

La ambición. Y también la cobardía. Salazar representa aquello que antoniogomezrufo1seguramente haríamos todos si tuviéramos todo el dinero del mundo para comprar aquello que está a la venta. Hasta que se da cuenta de que lo verdaderamente importante (el amor, la salud, los afectos…) no están en venta. Solo se pueden comprar las cosas que están a la venta: una casa, pero no un hogar; un reloj, pero no el tiempo…

  

¿Es el amor que siente por su hija la única motivación de Salazar para intentar conseguir la eterna longevidad?

Es la excusa, la coartada. En todo caso, es la manera de seguir con la vida porque la muerte de un hijo es mucho más que una pérdida: es una mutilación. Y cuando esas desgracias ocurren, la gente necesita buscar razones para levantarse cada mañana de la cama.

 

¿Qué sentido tiene querer ser eterno cuando, tal y como lo planteas en la novela, la tierra se encamina hacia su fin?

El cambio climático es una realidad, no una fantasía. Pero si nos aplicamos un principio de rectificación (todos y cada uno de nosotros) podemos retrasar sus efectos devastadores. Podemos dar al Planeta diez o quince décadas, en vez de las cuatro o cinco que se vislumbran ahora si seguimos por el camino que llevamos.

 

Me llama la atención el carácter camaleónico del personaje…

Todos lo somos. En esto, Salazar no es una excepción. El ser humano tiene una gran capacidad de adaptación y eso, a veces, se llama ser camaleónico. Sobrevivir exige cambiar muchas veces de punto de vista, por convicción o por conveniencia.

 

En "La noche del Tamarindo" hablas también de ética científica, haciendo una reflexión sobre cuáles son los límites que la ciencia no debe rebasar en la experimentación médica, por ejemplo…

No hay que confundir ética con moral. La moral es convencional y responde a un momento ideológico concreto. En cambio los principios éticos son inmutables. Cuando algunos gobiernos intentan poner trabas a la Ciencia en nombre de una moral determinada, están condenándola a trabajar en la clandestinidad, porque la Ciencia nunca se ha detenido. Si impiden crear vida artificial de manera legal, se ensayará sobre seres humanos, los más pobres e indefensos, y contra eso se puede esgrimir la ética en nombre de la dignidad humana. Sobre la moral, no. Es acomodaticia.

 

¿Por qué piensas tú que con frecuencia los gobiernos del mundo ponen cuestiones éticas o religiosas por encima de las médicas?

La religión (todas las religiones) insisten en que la vida sólo puede crearla Dios. Pero en EEUU acaban de crear un ser vivo (la cadena genética de un gusano) a partir de elementos artificiales. O sea que es falso. Pero las religiones juegan con el miedo de los seres humanos para conservar sus privilegios. Aquellos gobiernos que secundan semejante idiotez lo hacen porque su sistema económico no soportaría pagar pensiones hasta los 150 años. La vida de los otros es demasiado cara para el poder.

 

"La noche del Tamarindo" es una novela mezcla de muchas: tiene mucho de libro de viajes, en un doble perspectiva: el viaje exterior a través de diversos países y el interior que realiza el protagonista…

Me parece una buena manera de explicarla. Y lo más importante, para mí, es el viaje interior del protagonista.

 

…Y es básicamente, una historia de amor.

Una gran historia de amor, entendida no sólo como amor de pareja sino como de amor en el sentido más amplio: paterno-filial, de amor hacia los demás y de amor hacia uno mismo, tan necesario para sentirse bien.

 

También son dignos de destacar los aspectos más o menos ecologistas de parte de la trama. ¿Qué opinas de Al Gore y sus teorías acerca del cambio climático?

Creo que tiene razón y que mucha gente todavía no lo cree. Yo estoy seguro de que en cuatro décadas el mundo no se regirá por el patrón-oro sino por el patrón-agua. Esto nos debería hacer pensar.

 

Además, tiene algo de novela de ciencia-ficción. ¿Por qué optas por la mixtura de géneros?

En la vida de todo ser humano se atraviesan épocas protagonizadas por lanochedeltamarindo-portadael amor, los viajes, la aventura, la serenidad psicológica, la intriga, etc. Nuestras vidas se componen de episodios genéricos. En la vida de Salazar también sucede, por eso cada tramo necesita su estilo y su género. Incluso la novela empieza como una novela de intriga porque todo niño, al nacer, es una intriga sobre qué será su vida. La novela, en todo caso, no tiene nada de ciencia-ficción; en todo caso, de proyección hacia el futuro, como Julio Verne proyectó el futuro en algunas de sus novelas.

 

Encuentro además referencias a mitos clásicos como el de Prometeo, el de Fausto y el de El Holandés Errante, como evidencias más claras…

Una novela del siglo XXI no puede escribirse sin referencias literarias, musicales y cinematográficas del pasado, como tampoco sin proyecciones de futuro. Para mí, La noche del Tamarindo es una de las primeras novelas del siglo XXI. Vendrán muchas más.

 

¿Cómo definirías tu estilo narrativo?

Mi estilo consiste en escribir una buena trama y escribirla de la mejor manera posible. Por lo demás, se trata de no descuidar la sintaxis, hacer inteligibles las historias y que sean sencillas de lectura. El lector que quiera reflexionar, también encontrará muchos pasajes con los que hacerlo. No sé cuál es mi estilo; mi literatura es para toda clase de lector.

 

Y además hablas en tus novelas de los temas que más te inquietan o interesan, ¿no?

A mí y a la sociedad en que vivo. Al menos lo creo así. Si no me interesaban los temas, no trataría sobre ellos. Creo que la suma del entretenimiento y el compromiso da como resultado mi obra literaria.

 

¿Cuáles son tus proyectos literarios más inmediatos?

Una novela de género policiaco. Estará en un año o así.

 

Bueno, pues esto es todo Antonio, si quieres añadir algo más…

Que ojalá logre transmitir a los lectores algunas de las emociones que he sentido escribiendo La noche del Tamarindo.

   

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