Anika entre libros

el mundo

Ficha realizada por: Anika Lillo

Título: el mundo
Título Original: (el mundo)
Autor: Juan José Millás
Editorial: Planeta


Copyright: © Juan José Millás, 2007
© Editorial Planeta, 2007 ISBN: 978-84-08-07596-7
Etiquetas:

Argumento:

A través de sus recuerdos y con el fin de poner punto y final a un pasado que no le gustaba, el de su infancia, Juan José Millás relata todo aquello que no lo gustó y de lo que se quiere deshacer (ser pobre, su traslado de Valencia a Madrid, su invisibilidad, el rechazo de María José, el preferir tener otros padres más interesantes…) pero al mismo tiempo nos regala momentos mágicos vistos a través del niño imaginativo e inocente que fue (el sótano por el que su amigo el Vitaminas le muestra la calle, el ojo de Dios, la visita al barrio de los muertos…), hasta que, finalmente, decide tomar una decisión para acabar con todo aquello, particularmente con las torturas que suponían los estudios donde “la letra con sangre entra”, y pasar al otro lado del espejo, la otra realidad que siempre tiene Millás al alcance para sustituir la que no le gusta.

Leer entrevista a Juan José Millás por "El Mundo"

Opinión:

El mundo” tiene el mismo sabor de su primera literatura febril, donde tú no te pierdes, o sí, depende de él (y esto lo entenderá mejor quien haya leído el libro y rememore la escena de la escapada de la reunión con otros escritores por la casa del vecino), pero donde su protagonista, él mismo, de niño, vive a medio camino entre la realidad y la necesidad de huir.

Sus estados febriles, aquellos que le han atacado en tantas ocasiones y a los que se ha amoldado, e incluso buscado a través de las drogas, le convirtieron en dos personas, la que era (la invisible, la rechazada, la inadaptada) y la que imaginaba ser (el héroe, el espía de la Interpol). Esos estados febriles que él mismo comenta, esa adicción al éter que le hace abandonarse a los brazos de Morfeo, me recordaron inmediatamente a la lectura de “El orden alfabético”, y del mismo modo recordé este libro cuando leía sobre las “palabras”, obsesión que comparto con Millás desde niña.

Y en las palabras, a veces, los juegos, el descubrimiento, las revelaciones… Detalles inocentes como el niño viendo a Luz escribir en una vieja máquina de escribir con los ojos tapados le llevan a inventarse el conjunto de palabras “escritura ciega”, y al mismo tiempo con el talento que lleva dentro, hacernos ver lo irónico de la situación: Luz, su nombre, ciega, la escritura. De este modo, con algunas inclusiones de este tipo, nos adentramos en su mundo, su barrio, aquel del que jamás podrá salir porque existe en todas partes del mundo.

Pero al mismo tiempo nos hacemos cómplices de algunas situaciones en las que, como él, deseamos ver ese futuro encuentro entre él y María José, o más divertido, el que se produce con Luz cuando ésta asiste a la firma de uno de sus libros.

Naturalmente los mejores momentos, los más mágicos, se producen en su niñez, pero en particular a mí ha habido uno que me ha emocionado mucho y se produce en su vida adulta, cuando vuelve a Valencia a echar las cenizas de sus padres en la playa y un hombre le observa. Esa escena me produce verdadera emoción, sobre todo porque me fastidió saber que el autor se largaba dejando al hombre solo hasta que éste le llama por su apellido y todo cambia. Ese apellido se convierte, en aquel momento, en un ruego, y Millás lo entiende, como yo, que lo he vivido con especial emoción.

El autor no quiere desentenderse de su pasado, quiere escribirlo y zanjarlo, y no es posible hacerlo sin poner lo bueno además de lo malo, porque Millás odia su pasado, pero también vivió cosas hermosas, sin ir más lejos, su amistad con el Vitaminas, o la complicidad con la que el padre de éste le sigue el juego de la Interpol. Es cierto, no obstante, que si echas la vista atrás y te pones en su piel, tampoco quieres esa infancia para ti, por ello le comprendo, pero si no hubiera escrito este libro es más que posible que jamás me hubiera reconciliado con él, ya no por su talento –que es innato aunque él crea que el talento lo ponen solas las novelas- si no por su famoso artículo sobre la heroína ama de casa. “El mundo” me ha reconciliado con Millás, por eso le agradezco que haya decidido sacarlo del cajón.

Otra de las cosas a destacar es que durante la narración descubrimos algunos de los orígenes de sus novelas… el éter en su niñez y sus estados febriles marcarían después “El orden alfabético”, el detalle de que María José fuese zurda sería motivo para homenajearla en “Dos mujeres en Praga”… también el Vitaminas tuvo su homenaje en otra novela donde aparecería un personaje con ese apelativo.

Un libro a recomendar sin duda. Un premio Planeta bien dado.

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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