la primera luz de la mañana

Opinión:

Fabio Volo , actor, presentador y escritor, se ha convertido en todo un fenómeno en Italia. Ha vendido más de 5.000.000 de ejemplares de sus novelas, una cifra solo al alcance de unos pocos. Las claves de su éxito parecen radicar en su capacidad para narrar los detalles de la vida cotidiana, consiguiendo que sus lectores se identifiquen con sus historias y personajes, y todo a través de una prosa sentida, franca y cargada de poesía capaz de conmover a cualquiera que se asome a sus páginas.
 
Ese estilo tan fresco y tan cercano impregna también su último trabajo, La primera luz de la mañana, la historia de una mujer atrapada en un matrimonio insatisfactorio que trata de encontrar la libertad y la felicidad. Una mujer que poco a poco ha ido abandonando sus sueños y sus deseos y que trata de volver a encontrarse a sí misma. El catalizador resulta ser un hombre, un amante cuyo nombre no llega a pronunciarse, un hombre que consigue despertar su intimidad y sus ilusiones y que marca un antes y un después en la vida de Elena, la protagonista.
 
A modo de diario, Elena irá evolucionando ante los ojos del lector, aprendiendo a conocerse y a detectar y a nombrar todo lo que parece faltarle a su vida, hasta que consigue tomar las riendas de nuevo.
 
En algún momento, parece que la protagonista se define exclusivamente a través de su sexualidad, como si eso fuera lo único relevante de su persona. El autor introduce algunas escenas dignas de la mejor novela erótica, en contraposición al sexo vacuo y rutinario que mantiene esporádicamente con su marido. El recurso no acaba de convencerme, me ha parecido una visión muy limitada del personaje, pero no hay duda de que funciona y de que muchas mujeres se sentirán identificadas con algunos aspectos de la vida de Elena. 
 
La primera luz de la mañana es una novela intimista, cotidiana y creíble, un canto a la búsqueda de la felicidad y a la aceptación de nuestros propios anhelos. 
 
Pilar Alonso Márquez