la bambina filosófica

Opinión:

Hay una página en el comic que muestra la “filosofía astral” y ahí se describe muy quién es y cómo es la Bambina Filosófica: voluble, virulenta, febril, frívola, de moral muy particular, salvaje, cerebral, obstinada... y definiéndola aún más se nos cuenta aquello que también vemos a través de las viñetas: cierta relación morbosa con la idea de la muerte y gran propensión a calentarse la cabeza. Esta niña que antes de nacer ya daba por saco, no necesita pasar de la guardería al colegio como las demás, porque viene con el carácter incorporado: una locuacidad brutal y una mala leche que le sirven de arma. Y tampoco se comporta como una niña: habla con una adulta aunque a veces se pierde como una niña si el chantaje le parece atractivo.
 
Debo admitir que a mí la madre me ha gustado mucho, después de todo la Bambina Filosóficano podría ser como es de no tener a quien parecerse, al menos un poco.
 
El punto más surrealista lo pone la figura del cerdo inteligente que se va a vivir con ellos, un cerdo que además de hablar, pinta, baila y hace lo que haga falta con tal de librarse de la olla o el horno. Esto a la bambina le da mucho juego.
 
Su relación con Lillo (un gorila de peluche) es la más tierna a pesar del punto filosófico que la bambina le pone a sus breves monólogos, porque en comparación el resto de viñetas son pura dinamita o pura superficialidad: internet, lifting como regalo de cumpleaños y rechazo a los críos (ella misma lo es) compiten con existencialismo, nihilismo y autosuficiencia.
 
“La bambina filosófica” cuenta con citas famosas, homenajea a algunos escritores, pensadores, y artistas varios, y contiene hasta recortables, anuncios y recetas (una de las cuales me han entrado ganas de cocinar).
 
Es difícil no sonreírse con ella, y si tienes un gran sentido del humor sin pudor, hasta reírse en voz alta.
 
Anika Lillo