una tormenta inmóvil

Opinión:

Como novela histórica refleja de forma extraordinaria los ambientes de la Francia de 1832, los cambios sociales acecidos tras la Revolución,  la transformación de las clases sociales, las modas y las reflexiones que surgían en los salones de la época. Sin embargo la mayor peculiaridad de esta obra es que cautiva, estremece y te viste de sentimientos enfrentados como el personaje inmerso en un triángulo amoroso. La prosa, las actitudes de los personajes, cada descripción, el desarrollo preciso de cada una de las escenas cargadas de sensualidad y erotismo son elegantes hasta en los detalles más explícitos.
 
Sagan no permite concesiones ni tregua a la hipocresía reinante en la alta sociedad y burguesía del siglo XIX. Invita a ser partícipe de aquellas lucubraciones de puertas hacia adentro a veces con humor, también a detestar costumbres consideradas  de buen gusto como  tomarse libertades con las doncellas para cobrarse los favores del patrón o la señora. Las apariencias lo eran todo y las personas que rompían moldes de conducta se veían obligadas a pagar por ello.
 
La autora también rompió moldes en la época que le tocó vivir y su afán de libertad es un reclamo constante en todas sus novelas y en su manera de escribir. Sin embargo el amor, el odio, la envidia, también atrapa a veces con un simple gesto hasta el punto de poder esclavizar y atormentar una vida entera. Es el caso del protagonista, narrador y romántico que, aún sufriendo, prefiere permanecer leal a sus propios sentimientos.
 
Me gusta como refleja la autora esas situaciones ya muy conocidas. Para velar por los buenos modales, los matrimonios de conveniencia, se prodigaban las calumnias y los bulos malintencionados. Los encargados de custodiar esas malsanas costumbres, carecían de escrúpulos para promocionar por ejemplo las relaciones de damas con señores de edad avanzada siempre y cuando pertenecieran a la misma clase social. Sin embargo, no hay discurso moral en la obra. Aquí una doncella inteligente se rebela desvergonzada y asoma como una verdadera heroína. Su  señora, una gran dama, presenta con orgullo y franqueza a su joven amado. Y, el protagonista como decíamos, abre su corazón al lector que irremediablemente se vuelca en la ilusión y las tensiones que le golpean o reconfortan a largo de toda su vida.
 
Me siento agradecida a Ático de los Libros por decidirse a publicar de nuevo a Françoise Sagan, en una edición de bonita portada y muy cuidada presentación. 
  
Soledad Gallardo Lucena 
   
UNA TORMENTA INMÓVIL. Entre la felicidad de contemplar o recordar a la persona amada y la amargura de saberla enamorada de un rival, existe otra opción de vida ajena al transcurrir del tiempo y que el lector descubrirá por planteamientos tan apasionados como sutiles.