el vikingo

Opinión:

A estas alturas parece que los highlanders han pasado de moda y el relevo lo han tomado los vikingos, personajes tan rodeados de leyenda y de sensualidad como los anteriores. Hombres grandes, medio salvajes, con un alto sentido del honor y un código de conducta muy determinado. Es el caso del protagonista de esta novela Brage Norwald, un vikingo de lo más aguerrido que representa todo aquello por lo que su pueblo era temido.
 
La acción se sitúa en el año 838 y los sajones son este caso las víctimas de los nórdicos, que eran considerados seres salvajes, acostumbrados al pillaje y al saqueo. La autora dibuja a la perfección la imagen que se tenía de ellos y cómo se preparaban las defensas para resistir sus ataques.
 
Por otro lado tenemos la historia de lady Dynna, viuda del hijo mayor de lord Alfrick, que está a punto de verse obligada a contraer matrimonio con el hermano, sir Edmund, uno de los auténticos villanos de esta historia. El acoso a que se ve sometida por él y la persecución posterior forjan la perfecta imagen del malvado de turno.
 
Dos enemigos naturales, una sajona y un vikingo, se verán obligados a hacer un pacto para sobrevivir, un pacto cuyas consecuencias irán mucho más allá de lo inicialmente previsto. La autora consigue que dicho entendimiento resulte creíble pese a lo poco verosímil que pueda parecer en la época en cuestión.
 
La trama se desarrolla con fluidez, apoyándose especialmente en unos diálogos ágiles y bien construidos que perfilan personajes y situaciones con total nitidez. La historia es sumamente entretenida, con momentos apasionados y otros de gran tensión dramática que hacen de su lectura una delicia. 
 
Pilar Alonso Márquez