Anika entre libros

setenta días de noche

Ficha realizada por: Pilar López Bernués
setenta días de noche

Título: setenta días de noche
Título Original: (setenta días de noche, 2011)
Autor: Emma Sepúlveda
Editorial: Plataforma


Copyright: 1ª Edición, 2011 ISBN: 9788415115243
Etiquetas: investigación periodismo reportaje

Argumento:


El 5 de agosto de 2010 un derrumbe en la mina San José, ubicada en el desierto de Atacama, conmocionó al mundo. 33 mineros quedaron atrapados a casi 700 metros de profundidad. Los familiares se enteraron de lo sucedido a través de las noticias o el boca a oreja; el primer ministro chileno hablaba de un 2% de posibilidades de que los mineros siguieran con vida y los responsables de la mina corrieron a Santiago para contactar con sus abogados.

La mina San José no era segura, de hecho un minero perdió una pierna un mes antes del accidente, aunque el tema no se comentó. El mismo día del derrumbe los mineros apostados a 700 metros de profundidad pidieron salir porque oían ruidos en las paredes ¡No se lo permitieron!

Así comenzó una odisea espectacular, que dejó bajo tierra a treinta y tres seres humanos mientras sus mujeres, madres, hijas y un largo etc. improvisaban un campamento en medio del desierto, el campamento “Esperanza”. A esas personas se sumaron medios de comunicación de todo el mundo, y lo que parecía perdido tomó otra senda, la del rescate.

(El libro incluye algunas fotografías de la autora, en blanco y negro; todas obtenidas en el campamento Esperanza)

Opinión:


Dijeron los mineros que lo que sucedió allá abajo se quedaría entre ellos. Y sucedió en gran parte, porque dejando a un lado cartas emitidas por Jonni Barrios, poco sabemos de cómo sobrevivieron esos hombres salvo algunas cosas: Bebieron agua contaminada, sobrevivieron varios días comiendo los víveres que tenían en el refugio, pensados para 35 personas durante 48 horas, pero caducados, y se administraron para no permanecer ociosos a 700 metros bajo tierra, creando turnos y ayudando desde el interior a su rescate.

Pero si algo vale la pena considerar en el libro son algunas cuestiones: ¡Se les dio por muertos! Los planos de la mina San José no estaban actualizados y ello se tradujo en demasiados sondeos infructuosos. Cuando NADIE apostaba por la vida de los mineros, montones de mujeres crearon el improvisado campamento Esperanza y arrastraron tras ellas a medios de comunicación de los cinco continentes… Y eso obligó al gobierno chileno a salir ante las cámaras, poner recursos y airearlo (eso sí) en todas las televisiones.

Otra cosa a destacar es que a las mujeres senadoras o políticas no se les permitió intervenir ante las cámaras, es el caso de Isabel Allende y Ximena Matas.

Se creó una escuela para que “los niños de los mineros apostados en el desierto no perdieran clases” pero se hizo dos meses después del derrumbe, contratando a una persona que no sabía en absoluto a qué se enfrentaba, pero ante las cámaras de medio mundo, eso sí.

Muchas historias salen a la luz de la mano de la autora, especialmente las de mujeres que pasaron semanas a pie del cañón, lavaron la ropa de sus hombres y esperaron rezando. Algunas de esas historias son la confirmación de un amor, otras justo lo contrario, pero todas y cada una de ellas hablan del terrible drama humano. Y hablando de drama humano ¿Por qué las autoridades se dedicaron a leer y censurar cartas? ¿Qué temían?

Como gran parte del libro se basa en entrevistas habladas, sí he de decir que, en ocasiones, la lectura no es fácil, ni por los términos poco habituales en España ni por las numerosas faltas ortográficas. Lo que sí es cierto es que el ensayo deja demasiados interrogantes… ¿Se habría desplegado un equipo semejante de no existir el campamento Esperanza y los medios de comunicación de todo el mundo? ¿Es cierto que se van a estudiar las condiciones laborales de muchos mineros? ¿Por qué el primer ministro de Chile sólo intervino ante las cámaras para hablar maravillas del rescate pero no para informar de las malas condiciones de la mina San José? ¿Cómo es posible que los mineros pidieran salir horas antes del derrumbe porque oían ruidos en las paredes y no se les permitiera? Muchos interrogantes, eso es lo que se desprende del libro más allá de las anécdotas, cartas y sentimientos de los que vivieron en el desierto de Atacama esperando noticias de los suyos. Demasiados interrogantes, diría yo, porque visto lo visto, parece que al gobierno chileno le preocupó más su papel internacional que el rescate, porque el primer ministro no informó a las familias y, cuando lo hizo, habló de un 2% de posibilidades de que los mineros estuvieran con vida… No habló de que los planos de San José estaban obsoletos, ni de que las provisiones en el campamento en el que se refugiaron los sepultados estaban pensadas para alimentar a 35 personas durante 48 horas, pero se trataba de víveres caducados…

El libro da mucho que pensar.

Pilar López Bernués

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

¿Te ha gustado? Compártelo:

Comentario de los lectores:

Publicidad
Anika entre libros
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura
Ministerio de cultura

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar