cocina rápida para tortugas

Opinión:

Si “Cocina rápida para tortugas” está diseñada para tomar primer plato, segundo plato y postre a elección del consumidor, yo confieso que me he pegado un atracón y me lo he zampado entero de tirón. Y me ha sentado estupendamente. Una digestión perfecta.
 
No esperaba, al comenzarlo, que fuera a resultar tan enriquecedora esta recopilación de cuentos de Pepe Serrano, más que nada porque no lo conocía y no sabía a qué me enfrentaba, pero el primero ya me ha seducido, el segundo ha conseguido el mismo efecto, y cuando me he dado cuenta había acabado con toda la comida literaria que me ofrecía.
 
Pepe Serrano tiene una forma ideal de dirigirse a su público. A los pequeños les encantará, pero los mayores podemos dejarnos seducir muy fácilmente. Es cercano, simpático, original y apuesta por la fantasía (sin elfos ni gnomos, más bien con farolas charlando, el abecedario, las personas verdura, etc.)
 
Y a pesar de que me han gustado TODOS, en mayúscula, sin excepción, me han enamorado un par que considero magníficos: “El espejo ladrón” y “El Hospital de palabras”. El primero aún más que el segundo, podría decir que es mi favorito.
 
He tenido la sensación de haber estado viendo, al mismo tiempo, álbumes infantiles ilustrados. Cualquiera de sus cuentos podría convertirse por sí mismo en uno de estos. De todas formas “Cocina rápida para tortugas” no viene sola, le acompañan las ilustraciones de la alicantina Mar Villar, que ha hecho un trabajo estupendo de principio a fin.
 
Y me ha pasado una cosa curiosa porque cuando leía el cuento de las farolas me lo imaginaba como una obra de teatro infantil, y mira por donde que cuando acaba el libro el autor nos cuenta, entre otras cosas, ¡eso mismo! Que se convirtió en una obra escolar. Sin duda son cuentos con muchísimas posibilidades.
 
Un libro de cuentos cortos cortísimos que entran como el chocolate, suaves y dulces. Lo recomiendo sin ningún género de dudas. Ha sido un descubrimiento para mí y me encantaría que no pasara desapercibido. Una joyita para niños y no tan niños.
 
Anika Lillo