bambalinas de carton

Opinión:

Varias son las razones que hacen aconsejable la lectura de este libro aparte de las ya señaladas en el argumento anterior.

En primer lugar, me lo creo, es decir, todo lo que cuenta Pepe Sancho sobre su propia vida se me antojó en todo momento muy de verdad, muy auténtico. Parte del enorme poder de convicción del libro reside en que podemos reconocer con facilidad su voz en cada uno de los recuerdos contados por el actor. En ese sentido, Bambalinas de cartón no me ha parecido una biografía al uso, sino muy cuidada en la que se ha intentando sobre todo no “falsear” la voz narrativa del autor, esquivando el tono light y el autobombo pero alejada rotundamente del morbo, la polémica o la descalificación gratuita. Se nota que Pepe ha querido contar su vida y punto pero sin perder ese tono bronco tan característico del actor, opinando con rotundidad sobre los temas que va abordando capítulo a capítulo o poniendo a cada uno de los personajes citados en su justo lugar (o al menos en el que piensa Pepe que le corresponde estar) y sin escatimar tampoco momentos especialmente dolorosos de su biografía como la muerte de su padre o su estancia en prisión.

No descalifica gratuitamente, pasa por algunos espinosos temas (su relación con María Jiménez) con bastante cautela y respeto y cuenta su vida tal como sucedió y sin ponerse más medallas de las necesarias. Por que otro aspecto sumamente curioso y que motivó bastante es que el actor no se pone bien siempre, describe sus aciertos y logros pero también sus muchos errores y equivocaciones. Resulta en ese sentido bastante honesto consigo mismo y por tanto también con sus lectores o seguidores.

Los capítulos que pienso más prescindibles son aquellos en los que se dedica a rajar de los periodistas del corazón, de la tele basura… más que nada porque es de sobra conocida por todos la mala opinión que Pepe Sancho tiene sobre todo estos temas y, en el libro, la verdad es que no hace más subrayar lo que ya sabíamos de sobra.

Me gusta también la estructura desordenada de los capítulos, es decir en uno cuenta el rodaje de Libertarias, en otro describe su infancia en Manises… y es que así como recordamos todos en realidad. La técnica cinematográfica y literaria del flash-back no deja de ser una falsedad en muchas ocasiones ya que nuestros recuerdos no suelen aparecer de manera cronológica en nuestra mente. Esta alternancia temporal dota al libro de una gran amenidad pero también influye, pienso yo, el lenguaje llano y claro de un hombre que siempre se ha caracterizado por no casarse con nadie (en el sentido figurado de la expresión) y en llamar a las cosas por su nombre.

Joseph B Macgregor